La anterior tripulación del Agatis sufrió la misma situación durante 3 meses, a comienzos de 2015.
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Dueño del buque Agatis resultó ser ‘un avión’ con su tripulación

La crisis humanitaria que viven 18 marineros de la India en Barranquilla se repitió seis meses antes en Sudáfrica, con otra tripulación.

Si la actual tripulación del Agatis hubiera conocido la historia de los marineros a los que relevaron antes de viajar a Barranquilla, quizás hubieran evitado tener que padecer tres meses en una cárcel improvisada a 15 mil kilómetros de sus hogares.  

El drama que sufrió la anterior tripulación fue exactamente el mismo. El buque había zarpado con una carga de arroz en sacos desde Birmania con rumbo a Costa de Marfil, pero en el trayecto, la autoridad marítima de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, ordenó al buque que desviara su rumbo y fuera al puerto.

El 17 de marzo de 2015, el buque fue detenido por la autoridad debido a que el Armador (dueño) del Agatis, la empresa Meranti Bahari PT, le debía varios meses de salario a los 21 tripulantes de la embarcación, así como otras deudas pendientes que no habían sido canceladas.

Pero, al igual que en Barranquilla, el drama lo vivieron los tripulantes. Lo primero que escaseó fue el agua para lavar la ropa. Al cabo de tres meses anclados, la situación se complicó al extremo de poner en riesgo su salud por las condiciones de sanidad. La basura, al igual que ahora, rebosó los contenedores y la estabilidad mental de los marineros se vio bastante afectada.

Esta situación también fue manejada por la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), quienes en ese momento designaron a un asesor jurídico que veló por sus derechos.

Otto Lasrado, excocinero del Agatis, se convirtió en defensor de los derechos de los marineros.

Otto Lasrado, uno de los 21 tripulantes, quien se encargaba de la cocina, tomó la vocería de los marineros y se encargó de que la crítica situación se tomara la agenda de los medios de comunicación locales para clamar por sus derechos. Al igual que los que están atrapados acá, estos marineros lo único que pedían era que les pagaran sus deudas y así volver a la India.

En junio de 2015 la situación fue superada. Finalmente los tripulantes lograron que sus deudas fueran subsanadas, alquilaron un bote y se lanzaron a tierra para organizar su repatriación.

Con el buque sin tripulantes, el Armador hizo una nueva convocatoria y reunió a los 18 marineros que, llenos de entusiasmo, iniciaron su aventura desde Marruecos hacia Barranquilla, sin percatarse de que el presupuesto con el que contaba Meranti Bahari PT para costear el viaje ya había sido gastado en pagar la deuda de sus antecesores.

Así fue que la historia se repitió. En esta ocasión, con un buque disminuido, con falencias técnicas provocadas por el descuido de su propietario, los 18 marineros comenzaron a padecer las mismas penurias que sus compatriotas: los salarios quedaron con saldo en rojo y un limbo jurídico los ancló a la espera de nuevas órdenes, mientras que su propietario, en esta ocasión, no tuvo alternativa que abandonar el barco a su suerte.

El jueves, Zona Cero mostró en primicia las condiciones en la que vive la tripulación. Las dicientes imágenes muestran las pocas provisiones que, para este lunes, ya no serán suficientes para calmar el hambre de los 18 marineros. Cuando llegue el momento, tomarán la inminente decisión de abandonar el barco en busca de tierra firme.