Los jugadores de Cerro Porteño celebran con la copa proclamarse campeón
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EFE

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Leonel Álvarez llevó al título al Cerro Porteño y devuelve al equipo a la gloria del fútbol paraguayo

Venció 3-2 al Sol de América.

El entrenador colombiano Leonel Álvarez devolvió este domingo la gloria del fútbol paraguayo al Cerro Porteño tras coronarlo campeón en la última jornada del torneo Clausura, al vencer por 3-2 al Sol de América en una fiesta ante 45.000 espectadores en su remozada cancha.

En una liga que se hizo esperar casi hasta el último minuto, el Ciclón de Barrio Obrero cantó el alirón pese a haber tenido una oportunidad previa la semana pasada que desperdició al perder por 2-1 contra Guaraní, ya que apenas necesitaba un punto para ser matemáticamente campeón.

Sin embargo, el conjunto azulgrana parecía destinado a encumbrarse en la liga, la número 32 para las vitrinas, de la mejor manera: en casa, en una 'Nueva Olla' reinaugurada en agosto tras dos años clausurada por obras, y llena esta vez hasta la bandera.

Como si fuera cosa del destino, Cerro Porteño no había vuelto a conseguir una liga desde que comenzaron las obras de su cancha en junio de 2015, tras haber logrado el Apertura de esa temporada.

Dos años de sequía y huérfanos de estadio, los azulgranas vieron este agosto como las gradas de la remozada cancha volvían a llenarse, pero tras el varapalo de la eliminación en cuartos de Copa Sudamericana contra el colombiano Atlético Junior, tanto Álvarez como sus jugadores se enfocaron en poner la guinda a esta temporada.

Si no era con el ansiado título internacional sería con el Clausura, por lo que equipo y el cuerpo técnico se compenetraron en un estilo de juego que se ha fusionado con la pasión que emanaba de las gradas.

Había sido muy buena la segunda mitad del campeonato de Cerro como para no ponerle el broche de oro este domingo.

A comienzos de octubre arrancó la segunda vuelta y ahí se empezaron a ver los resultados que supusieron hilvanar 10 victorias en los últimos 12 partidos.

Álvarez gestionó una delantera basada en la competencia sana como pilar de los éxitos azulgranas, con el argentino Diego Churín, y los jóvenes paraguayos Alfio Oviedo, de 21 años, y Óscar Ruiz, de 26.

Los tres artilleros parecieron ponerse de acuerdo para alternarse de cara a puerta.

El argentino tomó las riendas de los goles y anotó uno por partido en las cuatro primeras victorias de Cerro en la segunda mitad, llegando a sumar 11 dianas en toda la liga como máximo goleador del equipo.

Cuando se le mojó la pólvora a Churín, se le encendió a Oviedo, quien anotó tres goles en dos partidos, y sumó cuatro en los últimos cinco envites del equipo.

Y Ruiz apoyó los goles de Oviedo con cinco dianas más en tres de los últimos cinco encuentros para mantener viva la esperanza del campeonato hasta el final.

Pero no solo en los goles se ha basado el éxito del conjunto del Barrio Obrero, ya que el estilo propuesto por Álvarez ha liberado al capitán Rodrigo Rojas para que trabaje en la creación desde el centro del campo hacia las bandas, donde Josué Colmán y Jorge Rojas han tratado de abrir el campo para el ataque.

Además, el sistema de Álvarez no se entendería sin la participación de Marcos Riveros o Víctor 'Topo' Cáceres en la contención en el centro del campo y una defensa compensada por Marcos Cáceres, Raúl Cáceres, el uruguayo Ignacio Pallás y Santiago Arzamendia.

Todo ello custodiado bajo los palos por el experimentado portero internacional con Paraguay, Antony Silva, que pese a sus 33 años sigue deslumbrando con sus reflejos e intervenciones salvadoras en la portería del Ciclón.

El éxito de Cerro ha sido una combinación del estilo del técnico colombiano, la asimilación de este por sus jugadores y las ganas de volver a conseguir un título, con el extra de regresar a casa, de tener el estadio casi lleno en todos los encuentros y una afición que no se cansa de alentar a sus jugadores desde la grada.

Y eso que ha tenido hasta el último momento la amenaza de un Olimpia que no se daba por vencido.

El Decano ha presionado hasta el final a su histórico rival, ganando cinco de sus últimos seis partidos, entre ellos el superclásico por 2-1, pero la ventaja en puntos de los azulgranas les hubiera permitido como mucho un encuentro de desempate que nunca llegó.

Con este nuevo trofeo en sus vitrinas, Cerro Porteño se aseguró además una plaza en la fase de grupos de Copa Libertadores 2018, en donde también está Libertad como campeón del Apertura, y cierra una temporada a lo grande, en casa de nuevo, con su gente, en un éxtasis azulgrana que hacía años no se veía en Paraguay.

 

EFE
 

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