Un grupo de la comunidad indígena embera katío que permanece hace varias semanas asentada en el parque Nacional de Bogotá, atacaron con palos a funcionarios de la administración distrital, del ICBF, la Unidad de Víctimas y el Ministerio del Interior, que llegaron a allí a realizar un estudio de esa población con vista en diligenciar el regreso a sus territorios ancestrales.

Con semejante agresión los indígenas impidieron el trabajo de por lo menos 200 funcionarios encargados de la misión de caracterizar a esta población, pues sus vidas corrieron peligro.

“El Distrito Capital tuvo toda la disposición para desarrollar la identificación, varios funcionarios desde muy temprano estuvieron e ingresaron al Parque Nacional para tomar la información de la comunidad embera aquí asentada. Lastimosamente, algunos líderes orientaron y decidieron que no se adelantará este ejercicio y los funcionarios frente a riesgos que se pudieran presentar a su integridad, decidieron retirarse”, afirmó Vladimir Rodríguez, alto consejero de Víctima, Paz y Reconciliación de la Alcaldía.

"Nosotros nos retiramos hablaremos con el Gobierno Nacional y, también, en el marco del cumplimiento de la orden del juez, este tipo de prácticas y de acciones como el impedimento de la identificación serán notificadas", manifestó el alto consej