El año 1971 del siglo pasado fue de gran agitación y movilización estudiantil a nivel nacional. El 5 de octubre del presente año se cumplen 50 años de la muerte del estudiante codebista Julián Restrepo Villarreal. 

Crisis en el aparato educativo

La muerte de Julián Restrepo tuvo sus antecedentes en las luchas que los estudiantes colombianos libraron durante todo el año 71 del siglo anterior por reivindicaciones democráticas, solidaridad con el pueblo vietnamita, la Revolución Cubana y las luchas de liberación nacional de los pueblos del tercer mundo. 

El detonante del movimiento fue la masacre del 26 de febrero de 1971 en Cali cuando fueron reprimidos estudiantes y luchadores populares por la fuerza pública. 

En horas de la mañana, la Universidad del Valle había sido allanada por el ejército para desalojar y detener a los huelguistas que se habían tomado la universidad desde el día 15 de febrero para exigir la renuncia del rector Alfonso Ocampo Londoño y otras reivindicaciones sobre autonomía universitaria, contra la estructura jerárquica de la universidad pública y la penetración cultural estadounidense a través de fundaciones como Rockefeller y la Ford, entre otras. 

Antes de la toma, los estudiantes, a través de los consejos estudiantiles de facultad, habían decretado una huelga general desde el 8 de febrero en apoyo a los estudiantes de la facultad de economía y a la lucha nacional de los maestros y estudiantes de secundaria.  

Durante las protestas de la mañana, realizadas ese 26 de febrero por estudiantes universitarios y de bachillerato, muere por acción de la fuerza pública el estudiante Édgar Mejía Vargas. En la tarde, el movimiento había tomado un carácter más amplio con la participación de pobladores y sindicatos, lo cual fue reprimido con un saldo mayor de veinte víctimas entre estudiantes y pobladores, aunque el saldo oficial fue de 8 personas fallecidas. En horas de la tarde se decreta Toque de queda en Cali y el Estado de Sitio en todo el país. Días después, el 4 de marzo muere el estudiante Carlos Augusto “Tuto” González en la ciudad de Popayán.  

A partir de ahí se genera un movimiento nacional de protesta estudiantil que recogerá las reivindicaciones de los estudiantes de la Universidad del Valle que se extenderá por todo el año 71 y continuará hasta el 72 con las luchas del magisterio colombiano contra el Estatuto Docente que trató de aplicar el entonces ministro de educación Luis Carlos Galán Sarmiento. Dichas reivindicaciones serán recogidas en el llamado Programa Mínimo de los estudiantes colombianos, el cual fue aprobado en un encuentro nacional universitario realizado en la ciudad de Bogotá los días 13 y 14 de marzo de 1971. 

Entre los puntos sobresalientes de este programa mínimo estaban: Abolición de los Consejos Superiores universitarios y la creación de organismos de cogobierno universitario con participación del rector, el Ministro de Educación, estudiantes y profesores; elección democrática de las autoridades  universitarias públicas y privadas, congelación de matrículas, liquidación del ICFES, revisión de todos los contratos que hayan contraídos las universidades públicas con entidades extranjeras, derecho a la constitución de organismos gremiales de los estudiantes, etc.  

Al frente del gobierno estaba el último presidente frente nacionalista, Misael Pastrana Borrero, con su programa del Frente Social, cuya llegada a la presidencia fue poco creíble ante su cuestionado triunfo frente a su rival Gustavo Rojas Pinilla de la Alianza Nacional Popular (Anapo). 

Los inicios de su gobierno fueron muy conflictivos con ocupaciones de tierras, huelgas obreras y de trabajadores (como los de la Flota Mercante, Sena y los maestros del sector oficial), convocatoria de paro nacional de trabajadores por la UTC y otras fuerzas sindicales (o llamado paro patriótico del 8 de marzo) y crisis en las relaciones colombo-venezolanas por el diferendo de la plataforma submarina.  

Conflicto estudiantil en el Codeba

Los acontecimientos de Cali, Popayán y Bogotá influyeron a nivel nacional y en los estudiantes de la capital del Atlántico.  En este proceso, el movimiento estudiantil de la ciudad participa en los diversos encuentros nacionales convocados para discutir y definir mecanismos de coordinación de los diversos conflictos estudiantiles existentes en todo el país. 

Durante el mes de mayo Barranquilla fue sede de una reunión nacional estudiantil y varios estudiantes de diversas partes del país fueron detenidos por la fuerza pública el día 19. Anteriormente, en el mes de abril, un encuentro nacional de estudiantes de bachillerato con sede en la ciudad de Buga es reprimido por la persecución oficial a que fueron sometidos los delegados invitados y quince estudiantes resultaron detenidos.  

En medio de esta situación de fuerte agitación estudiantil en todo el país, se presenta en el segundo semestre un conflicto entre los estudiantes del Codeba con el rector César Silva y el profesor Juan Serna, en la que exigían la salida de ambos funcionarios. Ante la negativa del gobierno departamental de aceptar dichas peticiones, los estudiantes se declaran en huelga y reciben el respaldo de sus compañeros de otros colegios oficiales de bachillerato y la Universidad del Atlántico.     

Muerte de Julián Restrepo Villarreal

Posteriormente, la fuerza pública, a través de la policía, toma las instalaciones del Codeba, lo cual agudiza aún más el conflicto, ya que cada vez se torna más violento el enfrentamiento entre estudiantes y policía puesto que los estudiantes desean volver a su institución rechazando al nuevo rector que había sido nombrado. 

El día martes 5 de octubre, en horas de la mañana, con estudiantes provenientes de la Universidad del Atlántico y otros planteles oficiales de bachillerato, como el Carlos Meisel y el José Eusebio Caro, en los alrededores del Codeba de la calle Bolivia, ocurre el enfrentamiento con la policía que produjo el trágico desenlace de la muerte del estudiante Restrepo Villarreal, con 17 años de edad y quien cursaba el quinto año de bachillerato.  

De acuerdo a la crónica de prensa, los enfrentamientos se produjeron desde las ocho de la mañana cuando la policía impidió el acceso de los estudiantes a las instalaciones del Codeba. La nota asegura que “Los policías arremetieron contra los estudiantes para dispersar los grupos que estaban ubicados en las esquinas cercanas al centro docente”. 

El balance final de la trágica jornada que entregaron las autoridades fue de un estudiante muerto, 2 heridos de gravedad y 19 con heridas leves, entre ellos 4 agentes (El Heraldo, miércoles 6 de octubre, 1971, Pág. 1).  

Al respecto, el periodista y egresado codebista, Ahmed Aguirre Acuña, en crónica publicada en zonacero.com el 11 de octubre de 2019, afirma que “Aquel día, 5 de octubre, hubo refriega entre los estudiantes y la policía que llegó supuestamente a “imponer el orden por la fuerza”. Mientras el estudiantado huía para escapar de los bolillazos, un alumno del Codeba, Julián Restrepo Villarreal, quien cursaba el quinto de bachillerato y quien se dirigía a su casa en la calle 63 con carrera 43, barrio Boston, se vio envuelto sin darse cuenta en aquel tropel. 

 

Él, que no estaba participando en la protesta, vio que todos corrían y él hizo lo mismo para poner distancia. Desafortunadamente resbaló y cayó al piso. Y, mientras estaba caído, le cayeron a bolillazos sin misericordia. En mitad de la cuadra de la calle quedó tendido sin vida”. 

Al día siguiente, su sepelio fue acompañado de una multitud que superaba las treinta mil personas (según anotó el diario vespertino local El Nacional que circuló ese mismo día) entre sindicatos, padres de familia, estudiantes de colegios oficiales y privados y profesores provenientes de muchos colegios de la ciudad y municipios vecinos, en un gesto de dolor y solidaridad con la familia del joven caído y con los estudiantes del Codeba.  

Cuando murió Julián Restrepo, el informe de la policía sobre las causas del mortal desenlace fue que, en su afán por huir de la persecución policial, éste resbaló golpeándose fuertemente la cabeza contra el bordillo de la calle, lo cual le produjo la mortal fractura de cráneo. 

Con el pretexto de la reserva sumarial (El Heraldo, miércoles 6 de octubre de 1971, pie de foto en Pág. 2), el dictamen médico legal nunca fue entregado formalmente a sus familiares ni a la prensa. No obstante, según fuentes del Hospital de Barranquilla en ese entonces, el desprendimiento de la silla turca por los severos golpes que le propinaron fueron las causales de su deceso.

Ante la delicada situación de orden público, el Gobernador también solicitó a las autoridades competentes el nombramiento de un juez especial para el caso (El Heraldo, 6 de octubre de 1971, Pág. 1). Igualmente, la Asamblea Departamental expidió el 8 de octubre la Resolución 02, mediante la cual lamentó la muerte del estudiante y solicitó al gobernador del departamento una investigación pronta y exhaustiva con el objetivo de establecer las causas reales de su muerte. 

Para tal efecto, la familia contrató los servicios de un abogado, pero éste dejó de apoderar el proceso desde el momento en que los testigos abandonaron la causa de manera misteriosa.  En este sentido, nadie de la fuerza pública fue inculpado y su muerte quedó en la total impunidad.

Por Aníbal Cotes Ojeda,

especial para Zona Cero