Material electoral reciclado.
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Registraduria.gov

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Más de 1200 toneladas de residuos de elecciones de 2021 y 2022 fueron recicladas

Para el 29 de octubre de 2023, también se utilizará papel y tintas ecológicas.

El Plan Institucional de Gestión Ambiental (PIGA) de la Registraduría Nacional del Estado Civil ha permitido que los procesos misionales de registro civil e identificación, y procesos electorales se lleven a cabo mitigando los impactos ambientales asociados.

Los procesos electorales del 2021 y 2022 dejaron más de 1223 toneladas de material sobrante a nivel nacional, distribuido de la siguiente manera: de las elecciones de Congreso resultaron 644.103 kilogramos, de las elecciones Presidenciales 1.ª y 2.ª vuelta 525.683 kilogramos y de los Consejos Municipales y Locales de Juventud, 53.569 kilogramos.

Dichos residuos fueron entregados posteriormente a los diferentes operadores ambientales, permitiendo su aprovechamiento y evitando la emisión de 1100 toneladas de CO2 y el gasto de 171 200 litros de petróleo que se usarían para fabricar nuevo cartón, además de la sobrepresión de rellenos sanitarios y la contaminación del recurso del suelo.

El registrador nacional Alexander Vega Rocha, anunció que para las elecciones territoriales que se celebrarán el 29 de octubre de 2023, también se utilizará papel y tintas ecológicas. Además, actualmente se cuenta con herramientas digitales para el proceso de inscripción de ciudadanos que votarán en dichos comicios, con el fin de reducir el consumo de papel.

La Registraduría Nacional está comprometida con ser una entidad respetuosa del medio ambiente, que contribuya a la mitigación del cambio climático. Por eso, continuaremos implementando estrategias y haciendo alianzas que le permitan a la entidad mitigar el impacto ambiental con ocasión del cumplimiento de sus objetivos misionales”, dijo.

Por otra parte, los residuos del recorte de la cédula amarilla con hologramas (teslín) y la versión física de la cédula digital (policarbonato), sumados a las ‘Botellitas de amor’, botellas de plástico donde se depositan residuos de empaques flexibles, son entregados a la Asociación de Recicladores de Bogotá (ARB) para posteriormente convertirse en materia prima para la industria de producción de madera plástica para mesas, sillas, parques y casas.

Adicionalmente, la entidad ha realizado varias jornadas, a nivel nacional, de siembra de árboles mediante alianzas con autoridades ambientales y jardínes botánicos. En 2022 se sembraron cerca de 7323 árboles, equivalentes a 14 campos de fútbol, lo que representa una reducción de emisión de 1123 toneladas de CO2 en un año.

La estrategia de Gestión Ambiental de la Registraduría ha permitido que cerca de 1465 toneladas de residuos aprovechables (entre electorales y de normal funcionamiento de las oficinas) sean reincorporados a la cadena productiva, y que, de no aprovechar, llegarían al relleno sanitario, botaderos informales o a los sistemas de alcantarillado.

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