Grave. Esa es la palabra que describe lo que está pasando con la extorsión en Soledad y Barranquilla.

Los extorsionistas, que siguen haciendo de las suyas contra tiendas, ferreterías y otros negocios, ahora la emprendieron contra las estaciones de gasolina.

Un claro ejemplo de este difícil panorama es la estación de gasolina Puma, ubicada sobre la calle 30, entrada a Manuela Beltrán.

Desde el pasado lunes los trabajadores del lugar decidieron no atender más hasta no tener garantías de seguridad.

Testigos afirman que delincuentes en moto llegaron a esta estación repartiendo panfletos extorsivos.

De la misma manera, la estación de gasolina de esa misma empresa, ubicada en la calle 18, donde el pasado sábado fue asesinado un trabajador por sicarios en moto, también permanece cerrada.

Así mismo sucede con la estación de gasolina de Terpel, en la calle 18 con carrera 21, sector de American Bar,  donde el pasado jueves un trabajador resultó herido a bala por hombres en moto.

Según cifras actualizadas de Fendipetróleo, adicional a estas tres estaciones de gasolina hay cuatro más cerradas en Barranquilla por este mismo flagelo.

Llama la atención que ante está difícil situación, ni la Policía ni las autoridades locales de Soledad y Barranquilla, hasta el momento, se han pronunciado.

Ciudadanos y comerciantes exigen contundencia de las autoridades locales, en conjunto con el Gobierno Nacional, para erradicar este flagelo.