El alcalde de Barranquilla, Alejandro Char; el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano; y el ministro de Justicia, Enrique Gil Botero, firmarán mañana en la capital del Atlántico el convenio que abre la posibilidad de la construcción de una cárcel con dos mil cupos. El mandatario de los barranquilleros se pronunció durante su visita al nuevo parque de Buena Esperanza.

“Siempre hemos dicho que necesitamos más cupos. No tanto más, sino mejores cupos. Espacios donde el recluso pueda resocializarse, que pueda salir como una mejor persona de lo que entró porque  actualmente los espacios de nuestras cárceles invitan más bien a la muerte por el hacinamiento, por la poca posibilidad de resocializarse, de crecer y de aprender”, dijo el Alcalde.

Char enfatizó que con la firma de este convenio se busca mejorar la calidad de vida de los reclusos.

“La idea es buscar esos recursos del Gobierno Nacional para hacer una cárcel mucho más cómoda, más agradables y por qué no que tengamos el Sena allí dentro, que tengamos la posibilidad que ese muchacho que salga a la calle, en momentos en que cumpla su condena, sea un instrumento para la sociedad y no un peligro más”, dijo.

La Alcaldía ha destinado un terreno cerca de la zona franca de Las Cayenas, mientras que la Gobernación otro sectores del departamento con el fin de construir el centro carcelario. El mandatario tiene expectativa sobre la firma de este convenio.

La firma de este convenio ha sido liderada por el Secretario del Interior de la Gobernación Guillermo Polo, tras gestionar nuevos cupos en cárceles para acabar con el hacinamiento en las existentes.

“Que nos aseguren los recursos ya es muy importante, porque espacio hay. El doctor Verano ha colocado tres espacios al interior del departamento del Atlántico, nosotros hemos colocado un espacio por la zona franca Las Cayenas y lo importante es que la nación está dispuesta a colocar la plata.  Queda aplaudir al Gobierno Nacional que nos asegura un recurso para 2 mil cupos y por fin nos escucharon”, precisó.

El convenio busca reducir el hacinamiento de las cárceles El Bosque y Modelo y a su vez estrategias que permitan que las mismas sean reubicadas por fuera de la ciudad de Barranquilla.