La captura de Laude José Fernández Arroyo, por las presuntas chuzadas realizadas a empresarios, integrantes de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (Acdac) y abogados, nuevamente pone de presente ‘la guerra sucia’ en la que incurren ciertas entidades, públicas o privadas, con el único propósito de causar desprestigio y favorecer sus oscuros intereses.

Fernández Arroyo, a quien la Fiscalía le imputará los delitos de concierto para delinquir agravado, interceptación ilícita de comunicaciones y violación de datos personales, también había sido capturado en octubre del año pasado por los mismo hecho, pero un Juez de Control de Garantías le revocó la medida por considerar que no existían pruebas contundentes para su detención.

De acuerdo con las investigaciones, el objetivo de estas ‘chuzadas’ era conocer de primera mano los planes y estrategias de la organización durante el paro de Avianca.

Al hoy capturado, quien se desempeñó como Director de Inteligencia y Jefe de Contrainteligencia del DAS, también se le relaciona con posibles nexos con el exsuperintendente de Industria y Comercio (SIC), Pablo Felipe Robledo, que habrían estado dirigidos a presuntas interceptaciones ilegales a empresas como Argos, Tecnoquímicas y Tecnoglass.

Estas ‘chuzadas’ a las grandes empresas estarían dirigidas desde la Superintendencia con el aparente propósito de recaudar información privada, con fines sospechosos, configurando así una clara violación a los datos personales y empresariales.

Adicionalmente, Laude Fernández Arroyo tuvo vínculos con la SIC a cargo de Pablo Felipe Robledo, a través de la sociedad Berkeley Research Group LLC (BRG), en la que fungía como Director General, con la cual participó en el IV Congreso Internacional de Protección de Datos Personales y XIV Encuentro Iberoamericano de Protección de Datos, realizado en el Hotel Zuana de Santa Marta los días 9 y 10 de junio de 2016.

Laude Fernández Arroyo deberá enfrentar los cargos que le imputará la Fiscalía.