Decenas de contratos mostraron personas que dijeron esta noche haber sido estafadas por la campaña al Concejo de la dirigente Conservadora soledeña, Elaine Isabel Cabrera Carrillo, que al final de la jornada electoral resultó elegida.

“Nos citaron a  las cinco de la mañana” dijo una mujer que cubrió su rostro, pero mostró el contrato que firmó de lo que llamó “una compra maquillada de su voto”.

Señaló que “lo primero que teníamos que hacer era votar al Concejo por Elaine Cabrera y por Rodolfo Ucrós, a la Alcaldía”.

La mujer reveló que su grupo formaban parte unas 150 personas. Señaló que el domingo estuvieron hasta altas horas de la noche esperando el pago de su “contrato”, pactado en 120 mil pesos.

En el contrato aparece como contratante un hombre identificado como Léider Alfonso Marín Sandoval, “en representación de Representación y Servicios Laborales SAS”. Con él se firmó el Contrato de Prestación de Servicios.

El contrato era como  auxiliar de logística, por un día (domingo 27 de octubre hasta las 6 de la tarde  del mismo día), pero realmente lo único que tenía que hacer la mujer era votar por Cabrera y Ucrós.

“El contrato es por 110 mil pesos, más una bonificación de 10 mil pesos para alimentación, el cual será cancelado en una sola cuota, previa presentación de la cuenta de cobro del contratista al contratante. A la firma del contrato se entregó un anticipo de 20 mil pesos y el saldo al finalizar su jornada de contrato, previo informe de actividades”, precisa el documento.

Con el contrato “se obliga al contratista de manera eficiente y oportuna los trabajos encomendados y aquellas obligaciones que se generen de acuerdo con la naturaleza del servicio”.

En caso de incumpliminto, por alguna de las partes de cualquiera de las obligaciones prevista, este contrato dará derecho al contratante o al contratista a pagar una suma de 2 millones de pesos.

Siempre se añade en dicho “contrato” que entre las partes “no existe relación laboral”.

A las 8 de la noche testigos y "mochileros" se sumaron al reclamo en la casa de Elaine Cabrera. Reclamaban el pago de "los servicios prestados".