Adonay Ardila Urueña, en dos etapas de su vida.
Adonay Ardila Urueña, en dos etapas de su vida.
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El Nuevo Día de Ibagué.

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Adiós a Adonay, la mujer que inspiró el éxito que lleva su nombre

Falleció a los 87 años en Ibagué, donde se residenció los últimos años.

Adonay, uno de los clásicos de la música popular bailable que se canta y goza en cualquier rincón del país, tenía nombre completo y una historia real de amor frustrado.

Y como si fuera poco, una existencia casi en el anonimato de la protagonista, la cual se truncó este jueves 14 de julio.

En efecto, este tema que se escucha en cualquier época del año con la misma sabrosura como si acabara de salir al mercado, fue una composición en honor a Adonay Ardila Urueña, una dama que completaba en estos momentos 87 años, y quien hoy jueves falleció en Ibagué, ciudad donde residía.

Dos artistas costeños están ligados musicalmente a la historia del exitoso tema: su compositor, el barranquillero Julio Erazo Cuevas, muy unido al municipio de Guamal, Magdalena; y el cantante Rodolfo Aicardi, de Magangué, Bolívar, intérprete magistral de la canción con la orquesta Los Hispanos.

La historia tiene que ver con un romance surgido en la década del 50 del siglo pasado en Planadas, Tolima.

Los protagonistas del idilio fueron la mencionada Adonay Ardila Urueña y Manuel Agustín Sevillano, al parecer un soldado del Ejército Nacional que había llegado a la población en misión propia de su servicio militar.

El romance fluyó rápidamente, pero no todo fue felicidad pues contó con la férrea oposición de los abuelos de Adonay, que en una actitud muy frecuente en aquellas calendas, rechazaron al galán por ser de piel oscura y por su condición humilde.

La historia trascendió a través del diario El Nuevo Día de Ibagué, que citó a Nohemy Quijano, una de las seis hijas que tuvo Adonay de una relación posterior.

La mujer reveló que su madre le contó que Sevillano para demostrarle a la familia de ella que él podía ser un profesional “y sacarla adelante”, se marchó de Planadas a Bogotá a iniciar estudios universitarios.

En su despedida el entonces soldado le pidió a Adonay que lo esperara a que terminara la carrera, lo cual ella le garantizó.

Sin embargo, según el mismo relato de Nohemy, “mi mamá vivía muy aburrida porque mis abuelitos eran muy cansones, entonces conoció a mi papá, él le propuso matrimonio y se casó con él”.

Sevillano cumplió su palabra y retornó en búsqueda de su viejo amor, tal como le había prometido, pero se encontró con la triste noticia del matrimonio de su amada Adonay.

“Él se marcha a su ciudad y dejó una carta donde plasma la historia de aquel amor frustrado, que sirvió de base para la letra de la célebre canción”, agrega Nohemy.

Freddy Quijano, otro de los hijos de la protagonista y citado también por El Nuevo Día, recuerda que la aparición del disco con la historia de amor de su mamá fue una sorpresa para ella.

Llegó a escucharla por primera vez en la radio, y nadie se explica cómo ese relato cayó en manos del compositor”, agregó Freddy.

Julio Erazo Cuevas fue un prolífico compositor de vallenatos, tangos, boleros, paseos, bambucos, guabinas, cumbias, merengues, entre otros ritmos.

Nació en Barranquilla, pero llegó desde niño a la población magdalenense de Guamal, donde transcurrió prácticamente gran parte de su vida.

Falleció el 12 de febrero del 2022 en Magangué, Bolívar, a la edad de 92 años.

Adonay Ardila Urueña contrajo matrimonio con Leonardo Quijano en Playarrica, Tolima, y luego llegaron a Ibagué, ciudad en la que se instalaron en el barrio Santa Ana.

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