La emergencia invernal que se ha extendido por el departamento del Atlántico, tras cuatro días de lluvia, se siente intensamente en el suroccidente de Barranquilla.

Virginia Reyes Marimón, presidenta de la Junta de Acción Comunal del barrio Nueva Colombia calificó de “crítica”, la situación en ese sector.

“Tenemos más de 300 familias que lo han perdido todo a causa de los deslizamientos por la ola invernal”, dijo.

Por los deslizamientos, las familias “lo han perdido todo”, declaró la líder comunal y “están en la mitad de la calle”.

En el sector reclaman alimentos y colchonetas donde pasar la noche.

Las placas del pavimento se están levantando, y se suspendió por prevención, el servicio de energía. Igual varios postes están en riesgos de caerse.  También se suspendió el servicio de agua.

“Tenemos una situación bastante caótica”, señaló la líder.

Los movimientos de tierra hicieron desaparecer las carreras 22D, entre las calles 75 C y 77. Allí habían más de 80 ranchos de migrantes venezolanos y retornados de ese país.

Pese a que en el lugar ha hecho presencia la Unidad de Gestión del Riesgo Distrital, “la situación se sale de las manos” reconoce Reyes Marimón.