"Un Día Sin Inmigrantes" en Estados Unidos pide reformas a Presidente Biden

Inmigrantes y organizaciones que los apoyan se unieron este lunes en manifestaciones espontáneas en varias ciudades estadounidenses en reclamo de una reforma migratoria tras la convocatoria de "Un Día Sin Inmigrantes" que hizo por TikTok a principios del mes el activista Carlos Eduardo Espina.

Con banderas mexicanas y centroamericanas, cientos de inmigrantes se reunieron este lunes frente a la Casa Blanca para urgir al presidente Joe Biden a que cumpla su promesa de campaña y solucione la estadía legal de unos 11 millones de indocumentados en el país.

"Biden, ¿dónde está la reforma?", "Reforma migratoria ahora", "Filadelfia presente", "Desde Querétaro por sí a la reforma migratoria", se leía en las pancartas en el parque del Mall de Washington.

"Volvimos a poner el tema en la mesa, y eso ya es un gran logro porque en medio de la pandemia y los problemas económicos los indocumentados habíamos vuelto a ser invisibles", dijo a Efe la peruana Lenka Mendoza.

Mendoza, que llegó hace 22 años al país y tiene un negocio de comida en Virginia, dijo que en menos de 15 días se logró reunir a más de mil personas frente a la Casa Blanca, "sin que le costara un peso a ninguna organización".

"Ya estamos cansados de que nos ignoren", subrayó la inmigrante.

Inmigrantes de más de 15 estados llegaron frente a la Casa Blanca y contaron sus historias a la multitud que estuvo presente por más de tres horas, y fueron retirados por las fuerzas de seguridad.

Desde el pasado 1 de febrero, Espina, un "influencer" de 23 años con 2,5 millones de seguidores, hizo la convocatoria en redes sociales tras vivir en carne propia la deportación de su madre mexicana años atrás.

El activista, que vive en Texas, subrayó a Efe que en pleno año electoral es hora de reactivar la campaña por la reforma migratoria en el Congreso estadounidense para favorecer a millones de trabajadores que sostienen la economía.

"Aun así, el Gobierno se niega a reconocer nuestras contribuciones y otorgar una reforma migratoria para ayudarnos", señalan los organizadores en la página que promueve la jornada durante la celebración hoy del Día de San Valentín.

Los organizadores también convocaron movilizaciones en Los Ángeles, San Francisco, Sacramento, Houston, Dallas, Phoenix, Denver, Las Vegas, Chicago, Atlanta, Filadelfia, Miami, Orlando, Boston y Nueva York, entre otras ciudades.

En Los Ángeles la manifestación ocurrió frente al edificio federal de inmigración, donde indocumentados como la guatemalteca Mayra Todd llegaron a pedir una reforma migratoria.

“El Día de San Valentín es muy apropiado para hablar de inmigración porque nosotros los indocumentados somos unos grandes amigos de Estados Unidos, llevamos comida a sus mesas, limpiamos sus casas, cuidamos sus niños”, dijo Todd a Efe.

La guatemalteca, que llegó a Estados Unidos en 1987, animó a decenas de mujeres de su organización “Mujeres de Hoy” a unirse a esta causa.

“Hemos logrado convocar a miles de una manera u otra”, explicó Todd al referirse al despliegue por redes sociales del Día Sin Inmigrantes. “Ya se está corriendo nuevamente la voz para vernos el primero de mayo”, anticipó la mujer sobre la tradicional marcha que realizan los inmigrantes en esa fecha en Estados Unidos.

Espina dijo a Efe que aunque no logren parar la economía, al menos están poniendo "nuevamente en los oídos de todo el mundo la necesidad de una reforma migratoria".

"Solo lancé la idea, y mucha gente contestó y nos pusimos en marcha", contó el joven, de padre uruguayo y que llegó a Estados Unidos cuando tenía 5 años.

El activista recordó que el país lleva más de 35 años desde que se aprobó una reforma migratoria, y "parece que en el Congreso y el presidente Biden se les olvidó el tema". 

Petición por San Valentín

Trabajadores inmigrantes en Nueva York hicieron un llamado este lunes, en el Día del Amor y la Amistad, a legisladores estatales para que les demuestren "su amor" aprobando un proyecto que permita establecer un programa de desempleo dirigido a indocumentados y aumentar el número de permisos para los vendedores ambulantes.

Igualmente han reclamado a la gobernadora del estado, Kathy Hochul, que se asignen 3.000 millones de dólares para el Fondo de los Trabajadores Excluidos, creado el año pasado para afectados por la pandemia que por su estatus legal no se vieron beneficiados por las ayudas del Congreso federal.

Hochul presentó en enero el nuevo presupuesto del estado pero no incluye esa nueva partida que podría alimentar el Fondo ya agotado de 2.100 millones de dólares, el más grande de la nación.

Trabajadoras domésticas, de lavandería, repartidores de comida y vendedores ambulantes, entre otros, acudieron a la plaza de Union Square, pese a las gélidas temperaturas, para pedir además que se eliminen las multas de hasta mil dólares que se imponen a vendedores ambulantes cuando carecen de permiso para esa actividad.

También han reclamado que la policía ya no supervise las operaciones de estos trabajadores, que han proliferado tras la pérdida de empleos por la pandemia de Covid-19, tras ser convocados por una coalición de organizaciones, que con este evento lanzaron una campaña que se extenderá a través de la semana para educar a neoyorquinos sobre los reclamos.

En una conferencia de prensa, la coalición destacó que los trabajadores inmigrantes "mantuvieron nuestro estado en funcionamiento durante uno de los tiempos más difíciles que nuestros trabajadores han enfrentado".

Los trabajadores portaban letreros en forma de corazón con mensajes como "prioridad para todos", "permisos, no multas", "somos esenciales, necesitamos amor", o "legalicen vendedores ambulantes", mientras que las de lavandería colgaron piezas de ropa que decían "muestre su amor, apoye a los trabajadores excluidos" y "nuestra labor mantuvo a Nueva York funcionando, nosotros trabajadores merecemos amor".

EFE


 

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