Conservando la tradición los barranquilleros comenzaron a iluminar desde bien temprano los frentes de su casa, dentro de la celebración de la Noche de Velitas.

Un entusiasmo que no se pierde y del que los niños son los principales protagonistas.

En los diferentes sectores de la capital atlanticense los farolitos adornados con el encendido de las velitas les dan una luz de esperanza para un mejor futuro a corto plazo, especialmente por toda la situación vivida con la pandemia del Covid-19.

Una tradición que no se pierde, sigue latente en el corazón de los barranquilleros y que, como la célebre canción del fallecido compositor Adolfo Echeverría, marca el inicio de las ‘Cuatro Fiestas’.

 Las autoridades reiteraron su llamado a la ciudadanía para que la celebración, especialmente durante la madrugada del 8 de diciembre, transcurra en completa normalidad, atendiendo las recomendaciones sobre los protocolos de bioseguridad y especialmente evitar el uso de la pólvora y tener cuidado con el consumo de licor adulterado.

Y sobre todo ello, con bastante tolerancia para engrandecer la convivencia familiar y ciudadana durante el festejo. 

Pero eso sí, fundamentalmente, no hay que darle papaya a la desbordada delincuencia y estar alerta de personas sospechosas, especialmente que se movilicen en motos en actitud peligrosa.