El objetivo es evitar el uso de la palma de cera durante el Domingo de Ramos.
El objetivo es evitar el uso de la palma de cera durante el Domingo de Ramos.
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C.R.A.

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El Domingo de Ramos, C.R.A. repartirá 5 mil plántulas a la feligresía

De especies ornamentales, así como árboles frutales y maderables.

Ante el inicio de la Semana Santa, entre el 2 y el 8 de abril, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico C.R.A., EPA Barranquilla Verde, y la Arquidiócesis de Barranquilla, se unieron para promover la campaña “Siembra vida”, invitando a reemplazar la Palma de Cera, tradicionalmente utilizada en la celebración religiosa del Domingo de Ramos.

Para evitar la utilización de esta especie, la Corporación, donará este Domingo 2 de abril, 5 mil plántulas de especie ornamental, así como árboles frutales y maderables a los feligreses en varios puntos del Atlántico, entre ellos, las Parroquias San Antonio de Padua de Sabanalarga, Nuestra Señora de la Candelaria de Malambo, San Benito Abad de Repelón, San Antonio de Padua de Soledad y la Catedral Metropolitana de Barranquilla, en esta última la entrega se hará en alianza con la autoridad ambiental de Barranquilla, transmitiendo juntos un mensaje de preservación de nuestros ecosistemas.

Sembrar vida en Semana Santa

“Llevamos varios años contándole a los atlanticenses acerca de los perjuicios que, para el ecosistema nacional, conlleva el uso de la Palma de Cera, hábitat del Loro Orejiamarillo una especie que se encuentra altamente amenazada, que depende de esta Palma para comer y anidar. Nuestro mensaje es que en esta Semana Santa se siembre vida, que no se afecte al medio ambiente y que le demos un respiro al planeta, llevando a los eventos religiosos una plántula que posteriormente podamos sembrar”, explicó el director de la C.R.A., Jesús León Insignares.

Operativos contra el tráfico de fauna y flora

Adicionalmente, con el apoyo de la Policía Nacional, el Centro de Reacción Inmediata Ambiental (CRIA) de la C.R.A., prepara una serie de operativos de control y vigilancia de tráfico de fauna y flora en el Departamento, para sensibilizar a la población atlanticense de abstenerse de participar en actividades de cacería, tráfico ilegal y consumo de especies amenazadas como la Iguana y la Hicotea.

El tráfico ilegal de especies silvestres es una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el país y constituye uno de los factores que mayor presión ejerce sobre la fauna y la flora, sin contar la destrucción y fragmentación de hábitats, contaminación y cacería, por lo cual muchas especies se encuentran en condición de amenaza o riesgo.

El porte, tráfico y comercialización de especies silvestres está tipificado como delito ambiental en el Código Penal donde se establecen penas de entre 48 y 108 meses de cárcel, así como multas de hasta de 35.000 salarios mínimos a quienes incurran en el delito de tráfico ilegal de animales silvestres (Artículo 328).

 

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