Michelle Bachelet,  alta comisionada de la ONU para los derechos humanos.
Michelle Bachelet, alta comisionada de la ONU para los derechos humanos.
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EFE/EPA/SALVATORE DI NOLFI/Archivo

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Bachelet pidió a los Estados dejar de negar el racismo contra los afrodescendientes

Es una situación similar en todo el mundo.

La negación o la invisibilidad del racismo y la discriminación contra los afrodescendientes es una constante entre las sociedades y gobiernos de todo el mundo, en particular de Norteamérica, Sudamérica y Europa, dijo hoy la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, al publicarse un informe sobre esta cuestión encargado a su oficina tras el asesinato del estadounidense George Floyd por parte de un policía.

“El estatus quo no se puede mantener más”, dijo Bachelet, que pidió a todos los Estados que dejen de negar esta realidad y empiecen a desmantelar el andamiaje del racismo, combatir la impunidad y generar así confianza en las comunidades de afrodescendientes.

Este informe se ha hecho publico días después de que el expolicía que asfixió con la rodilla a Floyd hasta su muerte fuese condenado a 22 años de cárcel, de los que tendrá que cumplir 15,  en un caso histórico por las protestas que desencadenó el año pasado no sólo en Estados Unidos, sino también en varios otros países del mundo.

No obstante, el informe pide que se aborde la problemática del racismo de manera sistémica y no caso por caso, ya que esa sería la única forma de “desmantelar un sistema anclado en siglos de discriminación y violencia”.

Alcance del informe

Tras la muerte de Floyd, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU encargó a Bachelet que preparase un informe sobre el racismo contra los afrodescendientes, que incluyera el abuso policial, la respuesta de los gobiernos ante las manifestaciones pacíficas contra el racismo y si, de manera general, se llega a hacer justicia o no a las víctimas.

Las conclusiones han sido que las fuerzas de seguridad muy raramente responden por abusos o crímenes que cometen contra afrodescendientes, en parte porque se hacen investigaciones deficientes y no hay mecanismos de control, de denuncia y de sanción que sean fuertes.

Esta aseveración proviene del análisis de 190 casos concretos de muertes que tuvieron relación con la acción de las fuerzas del orden en distintos países.

“La presunción de que las personas afrodescendientes son culpables está ampliamente extendida”, dijo la jefa del área de Estado de Derecho, Igualdad y No Discriminación de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Mona Rishmawi, una de las responsables del informe, en una rueda de prensa.

Explicó que se ha comprobado que es muy raro que se considere en las investigaciones, juicios o sentencias por muerte de afrodescendientes -en el contexto de violencia policial- factores como la discriminación racial, los estereotipos o los sesgos institucionales.

La agonía de las familias

Para este informe, los expertos del organismo entrevistaron a 340 personas, sobre todo afrodescendientes, además de revisar una cantidad considerable de material escrito, mientras que Bachelet se entrevistó con familias de víctimas, que le describieron “la agonía que viven en su búsqueda de verdad, justicia y reparación”, explicó ella misma.

Otra de las conclusiones principales del informe es que las comunidades de afrodescendientes se sienten más amenazadas que protegidas por el exceso de vigilancia alrededor de ellas. Un elemento alarmante es el nivel de criminalización de menores que se ha observado.

El informe también constata que cuando se tata de muertes a manos de agentes policiales los casos tienen numerosos elementos comunes, pese a ocurrir en distintos países.

La líder del equipo de justicia racial del organismo de la ONU, Sara Hamood, dijo que la problemática en su conjunto ha sido difícil de analizar puesto que cuando se trata de brutalidad policial, la cuestión de la pertenencia racial no figura en los registros oficiales.

EFE

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