El propósito del Alcalde Jaime Pumarejo este martes de escuchar de frente a todas las autoridades, que como dijo el mismo mandatario, tenía como propósito hablar “sin tapujos”, develó la realidad social y el acontecer diario en la lucha contra la criminalidad en las calles de Barranquilla, y el país.

En ese proceso, cada uno de los integrantes de lo que llamó el Alcalde  “la orquesta de la seguridad ciudadana”, expuso lo que sucede diariamente con la delincuencia.

Policías se cansan de capturar “a los mismos con las mismas”, la justicia tiene que velar por el debido proceso a los capturados so pena de una acción disciplinaria en su contra mientras la ciudadanía clama castigo para aquellos que con violencia los despojan del fruto de su trabajo.

En este ir y venir, triunfa la delincuencia que sabe cómo evadir la justicia y cómo confrontar a los policías que los capturan. Estas dos partes de “la orquesta” y la misma sociedad, son la burla de los antisociales.

En el encuentro de este martes en la Normal para Señoritas varios uniformados tuvieron la oportunidad de hablar ante los superiores de la institución, jueces, fiscales, líderes comunales, concejales, funcionarios de la Secretaría de Gobierno y el mismo alcalde.

Como moderador, Pumarejo conversó con varios uniformados de los que a diario están en las calles de la ciudad enfrentando al crimen.

El patrullero Romero le contó al alcalde la impotencia que sentía cuando capturaba un delincuente en flagrancia y un día después los veía en libertad. O lo que es peor, escucharlos cómo están preparados para enfrentar a la justicia.

El bandido ya sabe que cuando atraca con arma traumática, si lo capturan en flagrancia, no lo pueden procesar por porte ilegal de arma de fuego. Y si no lo capturan se va con el botín. “Coronan”, aseguran en su jerga.

Si se trata de un expendedor de alucinógenos, ya sabe cuánto de gramaje deben portar para no ser capturado por tráfico de estupefacientes. De allí se derivan muchos delitos.

“El porte ilegal como tal se da si se trata de un arma industrial, pero como es un arma traumática  o de fogueo, si no está cometiendo el hurto, toca incautarle el arma, hacerle el respectivo procedimiento y llevarlo hasta la UCJ”, dijo.

Por su parte, el patrullero Iván Benítez dijo en el encuentro de autoridades que la ley es muy garantista y cuestiona que por omisiones leves, “se declare ilegal la captura” o también porque “se haga uso de la fuerza”. 

El último de los uniformados en hablar ante las autoridades civiles fue el intendente Dimas Jessurun quien fue más allá en las críticas y dijo, en la visión que hoy tiene de la delincuencia, que el hurto en esta ciudad “se ha convertido en una cultura”.

En el perfil de estos antisociales, Jessurun tiene identificado que se trata de “jóvenes de 14 hasta los 30 años” que "ya conocen el sistema” judicial, señaló.

Reveló que al conversar con ellos les dicen “no tenerles miedo a ser aprehendido, le temen más a caer en las manos de la ciudadanía”.

Mencionó un caso que conoció. Un menor de edad, con familia disfuncional y sin un apoyo para estudiar o practicar deporte. En ese punto de su relato, el uniformado aprovechó para decirle al alcalde que  el paso siguiente es a que “apuntemos a los jóvenes, a sus oportunidades, a la educación”.

“Son jóvenes que nunca han tenido una oportunidad, una persona que los oriente y de allí se deriva todo esto”, finalizó.