Ante la Procuraduría Seccional de El Carmen de Bolívar, la concejal de Calamar, Yelitza Emperatriz Castellar Ruíz, instauró una queja disciplinaria en contra de otros concejales del municipio identificados como Jaime Eljaiek Barraza, Antero José Cuello Obeso, Alejandro Arazola Segbini y Roberto Reales Ospino por infringir la ley 734 de 2002.

Según la carta dirigida a la Procuraduría, Yelitza indica que “desde el 2016 en sesiones del concejo por ser considerada muy joven como concejal mis compañeros no me permitían opinar sobre los temas que se estaban debatiendo, porque eran temas para opinar los adultos y no los pelaos. Les hice un llamado de atención al señor Antero José Cuello Obeso por ser irrespetuoso conmigo y desde ese momento me permitieron tomar la palabra”.

Posteriormente, explica en la misiva, que “en el año 2017 se me presentó un inconveniente con el concejal Jaime Eljaiek, el cual se dedicó a hablar mal de mí en las esquinas atentando contra mi buen nombre en imagen. Con esto le quise hacer un llamado de atención a lo cual él respondió de manera violenta intentando agredirme. Gracias a dos compañeros Jorge Ortiz y Alfonso Llerena no permitieron que lograra su objetivo, luego de los hechos ocurridos hubo un diálogo entre mi papá y el señor antes mencionado y logramos llegar a un acuerdo pacífico durante ese periodo”.

En otros de los puntos, la concejal indica que “en el presente año el concejal Jaime Eljaiek fue elegido como presidente de la Corporación, cargo que ha utilizado durante el segundo periodo de sesiones ordinarias para coartar mi derecho a la libre expresión en varias sesiones consecutivas. No obstante con eso he sido víctima de burlas y de delitos informáticos en las redes sociales dañando mi buen nombre”.

También dice que “el día jueves 10 de mayo del año en curso me tocó sesionar a las 6: p.m. En dicha sesión se entregaron proyectos de acuerdo y asignaron desde mi punto de vista, de manera errónea, un proyecto a la comisión de contratación y cuando llega el punto de informes generales solicité la palabra para aclarar esa duda y el presidente le da la palabra a dos compañeros, pero a mí me la niega expresando que mientras él sea el presidente yo no voy a tener ni voz ni voto en el Concejo, burlándose de mí y provocándome. Al terminar la sesión me dirijo al presidente para preguntarle cuáles eran sus argumentos para no darme la palabra y este me responde que mientras que ellos sean la coalición mayoritaria debemos aceptar lo que ellos digan. Nos fuimos a palabras y este intentó agredirme físicamente, acto que fue presenciado  por mi madre y ella evitó que me agredieran”

La concejal también precisó que la mesa directiva del Concejo de Calamar,  conformada por Jaime Eljaiek, Alejandro Arazola y Roberto Reales Ospino, decidió imponer una sanción a ella para no participar en un lapso de 10 días en las sesiones del Concejo. Según la mujer, la sanción no cumplió los requerimientos exigidos tales como que no se puso en conocimiento de una apertura de investigación contra ella y tampoco se dieron a conocer los cargos formulados y tampoco se concedió oportunidad para presentar pruebas ni controvertidas. La sanción se habría originado por una presunta agresión a dos de los concejales.

La concejala afirmó sentirse discriminada por todo lo que ha sucedido al interior de la Corporación.

“Como mujer y joven de 21 años de edad me siento discriminada, excluida y expuesta en un ambiente laboral destructivo”, precisó la concejal.

Yelitza es concejal del municipio de Calamar desde el año 2016. Su credencial la recibió a los 19 años. Lleva dos años y 5 meses en su cargo.