Sacerdote Álvaro Berdejo, párroco de la Iglesia Virgen María de la Regla en Soledad.
Sacerdote Álvaro Berdejo, párroco de la Iglesia Virgen María de la Regla en Soledad.
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Arquidiócesis.

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120 venezolanos reciben almuerzo diario en parroquia de Soledad, Atlántico

Una obra de caridad de la parroquia Virgen María de la Regla.

Un total de 120 venezolanos reciben diariamente un almuerzo en la parroquia Virgen María de Regla, en el municipio de Soledad, en una labor gestada por el párroco  Álvaro Berdejo como una obra de caridad para mitigar el hambre de los ciudadanos venezolanos que habitan en los alrededores del municipio y que pernoctan en las afueras de la terminal de transportes.

La obra se inició desde el mes de diciembre de 2017 y cuenta con el apoyo de feligreses de esta parroquia y de la Arquidiócesis de Barranquilla.

La parroquia se constituyó el 2 de febrero del año 2000, según cita el decreto expedido por la Arquidiócesis de Barranquilla, "como un templo católico, cuyo accionar pastoral tendría cobertura en los barrios Villa Estadio, Terra Nova, Manantial, Los Loteros y Villa Angelita, en el municipio de Soledad, convirtiéndose en la parroquia con mayor territorio y número de habitantes por evangelizar en el departamento del Atlántico, organizada en cuatro grandes células y éstas, a su vez, en sectores", indicó la Arquidiócesis.

El ‘Comedor Jubileo 2000’ Parroquia Virgen María de Regla de Villa Estadio, en Soledad, es un testimonio de caridad en medio de la escasez. En su primera etapa estuvo en funcionamiento 2 años y luego de estar 15 años sin funcionar volvió abrir sus puertas y "encendió sus fogones" para beneficiar a los más desfavorecidos.

En total son 120 ciudadanos venezolanos que reciben alimentos.

Según contó la Arquidiócesis, esta es "una valerosa obra social que inicia como una “locura pastoral” del padre Álvaro Berdejo, que con el dolor de pastor, no pudo quedarse con los brazos cruzados al ver que cientos de venezolanos hacinados a los alrededores de la Terminal de Transporte, pasaban días sin probar bocado y sobrevivían en condiciones infrahumanas".   

Ana María Figueroa es una de las líderes de esta obra social, a ella  le cambió la vida tras vivir una operación de corazón abierto y quien le prometió al Señor que si le daba una segunda oportunidad, se consagraba a su servicio. “Este proyecto fue idea del sacerdote, se le metió en la cabeza, él nos comentó a los agentes de pastoral y asumimos el reto, lo ayudamos a hacer un censo y dimos inicio al proyecto con 80 platos, ya vamos por 120 sin contar a los niños”, expresó.

Alrededor de $800.000 diarios son invertidos para dar de comer a los hermanos venezolanos; una cifra elevada para una comunidad con escasez, sin embargo desde el 21 de diciembre hasta la fecha no ha faltado un plato de comida. “Es una comunidad con gente muy pobre y necesitada, es la primera parroquia que ha logrado mantener un trabajo permanente de apoyo espiritual y material a los venezolanos”, aseguró el padre Berdejo, mientras compartía con ellos la mesa.  

Las libras de arroz, la carne, el pollo, el espaguetti y demás abarrotes son donados por los fieles de la comunidad parroquial quienes no escatiman y siguen siendo generosos porque con esta obra social, practican la caridad.  La parroquia Espíritu Santo con el apoyo del sacerdote Charly García también se sumó brindando su generosa donación para la adecuación del comedor.  

Yira María Estrada y Juan Andrés Fernández, jóvenes de la comunidad, entendieron que estaban dentro del equipo con una misión especial, darle vida al comedor, con mensajes bíblicos y esperanzadores realizan carteleras, que hoy no solo son elementos decorativos, sino el medio para sembrar una palabra de fe y esperanza a quienes padecen el exilio.   

“Esta es una misión agridulce, se nos quebranta el corazón cuando al último en llegar no tenemos cómo acogerlo porque ya todo se ha repartido” expresó Jorge Contreras Ayala, voluntario del comedor.  

*Con información de Arquidiócesis de Barranquilla

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