Un adolescente estuvo a punto de recrear la historia de Romeo y Julieta en Santa Marta, con significativas diferencias: no habían familias en disputa y no se quitó la vida.

El pasado 10 de agosto, el menor, de 14 años, salió de su casa, ubicada en el barrio La Ciudadela 29 de Julio, con varias mudas de ropa y dejando en su cuarto una carta de despedida a sus familiares.

En ella se lee la resignación y hasta la determinación de un menor de edad por quitarse la vida.

Fidel Mozo, el progenitor de Juan, dio aviso a los medios de la desaparición del joven, lo cual permitió que en las siguientes horas fuese hallado.

"Mi hijo estuvo a punto de quitarse la vida. Él y la novia iban a provocarse una sobredosis", dijo el padre en diálogo con Seguimiento.co.

La tragedia fue detenida sólo en parte. La novia de Juan sí se tragó una docena de pastillas medicadas para su depresión y ahora se encuentra en un centro médico, recibiendo la atención respectiva.

En cuanto a las razones o las banderas rojas que quizás hubo, Fidel Mozo comentó a Seguimiento.co que "hice caso omiso a esas alertas. Los profesores de su colegio me mostraron dibujos de él mismo haciéndose daño. Mi hijo dejó de ser el mismo, vestía diferente. Eso para mí son cosas de oscurantismo, a los que se metió siguiendo a su novia. A ella no la culpo".

Aunque Mozo recuerda cómo era la educación antes para su generación, hace un llamado para tratar a sus hijos, a la llamada 'generación de cristal', "con mucho amor, pero sin dejar de estar alerta, cuando tus hijos cambien de amistades o su forma de comportarse".

También agradeció a la comunidad que ayudó a reencontrarse con su hijo, al que encontró con pastillas en sus bolsillos y por quien ahora aboga para restablecer sus derechos y bienestar mental.

"El desenlace hubiese sido otro sin su ayuda. Gracias", puntualizó.