Todo colombiano de clase media o baja puede resolver en un momento de dura crisis económica, una jornada de almuerzo con el popular “sancocho de tienda”: una porción de salchichón, pan y Kola Román o Coca Cola.

Por eso ha causado tanto revuelo la presentación del proyecto de Reforma Tributaria del nuevo gobierno, que grava alimentos de alto consumo popular que por tradición han solucionado un momento de hambruna en cualquier hogar en nuestro país.

El tema se ha manejado en las últimas horas e incluso circulan memes a favor de alimentos con los que han crecido varias generaciones de colombianos.

Muchos han lanzado críticas a la inclusión de artículos de consumo popular dentro del paquete tributario con el que el Gobierno Nacional busca recaudar 25,9 billones de pesos.

En ese sentido, el Ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo salió en defensa de su propuesta argumentando que uno de los objetivos es incentivar una alimentación sana y que al final, los que van a tributar son los productores y no el consumidor final.

“El impuesto lo paga quien lo produce o quien lo importa, es más, yo introduje ese principio basado en mi conversación con el presidente de las gaseosas, de Postobón”, dijo Ocampo en entrevista concedida a 6AM de Caracol Radio.

Explicó que el impuesto a los alimentos es un incentivo para que empresas como Nutresa, Coca-Cola y Postobón, entre otras, produzcan de alta calidad y que cumplan con los sellos de sanidad que ya se han establecido desde el gobierno pasado.

Sin embargo, dentro del paquete de los 21 alimentos gravados, alimentos de consumo masivo popular como la mortadela, el salchichón y la butifarra quedarían exentos de impuestos, si así lo aprueba el Congreso de la República.

Lo anterior, “considerando la importancia de algunos de estos productos en la canasta básica, algunos bienes no serán gravados, entre los que se destacan la mortadela, la butifarra, el salchichón, entre otros”, como lo asegura el proyecto en su exposición de motivos.

Pero para alguns analistas, el problema es que en el articulado, que es lo que se vota, no estipula exención alguna para ningún tipo de embutido, por lo tanto, habría que esperar las discusiones en el Congreso de la República, tal como lo advierte el senador Jorge Robledo.

Pero para los amantes de los dulces, las noticias tamopoco son alentadoras porque alimentos populares como el Chocorramo, el arequipe y la oblea sí estarían cobijados con el cobro del impuesto.

A continuación publicamos la lista los alimentos con “impuestos saludables” como lo ha llamado la Ministra de Salud, Carolina Corcho, incluidos en la reforma tributaria:

1. Carne y despojos comestibles, salados o en salmuera, secos o ahumados; harina y polvo comestibles, de carne o de despojos.

2. Embutidos y productos similares de carne, despojos o sangre; preparaciones alimenticias a base de estos productos

.3. Las demás preparaciones y conservas de carne, despojos o sangre.

4. Papas fritas

.5. Patacones.

6. Chicharrones empacados.

7. Snacks o pasabocas empacados.

8. Galletas dulces con adición de edulcorante.

9. Barquillos y obleas, incluso rellenos y wafles.

10. Ponqués y tortas.

11. Bizcochos y pasteles de dulce.

12. Merengues.

13. Cacao en polvo con adición de azúcar u otro edulcorante.

14. Confites de chocolate.

15. Frutas recubiertas de chocolate y/u otros productos de confitería y repostería, y demás preparaciones alimenticias que contengan cacao, que no sean en bloques, tabletas o barras, y que tengan adición de azúcar u otros edulcorantes.

16. Artículos de confitería sin cacao.

17. Helados, incluso con cacao.

18. Postres a base de leche, incluido el arequipe.

19. Manjar blanco o dulce de leche.

20. Salsas y sopas.

21. Cereales.