Esta es la luna roja que engalanó los cielos de Barranquilla y el mundo

Una luna roja pintó los cielos barranquilleros de carmesí la noche de este domingo, así como los de otra decena de países a lo largo del globo, más exactamente en toda sudamérica y parte de norteamérica, África y Europa.

El evento astronómico supone la conjunción de otros dos fenómenos espaciales. El primero es un eclipse lunar -último del año- en el que la tierra se interpone entre el sol y nuestro satélite, esto hace que, poco a poco, la luna se vaya oscureciendo más y más hasta que -en el momento de total cobertura- ésta adquiere una tonalidad rojiza, anaranjada o amarillenta. La razón para esta coloración radica en la atmósfera terrestre, que filtra los rayos de luz solar y 'deja pasar' aquellos que componen el color rojo.

En esta ocasión, sin embargo, el eclipse lunar vino acompañado de otro fenómeno: una 'superluna'. La 'superluna' es una palabra simple para referirse al momento en que este satélite se encuentra en su punto más cercano a nuestro planeta, el perigeo. Cuando eclipse y perigeo suceden al mismo tiempo lo que vemos es una luna rojiza especialmente grande y llamativa, que no volveremos a apreciar hasta dentro de 18 años, en 2033.

Esto es, en realidad, lo que hace significativo al fenómeno astronómico que los barranquilleros pudieron apreciar la noche del domingo, puesto que el color rojizo -con el que se ha llamado al evento- es característico de todos los eclipses lunares completos. 

Del fin del mundo y otras supersticiones

La lista de coincidencias astronómicas no termina con la 'superluna' y el eclipse. La 'luna roja' de esta noche completó también una 'tétrada lunar', que sucede cuando ocurren cuatro eclipses lunares consecutivos en un periodo menor a dos años: 15 de abril de 2014, 8 de octubre de 2014, 4 de abril de 2015 y el que pudimos disfrutar entre el 27 y 28 de septiembre de 2015.

Estas tres 'casualidades' estelares hubieran bastado para poner los pelos de punto a más de algún agorero, sin embargo, la guinda sobre el pastel fue que los cuatro eclipses coincidieron con la celebración de festividades judías, un coctel para el desastre, según algunos 'apocalípticos'.

'La luna roja' fue bautizada por otros tantos como la 'luna de sangre', inspirados en un pasaje bíblico del libro de Apocalípsis del Nuevo Testamento.

Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio hecho de cerda, y toda la luna se volvió como sangre. Apocalípsis 6:12.

Sin embargo, dado que el planeta sigue estando donde estaba, parece que las profecías apocalípticas volvieron a quedar 'eclipsadas'.

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