Sebastian Sunderhaus, de GIZ de Alemania; el director de la CRA, Alberto Escolar Vega y Paola Rojas, Coordinadora de Biodiversidad y Recursos Genéticos de Minambiente, durante la presentación del portafolio de compensaciones ambientales.
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Hansel Vásquez

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Definen áreas para compensación el medio ambiente en el Atlántico

Luriza, El Palomar y Los Rosales, las zonas prioritarias en el departamento.

La Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) definió el portafolio de áreas prioritarias para la conservación del medio ambiente en el departamento.

El portafolio regional de compensaciones quedó definido dentro del estudio realizado de manera conjunta por la CRA con la cooperación del Programa Medio Ambiente Colombia (Promac) de la GIZ de Alemania y con apoyo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

La implementación del portafolio estará orientado, fundamentalmente, al bosque seco, “porque se trata de un importante y estratégico hábitat para insectos y control de plagas”, según explicó Sebastian Sunderhaus, de la GIZ.

Para el director de la CRA, Alberto Escolar Vega, se trata de una herramienta clave para ir saldando la deuda en materia de restauración. Así, destacó que, en adelante, las compensaciones tienen un norte definido hacia la conservación de la biodiversidad.

Concretamente, de las 330.000 hectáreas de extensión el Atlántico, solo 4.500 se encuentran protegidas. “Esperamos alcanzar la meta de 20.000 hectáreas, no llegamos ni siquiera al 10 por ciento, pero realmente es algo significativo”, sostuvo el funcionario.

Para ello se tienen definidas tres áreas prioritarias: Luriza (Usiacurí), El Palomar (Piojó) y Los Rosales (Luruaco).

Explicó el funcionario que para la identificación de áreas prioritarias de conservación y compensación del Atlántico, “se aplicó una metodología que articula e integra la evaluación y priorización espacial de cuatro componentes: ecosistemas, especies, servicios ecosistémicos y factores de riesgo, que definen dónde es prioritario mantener o dónde se deben mejorar las condiciones de hábitat, para contribuir a la gestión de la biodiversidad en tres niveles: fortalecer los determinantes ambientales por medio del saneamiento y restauración de Áreas Protegidas existentes en el Atlántico; apoyar las prioridades de conservación del Subsistema Regional de Áreas Protegidas Caribe e incrementar las zonas de restauración ecológica priorizadas por el Plan Nacional de Restauración y mejorar la conectividad ecológica regional como mecanismo de adaptación bajo el enfoque de cuenca”.

Por su parte, la consultora del programa, Shirley Sáenz Montenegro, precisó que la aplicación del portafolio por parte de los usuarios debe darse en dos momentos: planeación y diseño del proyecto y en la elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y plan de compensación.

El del Atlántico se convierte así en el primero que se realiza en el país y como tal servirá de modelo para ser replicado en otras regiones de Colombia.

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