La vida de los habitantes de Providencia ha cambiado con las neveras. Hoy conservar los alimentos es posible . Providencia renace lentamente y el apoyo de SuperGIROS contribuye con el cambio.
La vida de los habitantes de Providencia ha cambiado con las neveras. Hoy conservar los alimentos es posible . Providencia renace lentamente y el apoyo de SuperGIROS contribuye con el cambio.
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Las mil neveras que SuperGIROS donó a los habitantes de Providencia

Para habitantes de Providencia tener una nevera luego del paso del Huracán Iota era cuestión de sobrevivencia.

No hay un electrodoméstico más común y necesario en las casa de los colombianos que la nevera. Sin embargo para la comunidad isleña de Providencia, destruída casi en su totalidad por un huracán grado 5 hace cerca de un año, lo más importante luego de volver a tener casa con agua y electricidad, es tener una nevera.

Pensemos en lo que significa sobrevivir a un huracán viviendo al nivel del mar con cerca de 40 grados de temperatura y no lograr conservar alimentos, no poder tomarse un vaso de agua fría, tener que comerse las frutas, carnes y verduras casi el mismo día de la compra para tener que conseguirlas de nuevo al día siguiente, eso sin mencionar lo que significa una nevera por ejemplo, para un pequeño restaurante.

Y no es exagerada la importancia de una nevera para los damnificados de Providencia, en esta isla hay muelle, pero no hay puerto por lo que llevar alimentos es difícil sobre todo desde un territorio continental que está a más de 800 kilómetros de distancia en línea recta.

Los más beneficiados con las neveras son los pequeños restaurantes de la isla que hoy atienden a miles de obreros en la reconstrucción. Conservar materias primas ahora es posible .

Para miles de personas de Providencia tener una nevera luego del paso del Huracán Iota era cuestión de sobrevivencia.

Entonces, a SuperGIROS, la empresa más grande de giros postales del país se le ocurrió junto a la oficina de la Primera Dama de la Nación y del Fondo de Energías No Convencionales del Ministerio de Minas -Fenoge- que no faltarán las neveras en las casas de las familias de Providencia.

“Había que esperar que avanzara la reconstrucción de las casas y la entrega de muchas de ellas para empezar a hacer las donaciones que se coordinaron con la alcaldía de la isla y con la gerencia de la reconstrucción en cabeza de Susana Correa”, sostiene Edgar Páez, presidente de la compañía.
 

Dos mil millones de pesos se destinaron en una alianza de gobierno y empresa privada para dotar de neveras a las familias de Providencia.

Y es que fabricar en serie mil neveras con características técnicas especiales, bajos consumos de energía, sistemas tropicalizados para evitar calentamientos y con un congelador independiente del refrigerador era cosa fácil en comparación con el traslado a la isla y la entrega de esos electrodomésticos .

Uno de los “talones de Aquiles” de la reconstrucción de Providencia es el hecho de que en la isla hay muelle pero este no es necesariamente un puerto, mil neveras se debieron llevar en cinco tandas de 200 unidades para garantizar la seguridad de su arribo y la entrega a cada familia de la isla.

El envío de las neveras, la entrega de estas y la puesta en funcionamiento de la solución ha tardado casi seis meses en una labor fabril que culminó con éxito hace dos semanas y que ya tiene en pleno funcionamiento los electrodomésticos en manos de los locales que guardan en ellas la pesca, lo que traen para alimentarse desde San Andrés y lo que necesitan para vivir cómodamente con un elemento esencial en sus hogares.

Ya son mil hogares de Providencia  los que cuentan con neveras para beneficio de sus usuarios.

“La vida de muchos habitantes de Providencia se transformó con la llegada de las neveras, es un elemento clave para mejorar la vida, la que por un milagro no perdimos hace un año cuando la naturaleza nos recordó con Iota su poder durante 24 horas”, dice emocionada Deisa Hackins una de los casi 5 mil sobrevivientes del huracán .

La Primera Dama de la Nación, Maria Juliana Ruiz, una de las abanderadas del proyecto con su programa “Ayudar nos hace bien”, celebra por estos días la entrega que hará de la nevera numero 1.000 para cerrar este ciclo que se espera continúe con el apoyo de otras empresas privadas que estén dispuestas a donar los recursos económicos para una asociación de esfuerzos público-privados que le lleve este electrodoméstico al resto de las casas que están por ser entregadas en el plan de reconstrucción.

Por ahora, la alegría de tener nevera en Providencia es evidente, la calidad de vida de las familias de la isla ciertamente ha mejorado, los productos se conservan adecuadamente, los negocios, en especial los restaurantes caseros que se reproducen por montones para alimentar a los miles de obreros llegados del continente que participan en la reconstrucción, conservan sus materias primas y con ellas la ilusiones de volver a tener pronto y en mejor estado el paraíso que alguna vez fue esta “Divina” Providencia que se recupera lentamente, después del devastador paso del huracán Iota el 12 de noviembre del año pasado.

Las familias de la isla dan testimonio de como este electrodoméstico cambió el ritmo de sus hogares. Ahora el frío es posible en la cálida Providencia.

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