Bañarse a las 3:30 de la madrugada a una temperatura de 24 grados como la que vive Barranquilla por estos dias es casi una tortura para Dervis Cárcamo Hernández y José Payares Machuca, acostumbrados a despertar con el ‘calorcito’ propio que provocan los 28 grados del promedio normal.

Los dos residen en los barrios La Central y Las Moras de Soledad, e inician su actividad laboral desde bien temprano en la capital del Atlántico, por lo que tienen soportar los chorros de agua helada que a esa hora de la madrugada produce el baño matinal.

Dervis, venezolano de 38 años, es vendedor ambulante de tintos, bebidas aromáticas y fritos; mientras que José, barranquillero de 24 años, es vigilante de la empresa de seguridad Prisma.

Desde hace ocho meses, Payares presta servicio en un conjunto residencial en la calle 98 con carrera 43 parte alta de Barranquilla, donde más fuerte golpean los vientos.

Según información del Ideam en la estación del aeropuerto Ernesto Cortissoz, las brisas alcanzan una velocidad de hasta 65 kilómetros por hora.

“Desde diciembre nos azota y hemos reportado vidrios rotos en los apartamentos del sexto piso hacia arriba, gracias a Dios siempre ocurre bien tarde por las noches o en la madrugada, cuando no hay personas en las áreas comunes”, dice Payares sobre lo que le ha tocado presenciar en sus turnos de vigilancia.

Este frío de comienzos de año en Barranquilla, que tiene una mayor intensidad en la madrugada, primeras horas de la mañana y por las noches, obligó a mucha gente a sacar del armario abrigos y chaquetas para protegerse del “clima helado”, como si estuviéramos en las regiones andinas del país.

Luis Barreto Pedraza, coordinador del Grupo de Climatología del Ideam en Bogotá, confirmó a Zona Cero el fenómeno y reportó que la temperatura más baja en Barranquilla ha sido de 21,9 grados, ocurrida el pasado 4 de enero.

Esa misma medición arrojó 22,8 grados el 18 de enero, y 22.1 el 4 de febrero pasado, también muy bajas para una ciudad del trópico como la nuestra.

“Esta temperatura pone a temblar al que sea”, dice Cárcamo, el tintero nacido en Acarigua, estado Portuguesa, en los Llanos venezolanos.

“Allá el clima es parecido al de Barranquilla, pero esto que se está viendo ahora acá no es común: una brisa helada que hace sentir mucho frío”, señala el extranjero.

Por su oficio, es uno de los que más se ha beneficiado con esta inesperada baja temperatura, porque de enero para acá vende hasta 15 termos diarios de sus productos, la misma cantidad que en temporada de lluvias.

“En cualquier otra época del año vendo 10 termos diarios de café, por eso estoy contento con este “frío barranquillero”, que ha aumentado mis ganancias, la gente me busca para mantenerse calientica”, comenta entusiasmado.

Pero no solo Cárcamo está contento con este frío, Raúl Franco, residente en el barrio Miramar, asegura que uno de los factores positivos de esta temperatura se refleja en el bolsillo de los usuarios de Air-e, porque ha reducido totalmente el uso de ventiladores y acondicionadores de aire y la factura mensual ha bajado. “Estamos pagando 20.000 pesos menos en los recibos de luz”, manifiesta.

Causas naturales del fenómeno

Barreto, del Ideam, explica de manera científica las causas del fenómeno que provoca las bajas temperaturas en las noches y madrugadas de Barranquilla.

Dice que obedecen a los frentes fríos del hemisferio norte que están sobre Estados Unidos, y que se reflejan en nuestra región.

“Por lo general tienden a bajar, lo que repercute en el aumento de la velocidad del viento y como consecuencia, las temperaturas descienden”, asegura.

Son los llamados vientos alisios que llegan hasta 65 kilómetros por hora, capaces de formar en el mar oleajes de 3,5 metros de altura.

Esto desde diciembre ha sacudido las aguas cercanas al litoral de Barranquilla y otras ciudades del Caribe colombiano.

Por este motivo la Armada Nacional y Guardacostas del Caribe han rescatado varias embarcaciones que han quedado a la deriva por el fenómeno cíclico.

Así ocurrió el 4 de enero pasado con el rescate de tres pescadores perdidos en la inmensidad del mar, a siete millas náuticas de la playa de Puerto Velero, en donde permanecieron 27 horas.

¡Este es el resultado de un gran trabajo interinstitucional con la @ArmadaColombia! Logramos el rescate de tres pescadores, quienes quedaron a la deriva luego de que su embarcación sufriera fallas en el motor en área general de #PuertoVelero #Atlántico. pic.twitter.com/KrMkyP0WhQ

— DimarColombia (@Dimarcolombia) January 4, 2023

Igual ha ocurrido en Cartagena y Santa Marta con yates y lanchas de turistas que por fortuna, pudieron ser rescatados y llevados a tierra firme.

Para las próximas 72 horas, la Dimar prevé que se presentarán vientos de 19 a 56 kilómetros por hora  y una altura de ola que oscila entre 2.1 y 3.1 metros, por lo que recomienda extremar las medidas de seguridad en el desarrollo de las actividades marítimas en Puerto Bolívar, Riohacha, Santa Marta, Barranquilla, Cartagena, Coveñas, Turbo, San Andrés y Providencia.

Efectos en la salud

Los contrastes de este clima de comienzo de año han traído a su vez problemas de salud: cuadros gripales y virus respiratorios.

La Secretaría Distrital de Salud informó al Instituto Nacional de Salud, que hasta el pasado 18 de febrero, 15.000 pacientes fueron atendidos en consultas externas y urgencias en las diferentes IPS públicas y privadas de la capital del Atlántico.

De esta cifra, 393 pacientes, la mayoría de alto riesgo, han sido hospitalizados.

Las autoridades de salud recordaron que la gripe, el resfriado común, la amigdalitis, la bronquitis y la neumonía, son las enfermedades más frecuentes que se presentan ante los cambios bruscos de temperatura.

“La temporada de fuertes brisas hace que existan muchas partículas en el ambiente. Por eso se presentan las Infecciones Respiratorias Aguda Enfermedades que son causadas por diferentes microrganismos como virus y bacterias”, añade Salud Distrital.

Por eso la autoridad de salud insiste en la necesidad de reforzar los esquemas de  vacunación contra Covid-19 y la Influenza.

A punto de terminar

El pronóstico del Ideam indica que la temporada de lluvia en Barranquilla empezaría a finales de abril y que mayo sería el periodo de más precipitaciones.

Así las cosas, todo indica que esta temperatura helada de Barranquilla tiene sus días contados.

Los 24 grados o menos que han sorprendido a ciudadanos como el argentino Francisco Borsatti, nuevo director técnico de la Academia de Baloncesto Titanes, volverán entonces a finales de este 2023.

“En Barranquilla hace frío”, comentó el deportista gaucho recién desempacado en la ciudad.