Mayra Crespo Fuentes, sus hermanos menores, Luz Marina y José Gregorio, y su sobrino Jorge Luis Mendoza Crespo, son los propietarios del local de frutas y verduras ‘El Porvenir’, ubicado en la carrera 43 con calle 32. Para la familia Crespo Fuentes, este ha sido su sustento desde hace más de 35 años cuando lo recibieron de su padre Rigoberto Crespo Rodríguez, quien le entregó 20 años de su vida al comercio informal en el Centro de Barranquilla.

Los hijos decidieron honrar la memoria de su padre y mantener el negocio, que ofrece sus frutas y verduras a los cientos de ciudadanos que diariamente transitan por este sector del Centro Histórico. Mayra Crespo, nacida en El Piñón, Magdalena, y sus hermanos, que llegaron de Venezuela siendo niños, se despiertan todos los días a las 4:00 de la mañana para organizar su local y los alimentos que exhiben en ellos, y cierran todos los días a las 8:00 de la noche.

La Alcaldía Distrital, por intermedio de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público, reconoce el compromiso de los hermanos Crespo Fuentes con la Capital de Vida, por ser comerciantes ejemplares que mantienen su puesto autorregulado con las medidas permitidas de 1.20 metros de largo por 1.50 metros de ancho. Además, recopilan sus desechos en bolsas en vez de arrojarlos al piso. Estos comerciantes han acogido el mensaje que esta secretaría transmite a través de las jornadas que el equipo pedagógico imparte a diario en el Centro Histórico.

“Muchas veces nos ven como enemigos de los comerciantes y no lo somos, reconocemos su trayectoria y su valor, nosotros somos el brazo de una administración que debe velar por el espacio público y hacer que se cumpla una normativa, que fue precisamente pensada para que vendedores puedan desarrollar sus actividades comerciales respetando el espacio de todos, y Mayra Crespo representa a muchos vendedores que nos ayudan en este trabajo de ciudad”, afirmó el secretario Henry Cáceres.

Acción en el sector de la 43

La atención a este sector del Centro Histórico se hace en un trabajo conjunto con la Policía Metropolitana y la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial. Ello debido a que la zona demanda vigilancia al flujo vehicular, y control de carretillas (ventas estacionarias), muchas de ellas no cuentan con los permisos necesarios, y ventas ambulantes.

El objetivo es aliviar la carrera 43, una calle clave para la movilidad en el Centro Histórico, ya que los ciudadanos la usan para salir y dirigirse al norte de la ciudad. A diario la Secretaría de Control Urbano realiza la socialización del Código de Policía y Convivencia. Los pedagogos también realizan inspecciones, tanto del censo oficial del 2005 como de la verificación de 2011.

“Estamos convencidos de que, como Secretaría, no solo debemos reconocer a los vendedores que apoyan nuestra gestión, por eso vamos a empezar a premiarlos, porque el ejemplo genera cambio. Sabemos que para cumplir la norma deben entenderla y respetarla, es lo que buscamos a través de nuestro equipo de pedagogía y este es uno de nuestros grandes retos. Para la administración distrital, el Centro Histórico es de vital importancia, se viene una gran transformación y varias obras que beneficiarán al gremio de comerciantes, tanto formales, como informales”, afirmó el secretario Henry Cáceres.

Labor pedagógica

En cumplimiento de su misión, la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público trabaja diariamente en el Centro Histórico de Barranquilla, que es un Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional declarado por el Ministerio de Cultura.

Una de las zonas donde se hace mayor énfasis en la autorregulación, con aproximadamente 300 pedagogías, es en la carrera 43, desde la calle 30 hasta la calle 39.

“Con operativo de hoy en la 43 ha fluido el tráfico vehicular. Que sigan los controles a esta importante vía”, expresó la directora de Asocentro, Dina Luz Pardo, en su cuenta de Twitter.

La Secretaría de Control Urbano y Espacio Público y la Secretaría de Tránsito y Seguridad Vial invitan a la comunidad a no hacer compras mientras transitan en vehículos, porque esta costumbre afecta el tránsito vehicular, genera caos y representa un peligro.

La tarea de los facilitadores

Los facilitadores de espacio público regulan a diario la zona, algunos de ellos fijos para evitar ocupación indebida y afectación de la movilidad. Con una base de datos se identifican los vendedores acogidos a la norma para mantener el área bajo control.

“Los facilitadores de espacio público han tenido un trato amable con nosotros, hemos entendido que ellos nos protegen cuando personas que no son del sector quieren invadir el espacio público. El equipo de pedagogía ha hecho un trabajo excelente enseñándonos el por qué debemos mantenernos autorregulados, de esta manera evitamos cualquier tipo de problema”, dice Mayra Crespo Fuentes, la mayor de los hermanos.

El Distrito reitera que la ocupación actual del espacio público en el Centro Histórico no será permanente, teniendo en cuenta que los proyectos de peatonalización y una inversión significativa en los mercados públicos, entre otras iniciativas que está impulsando el alcalde Alejandro Char, se encaminan a la transformación del Centro y a la generación de beneficios para los comerciantes que ejercen su actividad en esta importante zona y para todos los barranquilleros en general.