La falta de dragado genera incalculables pérdidas en el puerto de Barranquilla.
La falta de dragado genera incalculables pérdidas en el puerto de Barranquilla.
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Crisis portuaria: Draga no puede trabajar y buques son desviados hacia Santa Marta

Sociedad Portuaria advierte sobre riesgo de desabastecimiento en Barranquilla.

Tres embarcaciones, con cargamento de maíz y trigo, fueron desviadas hacia Santa Marta, debido a las restricciones que registra el canal de acceso al puerto de Barranquilla, en el sector de Bocas de Ceniza.

Una de esas embarcaciones, inclusive, intentó aligerar carga en el puerto samario para luego traer el resto a Barranquilla, pero finalmente el armador decidió descargar la totalidad del buque allá.

Todo ello debido a que la draga que fue contratada para el mantenimiento del canal de acceso no ha podido realizar su trabajo, por limitaciones climáticas (brisas y oleaje) y del propio equipo.

Para el Gerente de la Sociedad Portuaria Regional de Barranquilla, René Puche Restrepo, esta situación genera grave consecuencia económicas para la economía local.

“Esto genera sobrecostos de aproximadamente 40 dólares por toneladas, son 75 mil toneladas y el producto que es para concentrado de animales tiene que venir para plantas ubicadas en barranquilla y tiene que ser transportado vía terrestre”, indicó.

Adicionalmente, dos buques tienen previsto su llegada a Barranquilla para los días 4 y 7 de abril con clínker con calados superiores a los 8.8 metros y eslora por encima de los 190 metros y tampoco podrán entrar y es materia prima para producir cemento de Ultracem en Galapa.

“En estos momentos tenemos una restricción no solamente de profundidad, porque tenemos un calado autorizado de 8.8 metros, si no también de eslora (longitud) de 190 metros. Eso se debe a una restricción porque la entrada del canal de acceso se ha venido cerrando debido a una sedimentación, que es normal, que viene del Magdalena hacia el Atlántico y que debería ser neutralizada por el Tajamar Oriental”, preciso Puche Restrepo.

Ante ello, aseguró, “es evidente que el Tajamar ya no está prestando su función porque los tajamares están muy deteriorados por la falta de mantenimiento y como consecuencia de esta situación tenemos la sedimentación que es la que ha venido cerrando la boca del canal de acceso, lo cual impide el ingreso de buques que tengan un eslora (largo) de más de 190 metros”.

En otros términos “la entrada está recta, pero el ingreso por el río es diagonal, por lo tanto no permite el ingreso de buques de más de 190 metros”.

Para el dirigente portuario la actual situación es grave porque la mayoría de los buques que llegan al puerto de Barranquilla tienen un eslora de 190 metros y más, “lo cual nos pone en una situación no solo de competitividad sino de crisis porque debemos llegar al riesgo de desabastecimiento en Barranquilla”.

Expresó que la situación cada vez va empeorando  “a menos que se tome una decisión rápida bien sea que mejoren las condiciones del clima y la draga pueda salir hacer su trabajo o que de alguna manera el Gobierno pueda echar mano de una draga inmediata que pueda realizar la labor en estos días. Estamos a punto de una crisis real porque a la hora que la limitación de eslora baje a 180 0 170 metros, virtualmente sería el cierre de la zona portuaria”.

En 2017 las restricciones produjeron una disminución de 300 mil toneladas en el movimiento de carga, mientras que el calado operativo solamente se mantuvo bueno en 30 días del años, es decir, menos del 10% del tiempo que se trabajó.

“Es evidente la falta de capacidad del Gobierno Nacional de cumplir con su responsabilidad de mantener el canal de acceso. No puede ser posible que mientras nosotros cumplimos con nuestros deberes de inversiones y con el pago de las compensaciones, el Gobierno no cumple con su único deber con el canal de acceso”, puntualizó.

 

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