El presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción, Guillermo Herrera, propuso al Gobierno Nacional eliminar el Sisbén como requisito para acceder a los subsidios del programa ‘Mi Casa ya’, por las demoras en los trámites, que hizo que el 23% de las familias haya desistido de continuar el proceso.

Durante una rueda de prensa desde Bogotá, el dirigente gremial dijo además que esa es una de las propuestas para reactivar el sector, teniendo en cuenta que la revisión realizada por el Planeación Nacional generó cambios en la información y reclasificación de un gran número de hogares.

Explicó que cerca de 236.867 hogares que previamente se encontraban en los rangos habilitados para acceder a Mi Casa Ya, ahora se encuentran en el subgrupo D21, con lo cual quedarían por fuera del programa.

“La propuesta concreta es implementar un periodo de transición efectivo, y revisar la posibilidad de eliminar el Sisbén como criterio de focalización”, planteó.

A lo anterior se suma que el Gobierno Nacional retome las coberturas a la tasa para VIS adicionales a las de ‘Mi casa ya’, así como las temporales de ‘No VIS’, así como avanzar en procedimientos y reglamentación, y apostarle a la reactivación desde las regiones.

Con respecto a la agenda regional, Herrera sostuvo que resulta clave avanzar en intervenciones desde la oferta, encaminadas a mejorar la gestión del suelo y optimizar los trámites de la cadena de urbanismo y construcción, así como intervenciones que permitan promover la demanda a través de políticas de vivienda más robustas desde lo local.

“El 2023 no ha sido fácil para miles de familias colombianas que esperaban una vivienda digna y formal, esto por cuenta del complejo panorama que ha afrontado la industria de la construcción de edificaciones”, añadió.

Citó cifras de Coordenada Urbana de Camacol, según las cuales, entre enero y noviembre las ventas de vivienda de interés social (VIS) registraron contracciones del 50,9 %.

Durante el año se han dejado de vender un total de 103 mil VIS y No VIS, caída que representa una pérdida en inversión de los hogares en vivienda cercana a los $19 billones.