La Isla Pechuga crece sin control en la margen oriental del Puerto de Barranquilla, en la ribera de Palermo.
La Isla Pechuga crece sin control en la margen oriental del Puerto de Barranquilla, en la ribera de Palermo.
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José Granados Fernández

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La Isla Pechuga se crece y ocasiona más sedimentación en la margen oriental

Piden a Cormagdalena un estudio sobre su formación para saber qué tanto afectará la navegabilidad.

Por José Granados Fernández
Twitter @JoseGranadosF


El relato bíblico dice que el profeta Moisés y los israelíes atravesaron caminando el Mar Rojo cuando sus aguas se separaron para que escaparan de los egipcios y se dirigieran a Canaán. En nuestra época moderna, en hechos reales, Pedro y José caminaron sobre las aguas del río Magdalena, no por un mandato divino, sino para poner a salvo la lancha donde navegaban, la cual encalló debajo del viejo y el nuevo puente Pumarejo.

El incidente sucedió el pasado viernes al mediodía, casi a la misma hora en la que el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, anunciaba en Barranquilla un nuevo y multimillonario dragado de emergencia, contratado a las carreras, por un taponamiento en Bocas de Ceniza que amenazaba con paralizar el puerto local.

Sobre lo sucedido, el ingeniero y dragador Pedro González, quien estaba acompañado por el motorista de lanchas José Ariza, explicó que cuando realizaban labores de monitoreo y batimetrías en la margen oriental del río Magdalena, contigua al corregimiento de Palermo, quedaron “encallados en un área sedimentada donde las profundidades son mínimas, de unos 40 o 30 centímetros”.


Una fotografía del navegante José Ariza con el agua del río que apenas le llegaba a los tobillos muestra que la sedimentación está asociada con el crecimiento de la naciente Isla Pechuga, la cual, debido a la época de verano, comienza a emerger en una extensa área de la margen oriental como efecto del menor caudal que registra el Magdalena en este momento: en noviembre era de 12.000 metros cúbicos por segundo, hoy es de 7.800, informó la Capitanía del Puerto.

Imágenes del equipo de drones de Emisora Atlántico y Zona Cero.com dejaron ver, durante un sobrevuelo realizado el sábado, que, en efecto, la Isla Pechuga ha crecido tanto que la corriente del río en la margen oriental está casi paralizada. En esa misma ribera, aguas arriba de los puentes Pumarejo, hay más islotes en crecimiento.

José Ariza, motorista, camina sobre las aguas del río Magdalena.

Aunque la Isla Pechuga está distante del canal navegable, lo que ha hecho sonar las alarmas del sector portuario es que su crecimiento y consolidación, como prolongación del fenómeno erosivo y de desintegración de la Isla Rondón o Pensilvania, puede acelerar la sedimentación de las zonas de giro Barrio Abajo y Paraíso, que nunca han sido dragadas, pese a que son vitales para que los barcos que arriban o zarpan de Portmagdalena, la Sociedad Puerto de Barranquilla o del Puerto de Palermo, entre otros, lo hagan de manera segura y sin restricciones.

En concepto de González, lo que sucede en esa extensa área refleja que por años Cormagdalena, dentro de los 22 kilómetros del Puerto de Barranquilla, se ha concentrado en “dragar la zanja”, es decir el canal, pero ha desatendido otras obras que necesita el puerto, así como el mantenimiento de diferentes zonas para evitar procesos sedimentarios como el que crece cerca al Pumarejo.

Lucas Ariza, director ejecutivo de Asoportuaria, considera que Cormagdalena no debe aplazar más los estudios y los análisis sobre la formación de la Isla Pechuga, pues es necesario conocer qué efectos puede causar en la navegabilidad.


Igual llamado sobre el islote hizo Ricardo Román, presidente de la junta directiva de Asoportuaria y gerente del Puerto de Palermo, quien recordó también que, por años, ha faltado dragar la zona de giro Barrio Abajo.


El capitán del Puerto, Jesús Zambrano, informó que, por la aparición de la Isla Pechuga, Cormagdalena, en atención a recomendaciones que hizo la Dirección General Marítima, Dimar, estaría considerando dragar las dos zonas de giro. El oficial recordó que es necesario que esas áreas estén libres de sedimentos para que haya una navegación segura, sin restricciones ni limitaciones.


Además de saber qué debe pasar con el islote en formación, de dragar las zonas de giro y de analizar si es necesario detener la desintegración de la Isla Rondón, a fin de recuperar los dos caudales que su formación romboidal producía hacia la margen oriental del departamento del Magdalena y la occidental del departamento del Atlántico, Lucas Ariza anunció que Asoportuaria, con apoyo de Cormagdalena y la Dimar, iniciará un proceso para “actualizar el canal navegable, a fin de tener una navegación segura que favorezca la competitividad del Puerto de Barranquilla”.


Aunque la navegabilidad en el Puerto de Barranquilla ya afrontó su primera gran emergencia en apenas dos semanas del nuevo año, el sector portuario espera que 2023 sea diferente a lo que han venido padeciendo. Por lo pronto les llamó la atención que el director encargado de Cormagdalena, coronel (r) Germán Puentes Aguilar, les presentó un plan de trabajo con compromisos y metas concretas, diferente a lo que hacía la pasada administración, que hablaba y gastaba mucho, pero el puerto estaba en permanente crisis.

El dolor de cabeza portuario por el crecimiento de la Isla Pechuga apenas comienza.

Otras áreas sedimentadas en la ribera oriental antes de los puentes Pumarejo.

 

 

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