La desaceleración económica es buena siempre y cuando sea gradual, no traumática, mientras hay una recomposición de los productos, aseguró el Codirector del Banco de la República, Adolfo Meisel Roca.

En su concepto, ello obedece al desplome de los precios internacionales del petróleo, lo cual requiere la adopción de medidas de choque.

“Se ha hecho un ajuste fiscal y avanza la inevitable reforma tributaria para que entre en vigencia en 2017. El Banco de la República la considera necesaria para poder subsanar el déficit fiscal”, expresó Meisel Roca al intervenir en el encuentro ‘Retos y oportunidades para empresas en el 2016’, organizado por Serfinansa.

A la caída de los precios del petróleo se suman otros factores como, por ejemplo, el desplome en las exportaciones de los productos básicos, como consecuencia del fenómeno de El Niño.

A lo anterior, se suman las crisis en países vecinos como Venezuela y Ecuador. El primero por conflictos políticos internos y el segundo por su “dolarización”.

En su diagnóstico, Adolfo Meisel Roca también se refirió a la caída de las importaciones. Por ello, recalcó, el reto es la reconquista de nuevos mercados, proceso que también es lento.

Puntualizó que para cierre de año los pronósticos del Banco de la República son de un PIB en el rango de 1.5 a 3.2 y una meta de inflación del 3%.

En el evento también intervino el presidente de Bancóldex, Luis Fernando Castro Vergara, quien reiteró la misión institucional de ser catalizador del crecimiento empresarial.

Sin embargo, señaló que el verdadero objetivo de la entidad es el de convertirse en un banco de primer piso y no de segundo como viene operando.

Es decir, en la actualidad cuando un empresario solicita un crédito a una entidad financiera (a un banco comercial, por ejemplo), ésta institución puede solicitarle a Bancoldex los recursos que dicho empresario requiere. Así, Bancóldex se los entrega a la entidad financiera, y ésta a su vez, al empresario.

En cambio, como banco de primer piso Bancóldex tendría relación directa con los clientes en operaciones de ahorro, financieras, hipotecarias y de capitalización.

Esto hace parte de un nuevo modelo de Bancóldex con claras estrategias de diversificación inteligente para generar un impacto en lo misional, en los empresarios y en un desarrollo sostenible.

Castro Vergara también señaló la coyuntura económica por la que atraviesa la ciudad. “Barranquilla está haciendo la tarea en el desarrollo de industrias de alta complejidad; tiene capacidades productivas para diversificar aún más sus exportaciones y varios productos exportados por Barranquilla han conquistado los mercados mundiales”, anotó.

Frente a este panorama, puntualizó, “se podría pensar en innovar hacia productos más complejos y/o crecer en nuevos mercados más sofisticados”.