Wilmar Roldán, con los capitanes de Unión Magdalena y Deportes Quindío.
Wilmar Roldán, con los capitanes de Unión Magdalena y Deportes Quindío.
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Óscar Mejía - Seguimiento.co

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“Llegar en mototaxi al estadio, lo más raro que me ha pasado”: Wilmar Roldán

El juez central aseguró que hace alrededor de 15 años que no usaba ese tipo de transporte.

El pasado lunes Santa Marta celebró la victoria del Unión Magdalena sobre el Deportes Quindío, con lo cual el elenco ‘bananero’ certificó su avance a la final del Torneo Águila y quedó a un paso de obtener el anhelado ascenso que ha sido esquivo por 13 años.

El encuentro tuvo como protagonistas a los ‘héroes’ locales, que brindaron una alegría a los asistentes y en general a la fanaticada que vivió las emociones desde casa.

No obstante, pese a lo vivido en el partido, que tuvo emociones desde el pitazo inicial, la historia peculiar de la jornada estuvo a cargo del árbitro Wilmar Roldán, a quien le tocó llegar en mototaxi al ‘Sierra Nevada’, debido al trancón que se generó alrededor del recinto deportivo.

Al respecto, el juez antioqueño habló con Antena 2, donde manifestó que nunca antes había vivido una situación similar. “No, la verdad es la primera vez (que llega en mototaxi a un estadio), lo único que me había pasado era cuando estaban los arroyos en Barranquilla y me tocó cambiarme dentro del taxi para ganar tiempo y llegar inmediatamente al partido Junior – Cúcuta”, dijo.

“Nosotros (la terna arbitral) salimos del hotel, tomamos un taxi; el taxista no quería ir porque dijo que la vía para el estadio estaba congestionada porque era una final anticipada y todos sabemos de que el Unión es un equipo histórico del fútbol colombiano y que está cerca del ascenso, por eso todo el mundo iba a tomar partido de ello. Entonces, el taxista dijo: ‘vamos a ver cómo nos va en este recorrido, pero yo creo que llegaremos por ahí a las 5:00 p.m”, señaló Roldán, que además calificó al estadio samario como “de primer nivel, cuando esté terminado va a quedar uno de los mejores estadios de Colombia”.

Roldán relató a la emisora que “el ‘taco’ (trancón) era impresionante, como no había de otra, optamos por tomar mototaxis, nos tocó hablar con el Comandante de la Policía de Tránsito, porque no querían dejar pasar las motos, y me tocó decir que era el árbitro del partido, entonces me dejaron pasar, nos colocaron una patrulla para que nos abriera camino, fue un poco caótico, pero comprendo las ganas de la gente de ir a ver a su equipo”.

La carrera le costó 4 mil pesos, no obstante, el colegiado decidió darle 1 mil pesos de propina al mototaxista que le hizo la carrera.

De igual manera, el reconocido árbitro expresó que sintió nervios al ir en moto, pero que al final todo salió bien. “Sí, obviamente, porque también es un riesgo para uno, hace como 15 años no me montaba en una moto, la verdad le tengo miedo a ese modo de transporte, porque uno va muy desprotegido. Era un riesgo, pero era o caminar o montarme en eso, así que optamos por ello. Le dije al mototaxista que tuviera precauciones, pero cuando me empezaron a reconocer, el conductor empezó a pitar emocionado”.

Entre tanto, sobre la decisión de expulsar al minuto dos de juego al lateral derecho del Quindío, Wilmar Roldán aseguró que “en el momento me coge por sorpresa, yo dije: ‘¿este tipo qué hizo?’, iba un solo minuto y esa reacción, esa patada, la falta da para roja, la tenía clara, entonces me decían que no, que era la primera jugada.”

“Los jugadores (del equipo visitante) no fueron groseros, Chaverra (el expulsado) me decía que era sin culpa, que no quería agredirlo (a Jhonier Viveros), pero le dije que en el reglamento no está sin culpa o con culpa, sino dar o querer dar, y él dio un planchazo fuerte. Yo sé lo que vi, yo sé lo que apliqué, si hubiera sido un jugador del Unión Magdalena, habría adoptado la misma decisión”, aseveró.

Por último, Roldán resaltó la actitud del público samario. “La verdad, la gente reconoce todo lo que llevo como árbitro, y son más lo que reconocen lo que he hecho, las personas le brindan a uno el reconocimiento y el cariño; cuando salí al calentamiento, se levantaron a aplaudir y eso es bueno contarlo, porque no siempre hay un ambiente malo para el árbitro”, concluyó.

 

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