El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo Assis, visitó el municipio de Necoclí, Antioquia, para verificar de primera mano la situación que está viviendo la población migrante, que ha optado por vivir en las calles del suelo antioqueño.

“A los migrantes no se les pueden poner muros, no se les puede imponer barreras. La migración debe cumplir con tres principios fundamentales: que sea segura, que sea ordenada y que sea regular, todo ello en condiciones de dignidad humana. Además, debe ser financiada y acompañada para que sea sostenible", recordó Carlos Camargo.

"No tiene sentido imponer restricciones adicionales a las ya difíciles condiciones de la travesía por la selva del Darién. Esto generaría incentivos para que los migrantes busquen rutas más peligrosas. Esta migración no se va detener hasta tanto no se mejoren las condiciones socioeconómicas en los países de origen de la migración”, recalcó.

El Defensor se encontró con un panorama de migrantes, principalmente venezolanos, que no cuentan con los recursos económicos para cruzar la frontera, por lo que posan por las calles de Apartadó, Chigorodó, Carepa, Turbo y Necoclí. 

“En el recorrido que hicimos pudimos verificar las condiciones en que viven estas personas, sin atención en salud, alimentación adecuada, acceso al agua potable y viviendo a la intemperie, por eso hago un llamado a la Gobernación de Antioquia y a las alcaldías para que establezcan planes de acción inmediata que permitan atender a los migrantes, se adecuen albergues, se realicen jornadas de atención en salud”, mencionó Camargo.

El Defensor del Pueblo también hizo un llamado al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), buscando priorizar e intensificar la atención para las niñas, niños y adolescentes migrantes, particularmente a los menores de edad que viajan sin compañía.

De igual manera, también le solicitó al Gobierno Nacional que implemente un sistema de caracterización de la población migrante, además que se agilice la apertura del Centro de Atención Fronterizo (CAF) en el municipio de Necoclí, el cual permitirá articular las respuesta institucional y humanitaria en atención y garantía de derechos de esta población. 

Esta advertencia la hizo luego de que el gobierno panameño anunciara, el pasado 8 de septiembre, la implementación de nuevas medidas migratorias, como deportaciones de personas con antecedentes penales, cambios en los lugares de atención a los migrantes, entre otras. 

Entre el 1 de enero y la fecha han cruzado desde Colombia hasta Panamá, por la frontera selvática del Darién, más de 380.000 migrantes. De ellos, el 59% son venezolanos; el 13%, ecuatorianos; el 11%, haitianos; el 3%, colombianos; los restantes, personas de variadas naciones.