“La sensación hoy para el pueblo bojayaseño y vigieño es agridulce porque aquí no celebramos, este es un momento prácticamente de tristeza”.

Así describió Yuber Palacios, representante del Comité de Víctimas de la Masacre de Bojayá, los emotivos momentos de la llegada de los restos de quienes fallecieron en el atroz atentado perpetrado por las FARC el 2 de mayo de 2002 en ese territorio chocoano.

“Es un momento de silencio y dolor. Aquí se vuelve a renovar ese dolor que ha estado ahí durante estos años. Por otro lado, mínimamente una esperanza, una luz para que el pueblo vigieño y bojayaseño inicie ese duelo que por mucho tiempo lo hemos estado esperando”, agregó.

No obstante, destacó que la población tendrá la oportunidad de despedir a sus seres queridos “como cultural y tradicionalmente estamos enseñados a hacerlo”.

“Creemos que hoy han llegado unos cuerpos plenamente identificados, hay otros que no lo están y otros que siguen en condición de desaparecidos. Pero la esperanza es lo último que se debe perder y hoy el pueblo bojayaseño apela a esa esperanza”, recalcó.

En este sentido reconoció el trabajo de las diferentes instituciones en las labores de exhumación, identificación e individualización de las víctimas.

Es de anotar que la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, “a través de su acompañamiento y verificación a la implementación del Acuerdo de Paz y consciente que la reparación a las víctimas está en el centro del Acuerdo y es parte fundamental de la construcción de paz en el país”, facilitó el traslado desde Medellín hacia Vigía del Fuerte de los restos óseos de las víctimas mortales de la masacre de Bojayá que ocurrió hace 17 años". 

“La Misión de Verificación realiza esta operación a petición del Gobierno colombiano a través de las instituciones competentes y del Comité de Víctimas con el fin de contribuir a la labor de la culminación del proceso de reparación colectiva que adelanta la comunidad de Bojayá”, comunicó la institución.

Los restos fueron recibidos con los tradicionales cantos de alabaos de las comunidades afrocolombianas del Chocó.

Por su parte, el Director de la Unidad para las Víctimas, Ramón Rodríguez, dijo que se trata de un momento histórico para la comunidad de Bojayá “porque va a tener la oportunidad de recibir a esos seres queridos que hace muchos años no sabían o desconocían su paradero”.

Así, recalcó, van a tener la oportunidad, con el apoyo de las Naciones Unidas, la Fiscalía General de la Nación y Medicina Legal, “de recibir a sus seres queridos y que en el marco de sus costumbres poderlos despedir”.

Los actos concluirán el próximo 18 de noviembre con el entierro final de los restos óseos, de acuerdo con las costumbres en este territorio chocoano.