El Invías se encuentra en alerta en las principales carreteras del país, por los eventuales derrumbes que se puedan registrar.
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5 departamentos de la Costa Caribe bajo la amenaza de derrumbes

Según el IGAC, Bolívar, Córdoba, Cesar, Magdalena y La Guajira, podrían sufrir de eventos por remoción en masa debido a la actual temporada de lluvias.

Un total de 21,3 millones de hectáreas de Colombia, es decir el 18,7%, cuentan con una amenaza alta o muy alta de presentar derrumbes o movimientos en masa.

Estas zonas de amenaza abarcan terrenos de 24 departamentos del territorio tricolor, considerados como los más vulnerables a padecer derrumbes. Así lo reveló un estudio del Instituto Geográfico Agustín Codazzi.

Las pocas zonas montañosas y de alta pendiente de 5 departamentos de la Costa Atlántica hacen parte de este listado: La Guajira (costado oriental, cerca a la frontera con Venezuela), Bolívar (parte sur donde alcanza a llegar la cordillera Central), Córdoba (región sur donde termina la cordillera Occidental), Cesar (límites con Venezuela) y Magdalena (en inmediaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta).

Los otros departamentos vulnerables según el IGAC son Antioquia, Arauca, Boyacá, Caldas, Caquetá, Casanare, Cauca, Chocó, Cundinamarca, Huila, Meta, Nariño, Norte de Santander, Quindío, Putumayo, Risaralda, Santander, Tolima y Valle del Cauca.

“Estos territorios colombianos son los más “atractivos” para los eventos en remoción de masa, ya que cuentan con zonas montañosas, pendientes inclinadas, altas precipitaciones y suelos sobreutlizados, es decir con sobrecarga de cultivos y ganado sin control”, dijo Juan Antonio Nieto Escalante, Director General del IGAC.

La región Andina, que alberga parte de las tres cordilleras que atraviesan el país, es la más crítica por posibles derrumbes. Ninguno de los 10 departamentos que la conforman se salva de estar catalogado como vulnerable.

“Con la llegada de las primeras lluvias, los suelos de estas zonas empiezan a perder su compactación, es decir que quedan sin ningún sustento que evite que se vengan abajo”, apuntó Nieto Escalante.

El Director del IGAC prendió las alarmas ante las altas probabilidades de que llegue el Fenómeno de La Niña. “El Centro de Predicciones Climáticas de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (Noaa) informó que la probabilidad de que este fenómeno se presente durante la segunda mitad de este este año es del 70%, el cual en 2011 dejó varias zonas del país sepultadas bajo el agua y el lodo que se desprendió de las montañas. Para minimizar los efectos de las lluvias debemos enfocar nuestros esfuerzos en las zonas de montaña de estos departamentos, y mucho más en aquellos que además cuentan con suelos afectados por la actividad agropecuaria no controlada en zonas de alta pendiente”.

Suelos con sobrecarga agropecuaria en la mira

La región Caribe no solo hace parte del ranking con departamentos susceptibles a presentar derrumbes. También alberga suelos sobreutilizados: terrenos afectados por la sobrecarga de cultivos y ganadería que no cuentan con dicha vocación agropecuaria.

De las 13,2 millones de hectáreas con las que cuenta esta zona del país, 3,5 millones tienen suelos sobreutilizados, es decir que el 27% está afectado por la actividad agropecuaria no controlada.

Los cinco departamentos costeños en el listado de vulnerabilidad por derrumbes albergan este tipo de suelos: Bolívar (837 mil hectáreas – 31,4% de su área), Cesar (737 mil hectáreas – 32,7%), Córdoba (689 mil hectáreas – 27,6%), Magdalena (546 mil hectáreas – 23,6%) y La Guajira (261 mil hectáreas – 12,7%).

“Si a las zonas con alta amenaza de derrumbes le sumamos terrenos ya afectados por cultivos y el pisoteo del ganado que exponen el suelo, el resultado será una remoción en masa más fuerte y por ende una tragedia más intensa. Esto se debe a que los colombianos le hemos dado un mal uso al suelo, desaprovechando las tierras con vocación agropecuaria y haciendo uso de aquellos, como las montañas y zonas de reserva, para la cría de ganado y la proliferación agrícola”, informó Nieto Escalante.

Alarmas del IDEAM

Con aún pocas gotas de agua sobre los suelos colombianos, actualmente el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM) tiene bajo alertas rojas o naranjas a 18 departamentos, debido a la posible ocurrencia de deslizamientos detonados por las lluvias.

Tres departamentos costeños están bajo alertas naranjas por deslizamientos, es decir moderadas: Bolívar, Cesar y Magdalena.

El listado lo completan Risaralda (alerta roja o alta), y Arauca, Antioquia, Boyacá, Caldas, Casanare, Cauca, Chocó, Cundinamarca (incluida Bogotá), Meta, Nariño, Norte de Santander, Santander, Tolima y Valle del Cauca, con alerta naranja.

“Varios departamentos coinciden en los listados del IGAC y el IDEAM. Con el incremento de las lluvias serán más los territorios bajo algún tipo de alarma. Debemos tener la lupa bajo estos territorios, y minimizar los efectos de una tragedia que ya está anunciada”, destacó Nieto Escalante.

¿Cómo proteger los suelos vulnerables a los derrumbes?

El estudio de Manejo de Suelos y Tierras de Colombia del IGAC, reveló que la erosión está finamente ligada a la generación de movimientos en masa y derrumbes, la cual es causada por la deforestación o la poca protección contra el efecto de la lluvia.

“Si las tierras y suelos de Colombia estuvieran bien manejados, el grado de erosión (que afecta al 35% del país) sería mucho menor, y por ende la amenaza alta-muy alta de los movimientos en masa sería inferior a la actual de 18,7%”, cita la publicación del IGAC.

Para prevenir la ocurrencia de estos procesos, la entidad aconseja aplicar cinco sencillas prácticas de manejo, relacionadas con la aplicación de políticas contra la deforestación, y la puesta en marcha de la planificación y el ordenamiento en torno a la capacidad de uso de las tierras y el manejo asociado.

- Incrementar los sistemas forestales, agrosilvícolas y silvopastoriles en las zonas montañosas.

- Para disminuir la velocidad del agua y que se fomente su infiltración, se recomienda controlar la escorrentía mediante zanjas de ladera, realizar cultivos en contorno y utilizar franjas con vegetación densa.

- Para menguar la acción destructora de la lluvia sobre los suelos, éstos se deben proteger con cobertura vegetal residuos de los cultivos.

- Evitar a toda costa la compactación de los suelos, la cual es causada especialmente por la explotación ganadera o por el uso indiscriminado de maquinaria agrícola.

- No es recomendable el uso de labranza en sentido de la pendiente; ésta debe realizarse de manera conservacionista (labranza reducida, mínima o de siembra directa) en pendientes menores del 30 por ciento.

En la región Andina, que es la más afectada por los derrumbes, se recomienda principalmente prohibir la ganadería intensiva en zonas con pendientes superiores al 50%, para así evitar que se compacten; realizar sistemas silvopastoriles y agroforestales, ya que incrementan la fertilidad, regulan y protegen el agua y fomentan la biodiversidad; y no hacer uso intensivo de herbicidas, que eliminan la capa protectora.

“Por ejemplo, los sistemas silvopastoriles blindan al suelo de la erosión, ya que la simulación de un bosque, la producción de hojarasca y residuos vegetales, la cobertura vegetal y la altura de los pastos, protegen al medio contra este fenómeno y regulan el ciclo del agua con su componente superficial”, puntualizó el Director del IGAC.

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