Colombianos recibieron la cruz de ceniza, en medio de cambios en el rito

La Iglesia Católica de Colombia tuvo que adaptar la celebración del Miércoles de Ceniza a las restricciones impuestas por la pandemia de covid-19, con lo cual son los propios feligreses quienes se ponen la cruz en la frente, en vez de recibirla del sacerdote.

Con las medidas de bioseguridad vigentes, entre las que está el distanciamiento social y una ocupación baja de los templos, la Catedral Primada de Bogotá, ubicada en la céntrica Plaza de Bolívar, abrió sus puertas para decenas de personas que llegaron y recibieron en sus manos la ceniza, rito que marca el inicio de la cuaresma.

Los sacerdotes, en lugar de dibujar ellos mismos la cruz, pusieron las cenizas con cucharas pequeñas de plástico en las manos a los asistentes, que una vez volvían a sus puestos se la esparcían en la frente.

"Ha habido muy buena afluencia de público a pesar de que el centro de Bogotá está solo, pero ha venido mucha gente. Se tienen normas de bioseguridad: la ceniza se le pone en la mano izquierda al fiel y él con su mano derecha se la aplica en la frente", afirmó a Efe el diácono permanente de la Diócesis de Fontibón, Óscar Eduardo Castro.

El religioso agregó: "No hay contacto físico, estamos todos con tapabocas y la gente ha aceptado. A uno que otro no les gusta la situación, pero en general han aceptado muy bien como se está aplicando la ceniza".

El sacerdote señaló que las únicas excepciones que han tomado son con "gente discapacitada" a la que "se le ha colocado la ceniza tradicionalmente porque no pueden hacerlo, pero de resto todo el mundo se aplica la ceniza" con sus propias manos.

EFE

 

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