Primer ministro Benjamín Netanyahu.
Primer ministro Benjamín Netanyahu.
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EFE.

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Aumenta la preocupación en Israel por segunda ola de coronavirus

Con 1.681 infecciones en 24 horas.

La segunda ola de coronavirus no para en Israel, que hoy registró un nuevo máximo de contagios con 1.681 infecciones en 24 horas, al tiempo que aumentan las alertas sobre la falta de control de la pandemia.

El 7 % de los test que se están realizan dan positivo y el país sobrepasó hoy los 41.000 infectados desde que se iniciara la pandemia, con más de 21.000 casos actualmente activos y 368 muertos.

El coordinador de la pandemia del Ministerio de Sanidad israelí, Tal Brosh, aseguró hoy a la radio del ejército que hasta el momento han conseguido tratar a los enfermos más graves -177 hospitalizados-, pero no podrán "por mucho más tiempo", si la tendencia continúa.

Fuera de control

El profesor Eli Waxman del Instituto Weizmann, que formó parte del Comité de Expertos en la gestión de la primera ola, cree que la actual es "más peligrosa" porque "se ha perdido tiempo", "no se desarrollaron capacidades cuando el número era bajo" y hoy "el virus está fuera de control".

Como otros expertos israelíes, considera que el Gobierno no ha desarrollado planes cuando la pandemia estaba controlada para afrontar las consecuencias del previsible rebrote por la apertura de la economía.

Waxman declaró en un encuentro digital con periodistas que el Ejecutivo escuchó, pero no aplicó las recomendaciones de los grupos de expertos, en las reuniones en las que él participó, y que la toma de decisiones viene de la Administración, políticos, sin una coordinación clara.

Hasta el presidente de Israel, Reuvén Rivlin, cuestionó la semana pasada la gestión del Ejecutivo por falta de un órgano que centralice toda la información y aplique una estrategia unificada.

 

Sin plan de rebrotes

Las restricciones fueron severas desde marzo, cuando Israel todavía no había registrado ninguna muerte, y a finales de abril dio por terminada la primera ola con 13.000 infectados y menos de 200 muertos, por lo que comenzó una progresiva desescalada.

A principios de junio tuvo que frenarla y limitó el número de personas en las reuniones públicas ante el progresivo incremento, pero en las últimas semanas las cifras de infectados se han disparado y desde el 7 de julio los infectados diarios no bajan del millar.

Israel endureció hace una semana algunas restricciones, limitó la reunión pública a un máximo de 20 personas, ordenó el cierre de bares y lugares de celebración y reforzó la vigilancia policial en la calle por el uso obligatorio de mascarillas.

Ayer el comité parlamentario de coronavirus votó en contra de la decisión del Ejecutivo de cerrar piscinas y gimnasios que se había aprobado una semana antes, y lo hizo en contra de la posición del primer ministro, Benjamín Netanyahu.

La crisis económica y el aumento del paro con 850.000 desempleados en un país de casi nueve millones de habitantes ha generado también tensiones en el Ejecutivo de unidad sobre cómo abordar la segunda ola sin paralizar de nuevo la economía.

EFE

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