Culiacán fue un campo de batalla por la captura del hijo de 'El Chapo'

Ráfagas de balas, armas de alto calibre, incendios de vehículos y columnas de humo se divisaron el jueves en la ciudad de Culiacán, en el noroccidental estado mexicano de Sinaloa, tras el arresto de Ovidio Guzmán, uno de los hijos de Joaquín 'El Chapo' Guzmán.

Según informó a medios el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, de forma "preliminar" hay 21 personas lesionadas por arma de fuego y, aunque todavía "sin confirmar", se contabiliza la muerte de varios militares y miembros de la Guardia Nacional, además de "dos o tres civiles".  

También confirmó que hay 27 presos fugados de un penal en la ciudad y de varios vehículos incendiados.

Varias zonas céntricas de esta ciudad de unos 800.000 habitantes fueron un campo de batalla luego de que una patrulla integrada de 30 elementos de la nueva Guardia Nacional -un cuerpo policial-militar creado recientemente por el Ejecutivo- y el Ejército entraron al fraccionamiento de Tres Ríos.

Desde una vivienda, este comando recibió disparos y repelió la agresión, hallando dentro de la vivienda a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, quien enfrenta cargos en Estados Unidos por tráfico de cocaína, metanfetamina y marihuana.

En represalia por esta acción, pronto se extendió la violencia por muchas calles del centro de la ciudad, en uno de los sucesos más violentos e indiscriminados de la historia reciente de México.

Su propósito era "generar pánico", dijo en un breve mensaje de video el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo.

Centenares de personas buscaron resguardo en viviendas y establecimientos. Otros, tal y como reflejan decenas de vídeos publicados en redes sociales, se encontraron atrapados entre las balas.

EFE

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