En el aeropuerto Ernesto Cortissoz: ¿Obras de modernización de ‘corto vuelo’?
Usuarios siguen denunciando desgastes y daños prematuros.
Las tan promovidas obras de modernización del aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz parecen no tener un despegue definitivo, o por lo menos su real ‘autonomía’ es para ‘vuelos cortos’, con muchas escalas y pocos resultados.
Eso, al menos, es lo que se sigue observando en la ejecución de este proyecto contratado el 5 de mayo de 2015 e iniciado 10 días más tarde.
Pasajeros que regularmente utilizan la terminal reiteraron su preocupación por lo que sigue ocurriendo con estas obras, a cargo del Grupo Aeroportuario del Caribe S.A.S., integrado por las sociedades Valorcon S.A. (41,50%); Equipo Universal S.A. (41,50%) e Inversiones Milenium Azcipo S.A.S. (17,00%).
A los retrasos que se han presentado se siguen registrando desgastes prematuros en acabados, deterioros en otros casos y, lo más grave, parálisis en los trabajos, según lo manifestado por los propios usuarios que recientemente no observaron a personal operario en plena actividad.
Situación que ameritaría respuestas a la ciudadanía por parte del Grupo Aeroportuario del Caribe S.A.S., así como de la interventoría a cargo del Consorcio Interaeropuertos S.A.S., integrado por Inzett S.A.S. (Alberto Gómez Kasperson), GNG Ingenieria S.A.S. (Jorge Gómez Falla) y J. Felipe Ardila V & CIA S.A.S. (David Ardila Briceño).
Mismas respuestas las deberían dar la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), en calidad de concedente, así como la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, que parecerían estar alejados de lo que realmente viene ocurriendo con las obras.
No se justifica que 5 años después de iniciado el proyecto aún persistan situaciones que generan una grave preocupación entre los usuarios, quienes, al final, constituyen el verdadero fin de estas obras de infraestructura.
Lo más preocupante de todo, además de los retrasos y de los desgastes y deterioros prematuros que ya se observan, es el reconocimiento de la ANI al concesionario del tiempo perdido.
En este sentido vale la pena recordar las actas de declaratoria de Evento Eximente de Responsabilidad (EER), a favor del concesionario, solicitadas por este y aceptadas por la ANI.
Una de ellas corresponde a la suscrita el 17 de abril de 2019 y ampliada el 22 de enero de este año, por solicitud del concesionario “para la terminación de las obras del primer período de intervención”, argumentando los inconvenientes surgidos con la reubicación de la peluquería ‘L´MAGE Deluxe’.
Esta petición hecha por el concesionario fue plenamente acogida por la ANI asegurando que el hecho invocado “impactó en la ejecución de las obras del primer período de intervención en 10 meses después de la fecha planteada”. Además, las obras del segundo período de intervención “sin afectar las fechas del cronograma para las actuaciones que lo componen, configurando un Evento Eximente de Responsabilidad (en los términos y con los efectos previstos en el contrato de concesión)”.
Sin embargo, el hecho invocado para acudir a esta figura, indicaría una falta de planeación en el proyecto, en la que cabría una responsabilidad solidaria de la ANI, el concesionario y el propio interventor, por no advertir a tiempo la situación y avanzar el proyecto con acciones y omisiones.
En todo caso, la tan esperada modernización del Ernesto Cortissoz sigue avanzando con algo similar a las ‘estrellas negras’, mismas que los pilotos internacionales imponen a las terminales aéreas del mundo por fallas que ponen en riesgo la aeronavegación.
En este caso, falta mayor efectividad en los resultados, como si permanecieran en los hangares per saecula saeculorum.