Las casas siguen cayendo en la Manzana F por efecto de los deslizamientos.
Las casas siguen cayendo en la Manzana F por efecto de los deslizamientos.
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José Granados Fernández

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Mientras Altos de Girasol se desmorona, Fondo Adaptación sigue cruzado de brazos

Alcalde de Puerto Colombia advierte a Procuraduría y Contraloría sobre alto riesgo de colapso de viviendas y pérdidas de vidas.

Por José Granados Fernández

Con un bebé de pocos días de nacido en sus brazos, Ruth Marina Restrepo habla con rabia y angustia por la burla de Fondo Adaptación y Comfenalco Valle que no han controlado los deslizamientos que ya destruyeron o averiaron 7 de las 11 viviendas de la Manzana F en la urbanización Altos de Girasol, en Puerto Colombia, ni les han entregado a los beneficiarios las casas construidas en lo que aparentemente es área segura.

“Comfenalco Valle, muchas veces, le echa las culpas al Fondo Adaptación y el Fondo Adaptación le echa las culpas a Comfenalco Valle, los dos se enjuagan las manos; los dos se dan golpe de pecho”, se queja Restrepo.

Durante un nuevo recorrido por la obra, ahora en época de intensas lluvias, Emisora Atlántico y Zona Cero.com encontraron que las preocupaciones de la comunidad son las mismas que por tercera ocasión, el pasado 3 de agosto, expresó el alcalde Wilman Vargas en un oficio remitido a Édgar Ortiz Pabón, gerente de Fondo Adaptación, con copias al procurador, Fernando Carrillo, y al contralor general, Felipe Córdoba.

Debido a la temporada invernal, el mandatario le advirtió a Fondo Adaptación que existe “alto riesgo” de remoción en masas porque las condiciones del terreno son más inestables, y le manifestó que tiene “muchas inquietudes por la pasividad” de la entidad nacional para resolver las fallas existentes, que “no sólo podrían conllevar pérdidas materiales, sino también pérdidas de vidas humanas”.

La alcaldía tuvo que reubicar a los beneficiarios de 7 viviendas que tuvieron que ser desalojadas.

 

En marzo de 2017, como solución a los estragos del Fenómeno de la Niña de 2010, Fondo Adaptación contrató con Comfenalco Valle la construcción de 105 casas en Altos de Girasol, pero el proyecto, de acuerdo con la Alcaldía, está abandonado. Recientemente, la Contraloría General de la República lo incluyó en la lista de los 1.400 ‘elefantes blancos’ regados en todo el país, inconclusos o sin construir, por $25 billones.

En esa billonaria piñata contractual fallida hay 112 obras de Fondo Adaptación, creado en el gobierno de Juan Manuel Santos, que están en alto riesgo de incumplimiento por retrasos, suspensiones o vencimientos en sus contratos, por valor de $321.000 millones.

En el caso de Puerto Colombia, Comfenalco Valle subcontrató la obra, por $4.589 millones, con el Consorcio Altos de Girasol, cuyo representante legal es Luis Dajud; la interventoría la firmaron con Hernando Londoño, por $191 millones.

“Hay 61 viviendas que están listas y han sido ocupadas por los beneficiarios, pero 44 casas o no están construidas o llevan algún porcentaje de avance. Sin embargo, hay un caso particular en la Manzana F, de 11 viviendas. 7 de estas están en peligro de colapso o han sido destruidas por los deslizamientos. A estas familias las hemos tenido que llevar a sitios seguros”, explicó a Emisora Atlántico y Zona Cero.com el alcalde Vargas.

La última afectación reportada por la administración municipal en Altos de Girasol tuvo lugar el sábado 14 de noviembre, por la intensa y prolongada lluvia que ese día dejó IOTA rumbo a San Andrés antes de convertirse en el destructivo huracán. Un informe de la oficina local de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres dio cuenta del colapso de otras dos casas; además de deslizamientos que afectaron 8 viviendas del barrio vecino Villa del Rosario, en la parte baja de esa misma ladera. Allí 50 familias resultaron damnificadas.

Paredes, techo y pisos han sido destruidos por el movimiento de tierra.

 

“Por efecto de los deslizamientos, la parte que quedaba del gavión de Altos de Girasol rodó cuesta abajo con tanta lluvia”, dijo en el terreno Mauro Suárez, secretario de Desarrollo Territorial.

Además de cuestionar la irresponsable pasividad de Fondo Adaptación ante los riesgos crecientes, en la carta remitida el mandatario destapó otras inexplicables fallas en este proyecto.

Reveló que desde el 27 de noviembre de 2019 la Sociedad de Ingenieros del Atlántico había “notificado las deficiencias en el estudio de suelos y el peligro de deslizamientos en masa”; detalló que el gavión construido “no contaba con las especificaciones técnicas” para hacer las veces de muro de contención y denunció que en el empalme con la pasada administración no encontraron en los archivos los estudios de suelo ni geotécnico ni hidrológicos ni hidráulicos del proyecto.

Vargas le informó al gerente Ortiz Pabón que tampoco hallaron la licencia de construcción; le pidió que, como contratante de la urbanización, “active un plan de contingencia” para mitigar deslizamientos futuros y le urgió “hacer efectiva la póliza de garantía” al Consorcio Altos de Girasol para contar con un respaldo técnico y económico al buscar una solución integral.

Pero inexplicablemente Fondo Adaptación, como ha sucedido con otras obras siniestradas en Atlántico, sigue guardando silencio y cruzado de brazos.

“Invitamos a Fondo Adaptación, a Comfenalco Valle, al contratista y a la Procuraduría y a la Contraloría a que hagamos una mesa de trabajo que permita darle una solución definitiva a toda esta problemática de las viviendas de Altos de Girasol. Puerto Colombia está presta a ayudar a su gente y haremos todos los esfuerzos requeridos siempre y cuando, de acuerdo con los aspectos técnicos y los aspectos de ley, no tengamos problema alguno”, expresó el gobernante.

El muro de contención no detuvo los deslizamientos, las bases de las casas cedieron y estas se destruyeron

 

Mientras llueve, mientras los deslizamientos siguen destruyendo casas, el alcalde Vargas espera que la Procuraduría y la Contraloría le ayuden a resolver esta poco agradable herencia de una obra que debía estar terminada y entregada a sus beneficiarios, pero la mayoría de ellos siguen viviendo con angustia en cada aguacero que cae en las laderas del Cerro Cupino.

Twitter: @JoseGranadosF

 

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