Cronología fotográfica de la operación,
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Ejército Nacional

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El octavo aniversario del audaz ‘jaque’ de las Fuerzas Militares a las FARC

El operativo sigue siendo considerado como el más perfecto de la historia.

EL 2 de julio de 2008 lo colombianos celebraron el hecho de que 15 secuestrados habían recuperado la libertad, tras 6, 9 y hasta 10 años de permanecer en cautiverio en manos de las FARC.

La comunidad internacional también reaccionó frente al hecho, luego de conocer también la manera humillante como eran maltratados por parte de la organización guerrillera.

Sin embargo, los colombianos y el mundo entero quedaron sorprendidos cuando se conoció que no se trató de ninguna liberación ‘humanitaria y voluntaria’ de las FARC, sino de un rescate milimétricamente ejecutado por la inteligencia de las Fuerzas Militares.

La ‘Operación Jaque’, como se le denominó, fue producto de un riguroso y planificado análisis. El propósito, entrar en el corazón de las FARC y rescatar a los secuestrados, sin disparar un solo tiro.

Se le llamó 'Jaque' por la primera letra del mes de julio y en alusión al jaque del ajedrez, un nombre perfecto para esta operación ya que cada ficha debía moverse estratégica y cuidadosamente.

Según la Fuerza Aérea Colombiana, la operación de rescate de los secuestrados comenzó en el 2007, cuando se logró articular y analizar los resultados de diferentes operaciones que permitieron determinar con certeza y precisión la ubicación de un grupo de plagiados. A partir de la localización comenzaron a realizarse, durante mas de cinco meses, una serie de esfuerzos conjuntos en donde se pusieron a prueba las capacidades y potencialidades de cada una de las Fuerzas para realizar planes de búsqueda y operaciones por tierra, ríos y aire.

En el desarrollo y ejecución de la exitosa tarea, la Fuerza Aérea Colombiana tuvo una significativa participación. Fueron escogidos los hombres y Comandos Aéreos de Combate más capacitados para asumir tan importante reto.

“Por lo tanto, y gracias a los medios existentes, la Fuerza Aérea logró impulsar, desde su génesis, la operación con misiones típicas de la Fuerza enfocadas al transporte, inteligencia, interdicción, control del espacio aéreo y servicio de meteorología en tiempo real, así como, soportes logísticos de combustibles y comunicaciones en las áreas donde se llevaría a cabo la maniobra”, resaltó la institución.

La ‘Operación Jaque’ contempló dos fases, que contaron con el apoyo de importantes medios de la Fuerza Aérea. En la Primera Fase, la tarea fundamental de la Fuerza consistía en el control del espacio aéreo utilizando radares, que permitían visualizar los tráficos aéreos en el Centro de Comando y Control C3I2, obteniendo información de los eventos en tiempo real, la cual era transmitida al Comandante General de las FF.MM. y a sus asesores.

Los preparativos para la operación.

Así mismo, un avión FAC B-300 de inteligencia, con personal de Ejército a bordo, cumplió la misión de comando y control, y estaba preparado para hacer el esfuerzo principal en la Segunda Fase.

La meteorología fue un factor decisivo en la operación, por ello la Fuerza Aérea monitoreó y emitió boletines en los cuales se pronosticaba las condiciones meteorológicas y la fase lunar, información que jugaba un papel fundamental en la toma de decisiones.

En esta Primera Fase también se utilizó un avión Casa Nurtanio CN-235 en versión ambulancia, dedicado, preparado y equipado ante cualquier eventualidad, así como, un Fokker F-28 de transporte para la evacuación de los secuestrados, que cubrió la ruta Bogota – Apiay – San José del Guaviare y posteriormente Tolemaida, para terminar en Bogotá llevando a bordo a los rescatados, a los Altos Mandos Militares y al Ministro de Defensa Nacional.

En caso de cumplirse la Segunda Fase, más de 30 helicópteros y 15 aviones, con personal y equipos se encontraban en total alistamiento. Todo un trabajo conjunto para asegurar la Operación.

El resultado, una misión exitosa. “Somos el Ejército Nacional, están libres”, fueron las palabras que le devolvieron la vida a los secuestrados y de paso dieron un parte de victoria a Colombia.

A bordo de un helicóptero varios militares disfrazados burlaron a la guerrila y también lograron la captura de dos cabecillas de las FARC: Alexander Farfán (alias Gafas) y Gerardo Aguilar (alias César).

Para el Ejército Nacional se trató de una operación exitosa, perfecta, sin antecedentes en la historia del mundo por su audacia y efectividad.

“La ‘Operación Jaque’ fue calificada por la comunidad internacional como impecable, sin antecedentes en la historia, única en su clase. Como producto del talante y el esfuerzo humano hay que reconocer que, en medio del éxito rotundo, hubo errores, entre los que quisiera mencionar el más significativo de ellos: el ego. Nuestro ego pudo más que el sentido de la prudencia y la seguridad. Cada quien fue dando a conocer fragmentos de la operación que resaltaban su participación. Fueron tantos los medios de comunicación del mundo y nacionales que entrevistaron por horas a quienes se identificaron como protagonistas, que al final se dieron a conocer aspectos que a mi juicio hubieran brindado más beneficio a la tranquilidad de la sociedad colombiana de haber permanecido en secreto. Y, con ello, se perdió una ventana de oportunidad operacional contra el terrorismo. No obstante lo anterior, la calidad humana de nuestros hombres y su profesionalismo, nos permiten aseverar que habrá nuevas ideas, nuevas acciones, nuevos héroes, en unas Fuerzas Militares y un Ejército glorioso que da lo mejor de si por la paz, la felicidad y la prosperidad con responsabilidad social de los compatriotas”, comenzó el entonces Comandante de las Fuerzas Militares, General Freddy Padilla De León.

Junto con Padilla De León, la cúpula estaba integrada por el General Mario Montoya (Ejército Nacional), General Oscar Naranjo (Policía Nacional), General Jorge Ballestero (Fuerza Aérea), Almirante Guillermo Barrera (Armada Nacional), Almirante David René Moreno (Estado Mayor Conjunto), teniendo como Ministro de Defensa a Juan Manuel Santos Calderón.

Los secuestrados, de vuelta a la libertad.

Como consecuencia del ingenioso engaño a las FARC fueron rescatados: el Sargento Mayor José Ricardo Marulanda Valencia, Sargento Viceprimero Miguel Arteaga y Sargento Viceprimero William Humberto Pérez Medina, secuestrados el tres de marzo de 1998 en El Billar (Caquetá); Mayor Juan Carlos Bermeo Cobaleda, Sargento Primero Erasmo Romero Rodríguez y Sargento Viceprimero Amaón Flórez Pantoja, secuestrados el tres de agosto de 1998 en Miraflores (Guaviare); y el capitán Raimundo Malagón, secuestrado el cuatro de agosto de 1998, en La Uribe (Meta).

Junto a ellos recuperaron su libertad: Sargento Viceprimero de la Policía Julio César Buitrago Cuesta, secuestrado el tres de agosto de 1998 en Miraflores (Guaviare); Intendente de la Policía Armando Castellanos Gaona, secuestrado en 1999 en La Arada (Tolima); Mayor de la Policía Vianey Javier Rodríguez Porras, secuestrado el primero de noviembre de 1998 en Mitú (Vaupés) y Sargento Viceprimero de la Policía John Jairo Durán Tuay, secuestrado el tres de agosto de 1998.

Del mismo modo, los estadounidenses Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, secuestrados por las Farc el 13 de febrero de 2003 cuando la avioneta en que viajaban se accidentó en Caquetá.

También la colombo-francesa Íngrid Betancourt, secuestrada el 23 de febrero de 2002, en Montañitas (Caquetá).

Hoy, al cumplirse el octavo aniversario del heroíco hecho, el Comandante del Ejército, General Alberto Mejía considera que la “la ‘Operación Jaque’, es sinónimo de libertad. Han sido y serán los soldados de Colombia símbolo de audacia y efectividad operacional”.

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