La situación que viven los 18 marineros provenientes de la India está lejos de ser resuelta por cuenta de una desafortunada coincidencia que los dejó en un limbo, sin posibilidad de moverse del punto en el que se encuentran, a tres millas náuticas de Barranquilla, y a más de 15 mil kilómetros de sus hogares. 

Cuando la tripulación llegó al puerto de Barranquilla el pasado 28 de octubre a bordo del Buque Agatis, ya venían con un fallo técnico en la maquinaria de la nave que les dificultaba su navegación, problema que esperaban resolver por instrucciones del propietario del buque y del agente marítimo designado en Colombia, la empresa Bulk Maritime Agencies SAS. 

Sin embargo, tras permanecer tres días en el muelle de Monómeros Colombo Venezolanos, la tripulación recibió una inesperada noticia: la compañía propietaria del Agatis se declaró en bancarrota. 

La embarcación fue obligada a desplazarse a tres millas náuticas del puerto de Barranquilla, a la espera de las instrucciones de su armador (término para referirse al propietario del buque), pero estas indicaciones no llegan desde hace casi tres meses, pues la compañía abandonó a los 17 marineros y al capitán a su suerte, con más de 5 meses de paga pendientes. 

Tras la tutela que interpuso el abogado Martín Cabeza, asesor jurídico de la Federación Internacional del Sector Transporte, que vela por los intereses de los marineros, un juez ordenó la repatriación de los 18 marinos, pero desde la bandera de origen del buque, es decir, desde Panamá, y no desde Barranquilla. 

Aquí es donde el nudo de este enredo jurídico se complica, pues las autoridades marítimas panameñas no están dispuestas a que la tripulación se arriesgue en altamar con su maquinaria defectuosa, por lo que informó al abogado defensor de la embarcación que no los podrá recibir hasta tanto reparen el buque, reparación que solamente podría asumir el armador o el agente marítimo.

La solución más sencilla, que implicaría permitir el ingreso del buque a puerto en Barranquilla mientras que se lleva a cabo la repatriación tampoco es viable por el momento, pues, por un lado, la tutela que falló a favor de los marinos no habla de una repatriación en Colombia, sino directamente en Panamá y, por el otro, la Capitanía de Puerto considera que la nave sí está en condiciones de zarpar. 

"El buque se encuentra en condiciones óptimas y las restricciones (que tiene el buque) son para navegar en aguas restringidas como las del puerto de Barranquilla, por lo que técnicamente se encuentra habilitado para ese fin (de viajar a Panamá)", señaló esta mañana el capitán de navío Armando De Lisa. 

Entretanto, a los marineros no les queda más por el momento que esperar que la apelación a la tutela sea resuelta por el Tribunal Superior, el cual a la fecha ni siquiera ha recibido en su despacho la notificación para designar a un magistrado que le dé una solución a los marinos extranjeros. 

Por cuentas del abogado Martín Cabeza, a los tripulantes de la India les tocará seguir al menos un mes más en condiciones de abandono, con poca comida y sin suministros, esperando en un buque que, en condiciones normales, sería su medio de transporte pero que - teniendo en cuenta la realidad que están viviendo- no es más que un improvisada cárcel en medio de la nada.