Los candidatos Álvaro Lastra, Alfredo Palencia, Danilo Hernández, Marcela Cuéllar, Carmiña Vargas, Alberto Moreno y Astelio Silvera.
Los candidatos Álvaro Lastra, Alfredo Palencia, Danilo Hernández, Marcela Cuéllar, Carmiña Vargas, Alberto Moreno y Astelio Silvera.
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La Universidad del Atlántico necesita gobernabilidad: candidatos a la rectoría

Plantean nuevas estrategias para la consecución de recursos que le permitan al Alma mater salir de la crisis institucional.

Gobernabilidad y gobernanza es el tema prioritario a resolver en la Universidad del Atlántico.

Tal es el consenso de 7 de los 8 candidatos a la rectoría del Alma Máter y quienes plantearon sus diferentes estrategias orientadas a superar la profunda crisis institucional por la que atraviesa la Universidad, tanto en lo académico como en lo financiero y en las recurrentes situaciones de orden público que desestabilizan todas las actividades.

Los siete candidatos atendieron el llamado de Zona Cero, que elaboró un cuestionario único para todos ellos. Sin embargo, Zona Cero se reserva el derecho de resumir las respuestas de algunos candidatos, dada su extensión, con el único propósito de otorgarles un espacio equitativo a todos los aspirantes, tal como previamente se les explicó a todos.

El octavo candidato, Ronny Yesid Villegas Lozano, no respondió finalmente al llamado, hasta el cierre de este informe.

Así las cosas, las respuestas a cada una de las preguntas están en el mismo orden en que los diferentes aspirantes las enviaron.

De acuerdo con el cronograma vigente, este miércoles 6 de octubre se cumplirá la consulta a la comunidad académica, de 8 am a 4 pm. Los estudiantes participarán por plataforma virtual y los profesores de manera presencial en la Unidad Prado de Cajacopi ubicada en la calle 70 No. 56-21.

Los resultados serán publicados a partir de las 4 de la tarde del mismo día y el jueves 7 será remitida la lista de elegibles al Consejo Superior Universitario para que proceda con la correspondiente designación de Rector el lunes 11 de octubre.

El tarjetón electoral.

Estos son los planteamientos expresados por los 7 candidatos.

¿Cuál cree usted qué es el principal problema a resolver en la Universidad del Atlántico?

- Álvaro Lastra Jiménez. “Gobernabilidad y Gobernanza. El período fijo de 4 años aprobado en el nuevo Estatuto ayuda, pero se requiere autoridad y autonomía en la rectoría. Una autoridad basada en el respeto a las normas y dirigida a lograr el orden institucional, para que la democracia interna sea verdadera. Y autonomía, que es requisito esencial consagrado en la ley, para que la institución funcione bien. El rector no puede ser un "dron" sino un "capitán de barco", con real capacidad de gobernar y conducir la nave”.

- Alberto Moreno Rossi. La lejana relación con la industria y la sociedad con sus actuales necesidades. La universidad debe responderle a la sociedad con altos estándares cualitativos. Hay un descomunal desfase entre lo que requiere la industria y la sociedad actual y lo que la universidad puede ofrecer. Nos quedamos estancados en épocas antiguas, con muchos planes de estudio que no están acordes con las exigencias del mercado laboral actual, por lo que no estamos brindando soluciones a los problemas que se generan con el avance del tiempo y de las tecnologías”.

- Marcela Cuéllar Sánchez. Para comprender las problemáticas de la Universidad del Atlántico, debemos remitirnos al contexto nacional y a las situaciones críticas que afectan a las universidades públicas en el país. La crisis financiera y las carencias en la gestión administrativa, son algunas de ellas. De manera particular y sumadas a estas, la Universidad del Atlántico, enfrenta la pérdida de su liderazgo, prestigio, visibilidad, respeto, tolerancia y confianza. Lo anterior redunda en el quebranto de la dignidad, consecuencia de la inestabilidad en su gobernabilidad, que es la principal de sus problemáticas. Lo anterior se evidencia en su estructura orgánica y normatividad obsoleta; componentes sustantivos sin armonía entre ellos; dependencias desarticuladas; infraestructura insuficiente, descuidada y poco adecuada para los ambientes de aprendizaje y de investigación; planeación poco efectiva y desequilibrio en la priorización de los recursos; oferta académica desarticulada con el desarrollo de la región; planta de profesores reducida y con precarias condiciones contractuales y, estudiantes con pocas garantías para el ejercicio pleno de su derecho a una educación de calidad, entre otros asuntos”.

- Carmiña Vargas Zapata. La Universidad del Atlántico tiene muchos problemas, pero uno de los principales es el académico, porque no existe una política pedagógica, una cultura ecológica que recoja todos los aspectos de la universidad, los programas se proyectan independientemente y no existe una religación, una unión de todos los agentes de la población educativa para colocarla en el puesto que se merece por ser una de las principales universidades pública dentro de la Costa Atlántica, esto es ser una Universidad Humanista, como lo describe la consigna de mi plan de gestión. La universidad del siglo XXI está llamada a ser autónoma y no seguir una administración rectilínea, que viene desde los tiempos de Fayol y Taylor desde finales del siglo XIX. La universidad debe ser diversificada, está llamada no solo a aumentar las disciplinas del saber, sino que está llamada a aumentar la investigación, la extensión universitaria, los estudios de postgrados, a nivel de Maestría y doctorado en las disciplinas existentes en la universidad. La universidad está llamada a ser flexible en sus programas curriculares, teniendo en cuenta la incertidumbre en que se mueve nuestro contexto y nuestro planeta para enfrentar los retos del día a día para poder proponer soluciones eficientes que posibiliten la trascendencia del ser. Por otro lado, también está la ausencia de autonomía administrativa y, por tanto, carencia de verdaderos canales de comunicación y coordinación entre los distintos estamentos que la constituyen y, por otro lado, la indebida intromisión de los poderes partidistas en la dirección de la institución”.

- Danilo Hernández Rodríguez. “En la Universidad del Atlántico históricamente nos hemos visto permeados por distintas problemáticas, que con el paso del tiempo y ante la ausencia de verdaderas soluciones se han ido decantando y por qué no decirlo, conflagrado diferentes escenarios que ralentizan la gestión académica y administrativa de la Institución, desacelerando algunos avances propuestos cuyos objetivos deberían concluir con la potencialización de la Universidad como plataforma Nacional, regional y multidimensional. Objetivo que se ve nublado frente a la inefectiva solución de dichos problemas. Por ello la finalidad principal, deber ser el reconocimiento de los diferentes escenarios o situaciones problemáticas, determinando las prioridades y urgencias frente al impacto esperado que debe existir en la gestión y de acuerdo a las necesidades primarias de atención. Consecuencia lógica de lo anterior, me resulta importante precisar que coyunturalmente, hoy podemos fijar como uno de los principales problemas que debemos tener como prioridad es la reestructuración de la Unidad de Salud, así como enfrentar el reto de los embargos que entraron en periodo de espera por el amparo de la Ley 550 y que podrían afectar el principio de entidad en marcha en la universidad. Lo esencial e imprescindible es abordar la generación de unas condiciones precisas y óptimas para la gobernabilidad y la consecución de recursos para la Institución, encontrando estos dos conceptos íntimamente ligados con la necesidad de adoptar un modelo organizacional funcional. De manera que se observan dos frentes problemáticos uno de carácter administrativo-financiero, otros con carácter de gobernanza circunscritos todos estos, a la funcionalidad y efectividad en la gestión y avance universitario”.

- Astelio de Jesús Silvera Sarmiento. Los problemas de fondo de la Universidad sobrevienen desde varias aristas, la primera de ella tiene que ver con la desfinanciación de las funciones sustanciales derivado de una eficiente gestión administrativa a nivel directivo. Todo esto se deriva de la falta de liderazgo y gestión académica que la universidad tiene en este momento. Inicia con la falta de capacidad para hacer converger los concurridos y no concurridos, dentro del paquete de responsabilidades pensionales de la Universidad, lo que ha desviado hacia este elemento más de 50 mil millones de pesos (más del 12% del presupuesto) que debería ser invertido en bienestar institucional real, investigación, desarrollo tecnológico y capacidad instalada. 

Seguido de esto, tenemos una ineficiencia en la gestión y autogestión de los programas, derivado de una lógica no previsiva de oferta y sistemas de apalancamiento desde ampliación de oferta académica sobre la base de necesidades reales para abrir nuevos programas y/o prestar servicios (que en promedio deberían estar en el orden de los 3 o 4 mil millones mensuales, alrededor del 13% del presupuesto). No hay una verdadera diversificación de los ingresos, no hay proyección de inversión en sectores reales para generar dividendos y mucho menos apalancamientos seguros, incluso cosas tan básicas como la participación en mesas de inversión de capital”.

- Alfredo Palencia Molina. “La falta de gobernabilidad producto del caos administrativo, académico y financiero, genera inestabilidad institucional, acompañada de una lucha interna de micropoderes, en el marco de una política partidista malsana; produciendo toda clase de inconformidades y desconfianza al interior de la comunidad universitaria, la cual opta por mostrarse indiferente y apática frente a la necesidad de salvar la universidad de una prolongada crisis”.

Garantizar la continuidad académica también se constituye en un gran reto para los candidatos.

¿Cómo articular el trabajo con la comunidad académica para que las actividades se cumplan en el tiempo y con la debida tolerancia?

- Álvaro Lastra Jiménez. “Con autoridad y democracia. Las protestas estudiantiles deben ser compatibles con el orden, que es una virtud, y las programaciones académicas deben ser sagradas, intocables”. 

- Alberto Moreno Rossi. “Enseñando cultura ciudadana. Mostrando la importancia del consenso, del trabajo en equipo, de la capacidad de escuchar y hablar sin llegar a la ofensa. Lo peor que sucede en la Universidad es todo el tiempo que se pierde, retrasando los procesos educativos, sin antes tratar de hablar sobre los problemas, con la ida a paros”.

- Marcela Cuéllar Sánchez. “La Universidad cuenta con una comunidad altamente calificada y diversa; las competencias, conocimientos y experiencias acumuladas, son su fortaleza.  La articulación del trabajo participativo, es lo que garantiza la construcción colectiva de la Universidad y el cumplimiento de los objetivos. Un equipo con una comunicación abierta, que trabaje por la recuperación de la confianza, por el respeto a la institución, a los otros y a sí mismos; por la inclusión y la diversidad; por el fortalecimiento de su sentido de pertenencia; por el reconocimiento, valoración y reivindicación de las distintas voces y que basado en ellas, se tomen decisiones conjuntas y se asuman responsabilidades compartidas. Porque cada uno de los miembros de la comunidad  uniatlanticense, sea escuchado, reconocido y valorado. Esto permite la organización de la institución desde su gestión administrativa y académica de manera sistémica, en el que las funciones sustantivas: docencia, investigación, proyección social y bienestar, se articulan y desarrollan en conjunto”.

- Carmiña Vargas Zapata. “La condición básica para lograr el propósito en mención, es que la rectoría esté en manos de un académico-pedagogo, de una persona que venga del propio ámbito educativo e investigativo. De otra parte, engranar una estructura administrativa deliberativa y con autonomía científica y técnica, garantizando un presupuesto adecuado. El reglamento interno de la universidad ha de ser la norma que guíe las concertaciones en el quehacer universitario”. 

- Danilo Hernández Rodríguez. “Sea lo primero decir que, es necesario partir del establecimiento de un modelo organizacional funcional que le impregne dinamismo a la Universidad del Atlántico, permitiendo la concurrencia de esta fórmula que has mencionado, es decir trabajo comunidad académica/tiempo/tolerancia. Ese modelo a su vez, deberá generar una integración de las distintas dependencias para sentar las rutas, los protocolos, para la evacuación rápida de las dificultades que se tengan. Esta articulación, es posible de lograr diseñando un plan de trabajo ajustado a las funciones de la planta docente, distribuyéndolas de forma equitativa para que, a nivel institucional, se logren atender las funciones sustantivas de docencia, extensión e investigación, entre otras”.

- Astelio Silvera Sarmiento. “Cuando una universidad está articulada desde sus unidades académicas-investigativas y estamentos, funciona como un reloj suizo. Todo esto se logra con una acción conjunta, responsable y con liderazgo, acompañado de un proceso equilibrado y responsable de transformación digital y tecnológica, que de verdad atienda las necesidades formativas, de innovación, de emprendimiento de todos los actores de la comunidad universitaria.  Es un ejercicio muy simple, que inicia conjugando el trabajo responsable y disciplinado del cuerpo de profesores de planta y los docentes que apoyan la gestión académica de estos (ocasionales y catedráticos), que esperan tener un líder que les indique hacia dónde apuntar sus conocimientos y experiencias, que les permita explotar todas las capacidades y talentos que docentes y estudiantes tienen, pero con mucha más fuerza, que tenga en cuenta las responsabilidades sociales, de sana convivencia entre los grupos internos y de incidencia, académicas, de dignidad y derechos humanos, de sostenibilidad de la cultura de paz, reconciliación y no repetición, de cara a un posicionamiento de la universidad como un proyecto líder en Latinoamérica y el Caribe”.

- Alfredo Palencia Molina. Aprovechando que aún la universidad no tiene su nuevo Plan de Desarrollo Institucional se debe convocar a un gran acuerdo sobre lo fundamental, en donde los estamentos universitarios den a conocer “la universidad que quieren” y se logre conciliar el mayor número de intereses en pugna que permitan adoptar un documento que recoja las diferentes posiciones viables, de suerte que, logrando el consenso se defina el norte demanda la institución con el apoyo de todos los que en el PDI se sientan representados. De otra parte, se requiere implementar toda una cultura del Sistema Integrado de Gestión (SIG) para conseguir la articulación necesaria de las distintas dependencias que satisfaga las necesidades y expectativas de las partes interesadas, tanto internas como externas; adelantando permanentemente planes de mejora, conforme al seguimiento y los controles que se logren aplicar a través del Modelo Estándar de Control Interno (MECI)”.

La Universidad del Atlántico participó en la rueda de negocios más importante de la Región Caribe: MEET & CONNET.

¿Qué mecanismos plantea para la consecución de recursos adicionales que le permitan a la Universidad del Atlántico aliviar y superar la crisis financiera?

- Álvaro Lastra Jiménez. “Reemplazar la Ley 550 por la Ley de Austeridad y la responsabilidad económica. Adicionalmente, gestionar ante el Ministerio de Hacienda el pago de la deuda a Uniatlántico, derivada de sentencia judicial. Además, gestionar una ley de efemérides, con ocasión de los 80 años, a través de la cual el Congreso de la República le inyecte 50.000 millones de pesos para alcanzar la Acreditación Internacional de la Institución”. 

- Alberto Moreno Rossi. “Tener más cercanía con el poder económico de la región. Debemos estar en constante contacto con las empresas, industrias, y todos los actores importantes de la región, para participar activamente en la solución de sus problemas y en el adecuado desarrollo de ellas, brindándole asesorías y trabajos a través de un amplio portafolios de diversos servicios que podamos ofrecer. Participar en convocatorias públicas y privadas nacionales e internacionales, desarrollar patentes”.

- Marcela Cuéllar Sánchez. Planeación y racionalización de los recursos; articulación universidad, estado, empresa; gestión de fuentes de financiación alternativas; fortalecimiento de la investigación y su articulación con el sector productivo; comercialización de bienes y servicios; creación de posgrados con pertinencia y ampliación de una oferta de extensión”.

- Carmiña Vargas Zapata. “Se plantean los siguientes mecanismos: fortalecer los mecanismos de la extensión universitaria, en apertura de nuevos posgrados que permitan acceder a recursos producidos por la misma universidad, ya que siempre existe hambre de educación, porque la vida es una preparación permanente, de igual manera, todo profesional debe estar en permanente actualización y es ahí donde se pueden ofrecer diferentes postgrados en diferentes disciplinas; fortalecer las relaciones públicas y privadas para la inversión y obtención de capital externo, consolidando proyectos de altos alcance donde se favorezca toda la comunidad académica no algunos cuantos; gestión efectiva de los fondos de investigación mediante el planeamiento de presentación de proyectos ante MinCiencias, donde se apoye a todos los grupos de todas las facultades; construcción de proyectos de infraestructura diseñados a partir de las necesidades que surjan de estudiantes, docentes y administrativos, que creen nuevos espacios para la innovación y educación e implementación de una política de venta de servicios donde se favorezca toda la comunidad académica y no algunos cuantos sectores”. 

- Danilo Hernández Rodríguez. Como mecanismo imperante, debemos propiciar una sólida y estrecha articulación multidireccional entre Universidad-Empresa-Estado. La Universidad debe impactar con sus aportes desde la consultoría, proyección social e investigación, y todos los escenarios que van de la mano y se articulan a estos procesos, para ello, es necesario apuntarle y le apuntamos a la formulación de proyectos para presentarlos en convocatorias que se encuentren vigentes, y ante fondos de carácter Nacional e Internacional. La obtención de estos recursos adicionales, son imprescindibles, ineludibles y necesarios por cuanto redundarán no solo en beneficios económicos para los actores universitarios involucrados, sino que también se traducirá en aportes al presupuesto anual que servirán sin duda para saneamiento de la crisis financiera”. 

- Astelio Silvera Sarmiento. “Lo hemos integrado en nuestra propuesta de plan de gestión, y es un ejercicio muy sencillo y preciso. Se necesita de manera urgente que las funciones sustanciales se integren de manera sistémica. Partimos de la base de la optimización del sistema de contratistas y OPS de la Universidad, lo que permitiría lograr una optimización de cerca del 18% del presupuesto actual invertido en este rubro. Además, se debe integrar al sistema universitario, un modelo de extensión-académica en donde la prioridad sea el apalancamiento de los programas institucionales con una lógica de distribuciones de dividendos a través de una política institucional de reinversión, por ejemplo, saber que de esas utilidades el 30% iría bienestar, no a programas sueltos sino a garantizar la gratuidad como mecanismos de sostenimiento y de aplicación de cobertura, un 30% para investigación y desarrollo, 15% libre destinación (nivel central, funcionamiento y cubrir deudas e inversiones de plan de acción o de acreditación,  o de fomento) 15% Inversión tecnológica - virtualización de procesos (en una primera etapa hasta consolidar plataformas propias) y el restante para fomentar el talento de los estudiantes y docentes de cara a su proyección social y profesional.

Si a esto le sumamos una revisión de funciones duplicadas entre la planta y los contratistas, le sumariamos un promedio optimizado en una primera etapa de un 19%. Luego de esto iniciaremos un proceso de redistribución de funciones y asociación de los contratos laborales y funciones naturales de los trabajadores de la planta (judiciales, planta, carrera, reintegros, retén social, entre otras denominaciones) para no incurrir en nóminas paralelas, y garantizar que los trabajadores reintegrados y parte de la planta, cumplan sus funciones contractuales, sobre la base de su responsabilidad social y contractual con la universidad”.

- Alfredo Palencia Molina. “Independiente a los recursos adicionales que se deben conseguir para la universidad, en primer lugar, hay que adelantar un plan de austeridad, liberando recursos del presupuesto en el rubro de servicios personales, administrativos (contratistas) y gastos generales. Además, la universidad debe mejorar los ingresos en la venta de servicios, en especial los relacionados con extensión e investigación, implementando un plan de marketing que produzca los resultados esperados, desde el punto de vista económico.

De otra parte, y con el mayor de los énfasis, se requiere, hacer una gran gestión en el orden nacional y departamental para lograr el pago definitivo de los recursos provenientes de la Acción Popular que adelantaron los pensionados y que pertenecen a la universidad, los cuales ascienden a más de $330.000 millones, aproximadamente. Para ello, se debe comprometer a la bancada de congresistas del departamento del Atlántico para que el ministerio de Hacienda gire los mencionados recursos.

Igualmente, en una estrategia conjunta con las universidades públicas de Colombia hay que solicitarle al Gobierno Nacional un mayor presupuesto para las IES partiendo de la necesidad que hay de mejorar la oferta educativa e implementar programas regionalizados, para lo cual se requiere de mayores recursos. Finalmente, hay que hacerle seguimiento al recaudo de recursos por concepto de la estampilla pro-ciudadela universitaria para darle un mejor destino hacia el futuro. Cabe resaltar que se hace indispensable conocer el balance de lo que significó el sometimiento a la Ley 550 para conocer las distintas obligaciones que aún quedan pendientes por parte de la institución y evitar la industria de los embargos”. 

En la ruta de la Acreditación Internacional el programa de pregrado de Farmacia fue el primero en recibir visita de pares académicos.

¿Qué planes concretos plantea para mejorar la calidad académica y lograr las certificaciones de los diferentes programas?

- Álvaro Lastra Jiménez. “Desarrollar los concursos docentes que se requieren, tanto de tiempos completos como de catedráticos. La excelencia proviene de la exigencia y del mérito”.

- Alberto Moreno Rossi. La universidad debe revisar todos sus planes de estudio y modernizarlos. Hacerlos más eficientes y acorde con las necesidades del entorno. Crear postgrados en conjunto con los estamentos económicos, para que sean adecuados a las necesidades del mundo laboral. Para ello, debemos tener un profesorado cualificado al máximo nivel, inmersos en grupos de investigación altamente categorizados, proponiendo y ejecutando proyectos de investigación, con publicaciones en revistas de alto impacto, fortalecer el sello Editorial de la Universidad y apoyar a las revistas existentes para lograr su indexación y promover la creación de otras más, para que la producción de conocimiento tenga vehículos de divulgación, promover la movilidad e intercambio académico de docentes y estudiantes, disminuir la deserción estudiantil, promover la doble titulación nacional y/o internacional, vincular investigadores dedicados 100% a esa misión, gestionar recursos para dotar y mantener la infraestructura física”.

- Marcela Cuéllar Sánchez. “Por una Universidad Crítica desde la Ética y el Humanismo: La ética y el humanismo para generar transformación; la libertad y determinación como principio para la acción y la autonomía.

Por el Derecho a la Educación de Calidad desde la Inclusión, la Igualdad, la Diversidad y la Equidad. Por el respeto a las libertades fundamentales, la comprensión, la tolerancia, el diálogo y la dignidad de los estudiantes, profesores y administrativos rechazo a todo acto de violencia; infraestructura digna y sostenible en el multicampus disfrute de los derechos fundamentales de las mujeres, hombres y personas de género diverso y aquellas, que se encuentran en situación de discapacidad; políticas para la reivindicación del papel y el respeto a la mujer.

Por una Universidad prospectiva e innovadora desde la academia, la investigación y la proyección social fundamento para el desarrollo regional. La Universidad como epicentro que fortalece el vínculo Gobierno – Universidad – Empresa; pertinencia educativa, impulso a las artes y el deporte; investigación aplicada, innovadora y creativa. Por el Compromiso en los procesos de reconciliación y construcción colectiva del país: la Universidad como pilar para la construcción de una cultura para la convivencia y reconciliación; la academia como protagonista desde la investigación, la reflexión y el debate frente a las realidades, la creación y materialización de nuevas narrativas de la historia colombiana”.

- Carmiña Vargas Zapata. La calidad académica se logra con la asunción del campo pedagógico, porque es la pedagogía quien produce teorías pedagógicas y corresponde a la administración, a través del meso currículo poner en línea la teoría con la práctica para lograr el objetivo de la calidad, para ello debe haber preparación pedagógica para muchos docentes, ya que todo acto pedagógico incluye un acto educativo, pero no todo acto educativo incluye un acto pedagógico, lo pedagógico es lo que me lleva a mí a enseñar bien, y a que los estudiantes aprendan bien, es decir asegurar la calidad educativa, a través de los siguientes planes: conseguir la renovación de la acreditación institucional y de los programas de pregrado y postgrados que actualmente se encuentran en funcionamiento. 

Conseguir acreditar con alta calidad a los programas de pregrado y postgrados a nivel internacional; afinar, construir y diseñar nuevos procesos de autoevaluación que nos permita corregir y atender de forma efectiva las necesidades de la comunidad que a su vez se traduce en mayor calidad; implementar estrategias que permita a los programas académicos faltantes obtener la acreditación de alta calidad; fortalecer la planta de personal docente aumentando el número de docentes doctorados y maestreados dentro de los programas académicos y acreditar y certificar los procesos y servicios ofrecidos por la universidad de carácter administrativos”. 

- Danilo Hernández Rodríguez. “Los planes contemplados, se encuentran en mi propuesta rectoral, “Pacto por la Excelencia”, y donde se establece el detalle para lograr el desarrollo y eficacia de los objetivos. En dicho documento se establece el compromiso de fortalecer la calidad académica, a través de la investigación aplicable y formativa, para la cualificación constante de los docentes y así mismo de la comunidad estudiantil. Por otra parte, el objetivo de certificaciones de los diferentes programas también encuentra respaldo en algunas de las propuestas consignadas en dicho plan rectoral, como lo es el mantenimiento de las condiciones de calidad de la Universidad del Atlántico, el fortalecimiento de los procesos académicos de la misma y el desarrollo de un sistema integrado de autoevaluación institucional, entre otros”.

- Astelio Silvera Sarmiento. “La acreditación institucional para una universidad pública se soporta en un objetivo claro y preciso, garantizar que la sociedad reciba en manera efectiva el desarrollo sostenible y sustentable del país y de la región. En este orden de ideas el cumplimiento estricto del sistema nacional de aseguramiento de la calidad es la ruta para alcanzar el objetivo de la re- acreditación, pero desde una base seria y bien definida. Se necesita un trabajo dedicado, articulado y definido desde criterios de autoevaluación, ya que para superar el 23% de programas académico acreditados en alta calidad se hace necesario una universidad robusta, fortalecida administrativa y académicamente, grupos de investigación que compitan con los centros de investigación, desarrollo tecnológico e innovación más relevantes del país y la región, lo cual implica una Universidad de genera innovación y formación profesional contextualizada y de cara los problemas de los sectores reales.

Acciones concretas desde lo administrativo como a) El acceso a recursos y bienes (donaciones, Gobierno Central, empresas, proyectos de investigación); b) Programas ágiles y perfiles claros de cara a los requerimientos del sector productivo, novedosos y con perfilación internacional. c)  Incrementar las capacidades institucionales en educación, investigación, desarrollo tecnológico e innovación; d) Lograr al menos el 40% de docentes con doctorado en la Uniatlántico en una primera etapa (necesaria transformación cualitativa del cuerpo de profesores); e) Un sistema de bienestar institucional que va más allá de la simple observancia de la realidad estudiantil, docente y administrativo en el campus y que atienda los impactos producidos por la pandemia; f) Con la llegada de la Uni@tlantico virtual, se logrará un incremento sustancial de la cobertura y de la matrícula internacional de estudiantes en entornos virtuales (apalancamiento del estudiante local desde los costos y dividendos)”.

- Alfredo Palencia Molina. “La calidad de la academia depende de muchos factores en lo administrativo y financiero, pero lo primero que se debe enfrentar es el compromiso de la reacreditación institucional para que en ese propósito logremos sanear todas las debilidades que afectan la excelencia educativa. La universidad debe resolver la problemática de los profesores ocasionales y contratados, que representan el 70% de este recurso humano en la institución, fomentando un plan de formalización laboral docente, mediante la organización de concursos de méritos.

Se requiere garantizar la cualificación del docente, mediante estímulos que le permitan acceder a los distintos posgrados que ofrece la institución y los que se adelantan mediante convenios, tanto en Colombia, como en el exterior. Se deben fomentar las pasantías y los intercambios con otras universidades y estimular el mayor número de semilleros de investigación. En la medida en que se logre organizar internamente la institución, evitando la inestabilidad reinante y liberando recursos para ello, debe ser una exigencia a las distintas facultades, crear los equipos necesarios para cumplir con los requisitos que se exige para la acreditación de los 14 programas que aún no han sido acreditados”.

Destrozos causados por los vándalos dentro de la Universidad.

¿Qué soluciones propone para erradicar los grupos que desestabilizan la academia en la Universidad del Atlántico?

- Álvaro Lastra Jiménez. A los estudiantes y profesores jugarles limpio, con honestidad y seriedad. Y generar una cultura interna de respeto al Estado de Derecho. La Universidad es un bien público, y los bienes públicos son parte del bien común. El bien común es el criterio fundamental y se respeta, ojalá más con la fuerza de la razón que con la razón de la fuerza. 

Además, sabemos que los subsidios que el Estado aplica a la Educación no desestimulan la economía del país ni nos convierte en Estado asistencialista, sino que es una inversión que el Estado recupera en 30 ó 40 años, con un país más educado y más rico. Gestionaremos iniciativas para mejorar el financiamiento estable de las universidades públicas, y otras igualmente ambiciosas para fortalecer el bienestar universitario”.

- Alberto Moreno Rossi. Debemos reconocer que el término “universidad” proviene del latin universitas, el cual significa “el conjunto de todas las cosas”. Esto implica pluralidad de razas, religiones, clases, ideologías, costumbres, etc. Lo importante es crear la cultura del respeto hacia los demás. No querer imponer el pensamiento de alguien, sino discutir sanamente con los demás. Evitar la violencia a través del diálogo. Si somos realistas y estamos trabajando con los problemas sociales del entorno y les estamos encontrando soluciones, no veo razón para desestabilizar a la universidad”.

- Marcela Cuéllar Sánchez. Respeto, tolerancia, reconocimiento, diálogo y concertación, En la Universidad existen muchas razones que nos unen como comunidad, reconocernos desde esos espacios que es el punto de partida. Nuestra Universidad es la herramienta para la transformación social, es un espacio abierto, dinámico, plural, propositivo y vehemente, que garantiza la educación con calidad, la reflexión y el sentido crítico, el respeto, la igualdad y sobretodo, el lugar para que los jóvenes construyan y puedan cumplir sus sueños”. 

- Carmiña Vargas Zapata. Los conflictos se evitan con equidad, donde no hay equidad, hay conflictos, por eso el país ha estado en conflicto desde hace mucho tiempo, porque las distancias entre pobres y ricos son astronómicas. De igual manera en una universidad como organización educativa debe existir equidad para todo el gremio o comunidad educativa y conciliación con todos los grupos. La mejor manera de solucionar un problema es charlando con quien quiere formar un problema. 

Tan solo mire usted lo que está sucediendo a nivel nacional, donde el Presidente no ha querido charlar con la comunidad del paro nacional y los conflictos no paran, lo mejor es llegar a acuerdos que beneficien a la academia, lo que no se puede aceptar es algo que vaya en contra de lo pedagógico, de la academia y de la calidad educativa. Si todos procuramos la mejora continua, de seguro los problemas disminuyen, porque siempre habrá problemas, pero los problemas los crea el hombre y es el mismo hombre quien está llamado a solucionarlos. Como decía un indígena de la Sierra Nevada, que los dolores de parto son dolorosos y que la tierra en estos momentos está en un proceso de parto y muchos no resisten esos dolores y mueren, pero si logra parir tendremos, un ser nuevo, un ser más humano, más dado al otro, más íntegro, y cooperativo, donde se logre construir una Universidad Humanista”. 

- Danilo Hernández Rodríguez. El cuarto eje de mi propuesta rectoral, que se denomina ParticipACCIÓN, que buscar promover el diálogo y las acciones incidentes, concurrentes o atípicas de la comunidad académica, se propone precisamente como un conjunto de mecanismos para la acción participativa de los actores universitarios, haciendo uso de herramientas que resalten la visibilización  de ideologías y el reconocimiento del ser en entornos diversos, entre otras finalidades fundamentales para la construcción de ciudadanía desde el interior universitario hace un contexto de País. 

En ese sentido, con el propósito de lograr una buena gobernanza, establecer una comunicación con los estamentos, más allá de una erradicación de los grupos que desestabilizan en ocasiones la academia, lo que surge es la posibilidad real y acertada del diálogo y la comunicación efectiva, y para ello, es esencial recoger sus expectativas, consolidar equipos y trabajar juntos por la transformación de la Universidad. Ese trabajo colaborativo, en equipo, evitará que se presenten situaciones inconciliables y deberá hacer las veces de gran escudo que blinde a la universidad frente a los intentos de desestabilización”.

- Astelio Silvera Sarmiento. La Universidad por naturaleza es un ecosistema en donde conviven un sinnúmero de entidades, unidades, movimientos y realidades, más allá de erradicarlos lo que necesitamos es definir de manera clara los mecanismos en que estos pueden entrar y participar del destino de la universidad. Un investigador que le tiene miedo a las ideas no es precisamente un perfil muy coherente con la realidad actual de la universidad y el país. Yo también fui es estudiantes y viví esas necesidades y aspiraciones, y todo eso se puede canalizar en mecanismos de bienestar universitario (grupos, etnias, agremiaciones, asociaciones, colectivos, minorías), espacios democrático ara canalizar las ideas y necesidades. 

Un rector que le tiene miedo a convivir con estos grupos de estudiantes y de incidencia (interna e interna) no puede gestionar un liderazgo en la institución. Además, una organización que forma para ideas de cambio y transformación, pero que reprime y copta las ideas, contradice su naturaleza. El sentido de la paz es un sentido Universal. Lo que en verdad se necesita hacer el generar en la comunidad una conciencia que permita hacerlos participar y aportar. Cuando estos grupos se ubican en un contexto académico, investigativo, y de alta calidad, los argumentos cambian, los desórdenes y desmanes se convierten en espacios de participación activa y los disturbios se convierten en escenarios educativos y manifestaciones de ideas y propuestas”.

- Alfredo Palencia Molina. “El desarrollo humano integral, que es la consigna que debe adelantar la universidad en todo momento para garantizar la convivencia, debe ser el mecanismo que disminuya los niveles de violencia al interior de la universidad. En la medida que se adelante una gestión transparente, acorde con lo previsto en el Plan de Desarrollo Institucional y se acabe con los micropoderes y prebendas que otorgan las administraciones para sostenerse en el poder, de seguro disminuirán los disturbios. 

La universidad  pública es la conciencia crítica de una sociedad y es aceptable que allí converjan diferentes posiciones e intereses, por ello, en el concepto de la autonomía se debe respetar el derecho a la protesta, sin que se genere vandalismo y se puedan aplicar los estatutos de manera oportuna e imparcial”.

 

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