Dimbilima chili: Diversidad y tolerancia principios para una convivencia en armonía

Crónica sobre diversidad de género.

Por Alfonso Ricaurte Miranda

“Tolerancia, diversidad e inclusión, son los tres principios claves para la convivencia en sociedad. Pero es muy difícil que podamos vivir en común con una o varias personas, si el significado de estos términos no se conocen, o resultan incomprensibles”.

Aceptar a las personas tal y como son aunque parece un principio elemental y fácil de asimilar, es una asignatura en suspenso que acorrala cada vez con más sevicia y abiertamente a los colectivos más vulnerables como el de inmigrantes y el LGTB en muchos países del mundo y sobretodo de Latinoamérica.

En el caso de América del sur, Colombia, Ecuador y Perú, son el escenario donde actualmente se registra un incremento en las manifestaciones xenófobas, al atribuir, con razón y sin ella, el incremento de la inseguridad ciudadana que se registra en varias ciudades de esos países, a la migración venezolana que se ha asentado en ellas huyendo de la situación de su país.

En lo que respecta a Europa, España es uno de los países donde estas manifestaciones son más evidentes desde haces años, siendo los tres últimos en los que los casos de este tipo de agresiones han repuntado y siguen repuntando según las estadísticas que se conocen sobre este tema.

En un artículo, publicado por el Diario El Confidencial, de España, se asegura que el número de agresiones en este país lleva ya varios años creciendo y sustenta este dato con un estudio realizado por el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior, que constató que entre los años 2013 y 2019 las agresiones aumentaron en un 45 por ciento.

El artículo no entrega estadísticas de los años 20-21, pero precisa que en los tres años anteriores, el estudio del Ministerio de Interior, observó un crecimiento, impulsado sobre todo por los hechos relacionados con la ideología, el racismo, la xenofobia y la homofobia.

Los recientes casos de ataques homófobos, como el de Samuel Luis en A Coruña, aquí en España, y los que se realizan contra la inmigración, reseñados con alguna frecuencia por la prensa, confirma que la curva de crecimiento continúa.

Algunos especialistas atribuyen o responsabilizan el repunte de este crecimiento, a declaraciones abiertamente xenófobas y homófobas, de dirigentes políticos de extrema derecha, que dan pábulo a intolerantes, ignorantes en mi opinión, que no conciben que la convivencia en una sociedad verdaderamente moderna, debe ser diversa e incluyente.

Comparto con quienes aseguran que el incremento de la violencia contra integrantes de los grupos considerados en exclusión, obedece a momentos puntuales en los que la intolerancia es alimentada con declaraciones incendiarias, pero personalmente considero que la raíz del problema va más allá de la debilidad mental de quienes comparten estos discursos.

Para mí el problema nace en la falta de educación sobre estos temas desde los primeros años de escolaridad. En la ignorancia de muchos que ni siquiera conocen el significado de lo que es la diversidad, ni de lo que es la inclusión o que sencillamente no lo comprenden, no lo entienden.

En varios países de Latinoamérica, aunque las agresiones físicas contra el colectivo LGTB, no son tan frecuentes, hay una homofobia soterrada, que se manifiesta mofándose de su condición a través de chistes que degradan su orientación sexual.

No pretendo en este Podcast que me consideren un experto en este tema, sino como alguien que quiere aportar en este espacio algo de luz sobre ellos, para aquellos que no comprenden que la diversidad y la inclusión, son la base esencial para una convivencia pacífica.

La Organización de las Naciones Unidas, la UNESCO, con respecto a la diversidad dice “La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad”.

En cuanto a la inclusión la UNESCO la define como “el enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad”.

Aunque son dos términos distintos, el uno no puede subsistir sin el otro y al respecto la consultora de Diversidad de Netflyx, Verna Myers, lo define de manera muy gráfica: “Diversidad es que te inviten a una fiesta, e inclusión es que te saquen a bailar“.

Aceptar la diversidad, es aceptar que en los tiempo que corren y en los venideros tendremos una sociedad más plural y ese es el primer paso para poder convivir en armonía con los demás, no sólo aceptándolos sino contando con ellos.

No me vale de nada decir que a mí los negros, los inmigrantes, el colectivo LGTB, no me molesta, sino somos capaces de hacerlos partícipes en la toma de decisiones.

En otras palabras invitarlos a la fiesta y sacarlos a bailar, como bien lo define Verna Myers.

Dimbilima Chili es el cuento de esta semana. Léelo o escúchalo en la voz de Emerson Reyes González, de Internepolis.

Dimbilima Chili

La primera vez que Antonio vio a dos chicos del mismo sexo demostrarse su amor, fue un caluroso verano en el Metro de Madrid. Se sorprendió con la manera tan abierta en la que los jóvenes se besaban y manifestaban su pasión, a los cuatro olores que cocinaba el calor en el vagón del metro.

Antonio miró a los demás pasajeros, disimulando su sorpresa por un hecho que no se hubiese tolerado, en esa época, en su país natal, donde la homosexualidad, la tolerancia, la inclusión, y la diversidad, entre otros principios claves para la convivencia, eran términos incomprensibles.

Intentó imaginar esa misma escena en un autobús de su ciudad, pero sus cavilaciones fueron interrumpidas por una potente pero amable voz que le dijo.

- “ Dimbilima, chili”.

Antonio alzó la cabeza para dirigir la mirada hacia donde venía la voz y de pie delante de él, un hombre negro enorme, con una niña en brazos y acompañado de una hermosa rubia, mucho más baja de estatura que él, le sonreían amablemente.

La chica debió leer en la cara de Antonio que no había entendido ni una palabra de lo dicho por su esposo en senegalés, su lengua natal, por lo que se apresuró a hacer un gesto con la mano y decir en el que consideraba el idioma universal:

- “Can gui jaf sit jiar, pliss”.

Antonio siguió sin entender, pero comprendió por el gesto de la chica, que lo que le pedían era que se pasara al puesto siguiente para permitirles a la pareja sentarse con su niña uno al lado del otro.

- Por supuesto – dijo también sonriendo, y se apresuró a cederles el espacio.

Las puertas del tren comenzaron a cerrarse, pero antes de sellarse, tres chavales lograron colarse al vagón y dos de ellos sonriendo y en un idioma que Antonio tampoco entendió, se burlaban del tercer chaval que estuvo a punto de darse en las narices con las puertas.

El tren siguió su marcha con todos los pasajeros del vagón contagiados por la sonrisa de los chavales y Antonio comprendió entonces, que lo importante para llegar a una convivencia feliz, no es entender a las personas, sino aceptarlas tal y como son.