La 'Joya' del barrio Montecristo brilló en su primera noche de béisbol ante la mirada de miles de espectadores que acudieron a la mágica cita. 

El estadio Édgar Rentería abrió sus puertas al mundo con el juego entre la selecciones de béisbol de Colombia y Venezuela. El público cumplió y colmó las gradas de un verdadero escenario Grandes Ligas. 

Antes de iniciar el juego se desveló la estatua del exjugador barranquillero Édgar Rentería, que se inmortalizó con este monumento y el majestuoso estadio que lleva su nombre. 

El 'Niño' de Barranquilla se conmovió y agradeció a las autoridades locales por este importante reconocimiento. 

Fue una noche espectacular de principio a fin, en uno de los escenarios de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.