Por José Granados Fernández

El del miércoles en el Parque Salamanca fue el incendio que colmó la paciencia del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, y del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano.

“En Barranquilla hay más de millón y medio de persona, todos los días, tragando humo desde tempranito”, dijo Char en el Consejo extraordinario de seguridad celebrado con presencia de la gobernadora del Magdalena, Rosa Cotes, funcionarios de Parques Nacionales y otras instituciones del vecino Departamento.

“¡Qué vida es esa!. ¡No puede ser!. Tenemos que comprometernos y entre todos tenemos que lograr soluciones, no nos podemos dejar ganar de 20 tipos. Este es un problema de falta de presencia gubernamental”, sostuvo el mandatario barranquillero en su vehemente intervención, conocida por Emisora Atlántico y Zona Cero.com.

Char mostró su malestar, incluso con una autocrítica, por la falta de celeridad para contrarrestar las permanentes quemas en la vecina reserva ecológica, que de gran pulmón natural ha pasado a ser el peor foco de contaminación para la capital del Atlántico.

Medidas sin cumplir

A Char y a Verano no les gustó conocer que las medidas anunciadas en repetidas ocasiones desde el Magdalena, incluso por el Gobierno Nacional, no han sido puestas en marcha para frenar los incendios. Por ejemplo, el 4 de junio de 2015 el entonces ministro de Ambiente, Gabriel Vallejo, anunció la construcción de un campamento para un grupo de carabineros de la Policía y guardaparques que iban a vigilar el Salamanca. Pues ayer se conoció que 3 años después tal campamento no está funcionando.

En esa misma ocasión anunciaron que habían sido donadas 4 cuatrimotos para vigilar Salamanca, pero hasta hoy estos vehículos todoterreno no han sido legalizados en un comodato, es decir están sin utilizar. Tampoco están funcionando las alertas tempranas anunciadas en ese entonces.

Respirando humo 

Paralelo a esta evidente falta de gestión en el Magdalena, visiblemente enojado, el alcalde Char expresó su insatisfacción porque Parque Naturales presentó como un logro la “disminución de los incendios”, la mayoría provocados por campesinos al preparar las parcelas que cultivan con hortalizas y otros alimentos de pancoger y por cazadores de animales silvestres; a juicio del mandatario, por el contrario, lo que hoy sucede es una “calamidad” porque “todo está mal”, producto de una “actitud negligente”.

“No puede ser una excusa de que como el año pasado fueron 6 y este año van 3, vamos bien. ¡Uno solo es un desastre!. En Barranquilla no se puede respirar el aire. ¡No hay nada más crítico que eso!, y perdonen que levante la voz. No se puede respirar aire: los niños, desde las 6 de la mañana, respiran humo; la gente que intenta hacer ejercicio en la mañana, se ahoga desde tempranito con el humo. Este es un tema de una calamidad verdadera. A mí me preocupa esta actitud tan negligente. Dicen: ‘Todo está bien’… (pero) “todo está mal, muy mal”, enfatizó la máxima autoridad distrital barranquillera.

Tenaz contaminación

En sus cuestionamientos lamentó que desde hace una década Barranquilla, Soledad y gran parte del área metropolitana, como sucedió hace 48 horas, están bajo humo. “La verdad estoy preocupado y ahora entiendo por qué suceden las cosas. Me parece que al Gobierno Nacional, a Parques Naturales y al Ministerio del Medio Ambiente no le interesa… (eso de) ‘todo está bien, bajaron los incendios al 50%’… ¡pues no: la situación de Barranquilla y Soledad es tenaz, tenaz!”, sostuvo Char.

Ante lo que sucede, el mandatario distrital reclamó “acciones contundentes” para detener de inmediato las quemas. Por eso, exigió que de la reunión debía “salir un plan para que no haya un incendio más”.

Para buscar soluciones sociales, el mandatario pidió a Parques Naturales el censo de las personas que al interior del Parque Salamanca y las islas aledañas, como la 1972 y San Joaquín, derivan su sustento de cultivos menores; en materia de seguridad se ofreció, junto con el gobernador Eduardo Verano, a pedir apoyo del Ministro de Defensa para que disponga de suficientes Carabineros que vigilen la extensa área natural y de aeronaves de la Fuerza Aérea para hacer patrullajes.

“Insisto, discúlpenme si he alzado la voz, pero es que traigo un llamado de un millón y medio de personas que dicen: ¡No aguantamos más!”, concluyó el alcalde Alejandro Char.