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La quemadura que sufrió María Elizabeth en su mentón.
La quemadura que sufrió María Elizabeth en su mentón.
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Jairo Cassiani

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El drama de María Elizabeth: Del infierno familiar al calvario en Salud Total

Su pareja le prendió fuego con gasolina, en octubre de 2017 y ahora está padeciendo la negligencia de esa EPS, que le 'baila el indio' con los medicamentos y la atención.

María Elizabeth De Ossa Posada es una madre de tres hijos que vive un calvario familiar y de salud desde hace dos años, cuando su expareja le prendió fuego con gasolina, en Riohacha, La Guajira. 

Las cicatrices por sus quemaduras siguen en carne viva, en su cuerpo y en su alma, al igual que su dolor por ese dramático momento, aquel viernes 6 de octubre de 2017. 

La mujer, quien se encuentra en un refugio en Barranquilla, visitó las instalaciones de Zona Cero y nos contó su historia. Reveló detalles de la brutal agresión y de lo que vive actualmente, otro calvario por culpa de la negligencia del sistema de salud.

María Elizabeth habló en exclusiva de cómo pasó del infierno familiar al infierno en Salud Total. 

¿Cuándo inició el descenso a este infierno?

El muchacho con el que yo convivía, Jorge Luis Díaz Pimienta, se había quedado sin trabajo un día antes. Un primo le facilitó el vehículo para que se rebuscara.

Ese día lavé ropa y a las 12 del mediodía, nos acostamos todos a dormir con los niños. Después el se fue en el vehículo y luego regresó con una botella de gaseosa, que tenía gasolina y la colocó en la cocina. Yo la cogí y la escondí porque me daba miedo que los niños lo cogieran para jugar. 

Se fue de nuevo y regresó a las 8 y media de la noche. Me dijo que le diera de comer a los niños y después me dice que fuera recoger la ropa donde la abuela porque iba a llover, yo le dije que ahorita. 

En ese momento sentí la necesidad de leer la Biblia y él me empezó a apurar. Me leí unos capítulos y después fui y recogí la ropa. 

Cuando volví, me dijo que cambiara a los niños para que se fueran a dormir. Los niños me dijeron que no tenían sueño, entonces me puse a doblar la ropa, para levantarme más tarde el sábado.

Él me volvió a decir que cambiara a los niños, ellos vinieron a donde estaba yo. Después llegó él y se sentó. Le pidió a los niños que se corrieran. 

Él me miraba fijamente y yo no le presté atención. No sospeché nada. Volví y me senté a seguir doblando ropa, los niños volvieron y le dijo al de 6 años que se fuera. Cuando él se paró, me abrazó, me dio un beso en la frente y las palabras que él me dijo fue "perdóname". 

De ahí cogió para la cocina, yo estaba de espalda y sentí que él echó (gasolina) y prendió (fuego). Eso fue rápido. Cuando yo me vi encendida, yo grité. 

¿Estaban en el cuarto?

Estábamos en la puerta del cuarto. Entonces yo lo que hice fue gritar cuando me vi encendida, el niño de 6 años se llevó a su hermanita porque ella se llenó de gasolina. Yo sentía como que algo que me guiaba y me decía "para el cuarto no cojas porque vas a quemar a tus hijos". 

Yo siento que fue el mismo Dios quien estaba conmigo. Yo me tiré a la alberca y yo me hundí. Yo me acuerdo que lloraba y decía "señor (Dios), yo no me quiero morir, ayúdame, no permitas que yo me muera". 

En ese instante él corrió a la alberca a auxiliarme y me decía "mamá perdóname", yo le respondía que no le iba a dar la mano y yo misma salí como pude de la alberca. Él salió corriendo para la cocina y me miraba con esa mirada de terror. Yo le decía que me diera las llaves de la puerta. Al no darme las llaves, yo me puse a gritar detrás de la reja. Un muchacho de al frente se paró y corrió para allá. Yo no corría para el cuarto para que mis hijos no me vieran. 

Pero ya tu hijo de 6 había visto la agresión de su papá hacia ti...

Si. El niño había visto todo y estaba en un rincón donde se había puesto con su hermanita, con miedo. 

Entonces, él (Jorge Luis), se quemó la mano derecha. No sé como. Después de eso, cuando el vio que yo abrí la reja, llegaron unos familiares de él y preguntaron qué paso, al ver que yo estaba gritando. Yo les dije que Jorge me había quemado y él les dijo que yo me había quemado sola. Yo le respondí y le dije "tú me quemaste, pídele perdón a Dios". 

Yo me desplomé, me montaron en un taxi. Me llevaron al Hospital Las Misericordias de Riohacha y a él lo llevaron a la clínica de Salud Total. 

Cuando llegué al hospital, me colocaron en un cuarto en donde entraban todos los pacientes que llegaban con otros síntomas de enfermedades. 

¿Qué tipo de atención te dieron en el Hospital?

A mí lo que me pusieron fue un suero porque ellos me dijeron a mí y a la familia de él, que en el hospital no había recursos para atender pacientes con quemaduras. 

Como a las 10 de la noche llegó mi mamá y enseguida le dije "que me iba a morir, ya yo no aguanto más". 

Al otro día ya me piel hedía un olor fétido. Yo duré cuatro días en ese hospital, mi mamá luchando por un traslado para Barranquilla y estuvimos esperando una ambulancia de buenas condiciones, pero me mandaron en una misma que tenía ese hospital, sin las condiciones adecuadas. 

Me mandaron sin ponerme oxígeno, apenas con una bolsa de suero. 

¿Con quién venías en la ambulancia?

Con mi mamá, una doctora y una enfermera. Me acuerdo que ese día (10 de octubre de 2017), venían recochando y comiendo manzana. Yo les decía que me sentía mal, pero no me prestaban atención.

¿A qué hora llegaste a Barranquilla?

Eran como las 6 de la tarde. Me acuerdo que llegué y los médicos (de la Reina Catalina) preguntaron "¿Por qué la mandaron así? ¿Solo le pusieron un suero". Me acuerdo que la enfermera me aplicó una crema sulfaplata, el cuerpo me ardía y yo me revolcaba del dolor, y ahí no supe más nada porque me pasaron para UCI, yo no respondía y estaba entubada. 

Cuando estaba en UCI, yo si escuchaba porque cuando las personas están en coma, escuchan todo. 

¿Qué escuchabas?

Yo escuchaba cuando el médico le decía a mi mamá que yo me iba a morir, que yo no tenía esperanza de vida. Y yo en ese sueño lloraba y le decía a Dios "yo no me quiero morir y tú y yo sabemos que yo no me voy a mirar".

También escuchaba a los enfermeros que decían "ella no pasa de esta". Me daban seis días después de 2 meses para yo morirme. 

Yo me acuerdo que en esos seis días una enfermera me dijo "María, llegó tu mamá". Yo le dije a mi mamá que le tenía una sorpresa y le levanté mis brazos, ella estaba alegre y el mismo médico que me decía que iba a morir, expresó que "esto era un milagro". 

Se tragó sus palabras...

Si. Un milagro. Mi papá le decía que era Dios. Después de eso volví a sorprenderlos cuando empecé a comer sola y mi mamá a través de los vidrios, oraba y le daba gracias a Dios. 

¿Cómo fueron los días posteriores?

Me pasaron para sala de quemados. Fue doloroso porque día a día me bañaban en una tía, donde es algo impresionante que no tiene explicación. Es un dolor que tu no sabes como explicarlo.

Me dolía porque no me podían droga en ese instante, sino después de que me bañaban, me tocaba aguantar esos dolores y ver como tu piel se te sale envuelta en unas gasas y sangre y materia, eso es algo que duele demasiado. No tiene explicación. 

¿Cuál bacteria?

Después cogí una bacteria (la pseudomona), que me estaba cogiendo la piel y no me dejaba avanzar. 

Entonces poco a poco me fueron bañando. El médico me decía que era posible que esas heridas se demoraban para sanar. Yo le escribía a mi mamá y le decía "mami, ya yo no aguanto más". Yo sentía que mi vida no tenía sentido.

Estaba en el sexto piso (Clínica Reina Catalina) y yo veía la ventana, y pensé en tirarme, pero si Dios me dio esta oportunidad, yo no puedo atentar contra mi vida. 

¿Con quién se quedaron tus hijos?

Con la familia de él porque él estuvo hospitalizado en Barranquilla, en la Reina Catalina. 

En la misma clínica en donde estabas...

Si. Allá fue un señor de la Policía a tomarme los datos y yo sentía tanto miedo por mis hijos, porque pensaba de que él le podía hacer lo mismo que me hizo a mí a ellos. 

¿Intentó establecer contacto contigo en la clínica?

No. Me veía una tía de él. Yo sentía la mirada de ella hacia mí y es algo que tu temes por tus hijos. Cuando uno es madre a uno le interesan la vida de sus hijos. Yo lo que hacía, era respirar y llorar. 

A él le dieron de alta y le tocó quedarse en Barranquilla donde una tía. 

¿Cuánto tiempo te quedaste en la Reina Catalina?

Me quedé 7 meses y después 2 meses en la clínica Atenas, por el incendio en la clínica Reina Catalina. 

Él si fue una vez a la Reina Catalina, me avisaron que había llegado mi esposo y sentí unas ganas de salir porque era para preguntarle porque tenía rabia. Él me escribió en el cuaderno, pero mi mamá rompió el papel. 

En Atenas me hicieron injertos, fue evolucionando muy bien y después me dieron de alta, el 2 de junio de 2018. 

¿Qué hiciste en ese momento?

Me acuerdo que, cuando estaba en Atenas, puse la denuncia en la Fiscalía y mi sicólogo me dijo que los niños estaban en riesgo. Mi terror era que mi niño de 6 años me pedía que no hablara hasta que estuviera conmigo. Él sentía miedo. Yo le dije que ya lo iban a ir a buscar. 

El Bienestar Familiar le entregó los niños a mi mamá. 

Cuando tu colocas la denuncia, en la Fiscalía qué te dijeron. ¿Nunca hubo una captura?

Yo siento que se demoraron para hacerle captura porque él estaba donde su abuela. 

Pero no se demoraron, no lo capturaron...

No lo han capturado. Mi mamá dice que cuando ella fue por los niños, ella se los trajo y ya él (Jorge Luis) estaba allá. Ese mismo día, se fue de ahí, es decir, le dieron tiempo para huir. 

Cuando ya los niños estaban conmigo, él me llamaba y yo le recibía la llamada saber por qué me había quemado. Yo recuerdo que él me decía que tenía la mano como una 'morrocoya' y yo decía "ahora que se queda de mí, me cambiaste la vida". Me dijo "yo te hice mucho daño y perdóname. El hombre que te vaya a querer, te tiene que querer como está". Esas fueron sus últimas palabras. Desde ahí, no supe más nada de él.

¿Quién te ayudó en Barranquilla?

La Comisaría de familia y la Oficina de la Mujer. 

 

Salud Total, el protagonista de la segunda parte del calvario...

Con Salud Total, en el hogar (refugio) al principio, me mandaban los médicos y las fisioterapeutas, todo era perfecto. A la medida que pasó el tiempo y al ver ellos que ya yo no saturaba líquido (en las heridas), dijeron que ya yo no necesitaba enfermera o curaciones.

Le tocaba a mi mamá limpiarme, inclusive, yo en las áreas donde podía hacerlo. Entonces, desde allí, fallaron los médicos y me decían que ya yo no necesitaba los médicos. Todo ha sido una pelea, tengo que estar buscando ayuda en la Oficina de la Mujer. 

¿Cada cuánto te tiene que ver el médico y cuántas veces ha faltado?

El médico tiene que ir todos los meses, pero entonces lo mandan cuando yo solicito que lo envían. La primera vez se demoraron cuatro meses, después tres y dos. Sin mentirte, se me acababan las cremas, me mandaban cinco 'cremitas' de sufaplata y es tan triste que yo tengo que coger el dedo para sacar lo poquito que queda. 

¿Cuántos días te dura una crema?

Yo me echo 6 tubos de crema en un día porque me tengo que echar en las piernas, los brazos, la cara y con esa misma crema me tengo que hacer masajes, para que mi piel no se encoja porque a veces me hace circulación y me duela, y pareciera como si no les importara. 

Te gastas 6 tubos diarios y ellos (Salud Total) solo te manda 5 mensual...

Cinco y me dicen que dentro de un mes van a volver, y a veces me toca estar pidiendo para que me las traigan. 

Muchas veces perdí las citas porque yo no puedo salir sola y ellos (Salud Total) se pegan de eso. Pero, cómo no las voy a dejar perder si yo no puedo salir con el sol. 

¿Qué pasa con tu cuerpo cuando se te acaba la crema?

Me duele, pero me soporto esos dolores que me dan retracción para yo poder caminar. Al no echarme crema, cuando me echo agua me arde. Eso es un dolor horrible, pareciera que yo no tuviera vida porque es que me duele demasiado. El cirujano plástico me ha colaborado mucho, yo le pedí que me aumentara las cremas porque el médico no va. 

¿Cuándo fue la última vez que fue el médico de Salud Total?

El sábado. 

¿Cómo te atendió?

Me preguntó qué tenía y le respondí que tenía unas quemaduras en todo mi cuerpo. Le dije que me mandara un gel y no lo hizo. Me mandó 6 cremas y una sufaplata, que ya el cirujano me había suspendido. No me mandó gasa porque yo tengo que limpiarme, tampoco me mandó guantes, ¿Con qué me voy a echar esa crema sin guantes?.

Me mandó vitamina C y pastillas para la infección. Todo ha sido así como de a poquito.

¿Cómo están tus hijos, sobre todo el de 6 años?

Duró meses sin tener tratamiento sicológico. Primero estaban afiliados a Salud Total, pero esa EPS no los quiso más. Después los pasaron para Cajacopi, pero ahora mismo no tienen salud. 

Él niño de 6 años es un poco callado. Escucha esas cosas de que Salud Total me niega las cosas y es algo impresionante porque él me dice que no busque ayuda y deje que él crezca. 

Él me dice "mamá, ya yo sé lo que quiero ser cuando esté grande". Me dice que quiere ser Policía porque así le dan un arma "buscar a su papá y matarlo". Duele porque es un niño que debe vivir su infancia. Él necesita mucho de parte de los sicólogos y entre los mismos hermanitos se tiran y se dicen que el "papá es un asesino". 

¿Qué mensaje le quieres decir a las autoridades?

Yo le digo a las autoridades que se pongan en mi lugar y que yo en estos momentos le doy gracias a Dios por haberme dado otra oportunidad. Le digo que, como autoridad, hagan su trabajo y haya justicia. Así como fui yo hoy, así puede ser un familiar de ellos u otra mujer más. A nosotras las mujeres, víctimas de violencia, es para que ellos estén pendientes y de que esas alas que esa persona intentó cortar, nunca sean cortadas.
 

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