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El macabro plan para-estatal que acabó con Alfredo Correa De Andreis

Este sábado 17 se cumplen siete años del homicidio del profesor y sociólogo costeño.

Este sábado 17 se cumplen siete años del homicidio del profesor y sociólogo costeño.

Jorge Mariano Rodríguez

El 17 de junio de 2004 la sociedad costeña y en particular los estamentos universitarios, se estremecieron con la sorpresiva detención del sociólogo y catedrático Alfredo Correa De Andreis.

Quienes conocían de cerca la trayectoria profesional y académica de Alfredo no dudaron en señalar que algo sospechoso había detrás de esta captura. Sospechas que luego quedaron confirmadas con su libertad por falta de pruebas de las imputaciones que le hicieron.

Y esas mismas sospechas quedaron ratificadas la tarde del 17 de septiembre de 2004 cuando un comando de sicarios del frente “José Pablo Díaz”, dirigido por Edgar Ignacio Fierro Flórez, alias “Don Antonio” y que hacía parte del Bloque Norte de las Autodefensas, comandado por Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, acabó con su vida en una acción perpetrada en la carrera 53 con calle 59, al norte de Barranquilla.

Junto con Correa, también fue asesinado su escolta Edward Ochoa Martínez.

Las investigaciones han determinado que en la detención y posterior muerte de Alfredo Correa se tejió toda una red criminal, en la que estuvieron confabulados los grupos criminales del Bloque Norte de las Autodefensas, así como integrantes de los organismos de seguridad del Estado como Gaula, Das,  Ejército y Policía Nacional.

Montaje y celeridad judicial

El macabro  plan para-estatal se puso en marcha el 2 de junio de 2004, cuando el Das seccional Bolívar le dirigió al Fiscal 33 Seccional Cartagena, el informe DAS-BOL-GO-187, según el cual, “por labores de inteligencia” contactaron a Javier Alfredo Larrazabal, José Daníes Satizabal Serna y Mayerly Torres Carvajal, quienes dijeron conocer a un miembro de las Farc con los alias de “Eulogio” o “El Profesor”.

El informe fue acompañado con fotos de Alfredo Correa, quien, según el Das, era “Eulogio” o “El Profesor”.

Rápidamente y en una inusitada celeridad judicial, el 3 de junio de2004, es decir, al día siguiente, el Fiscal 33 Demóstenes Camargo De Ávila declaró abierta la investigación previa y ordenó la práctica de varias diligencias, entre ellas, los testimonios de los 3 supuestos integrantes de las Farc.

La celeridad judicial quedó demostrada cuando el mismo día se hizo la recepción de los testimonios y en ellos los declarantes señalaron a alias “Eulogio” como ideólogo de las Farc.

Catorce días después, el 17 de junio de 2004, mediante informe 192-DAS-BOL-CGO-PJ, el Das Bolívar le pidió al Fiscal 33 ordenar la apertura formal de la investigación contra Alfredo Correa De Andreis y su captura, invocando sus vínculos con las Farc.

Con la velocidad judicial que caracterizó el montaje contra Alfredo, el mismo día, mediante Resolución, el Fiscal 33 ordenó la captura de Alfredo. Y el mismo 17 de junio de 2004 funcionarios del Das Bolívar se desplazaron a Barranquilla para capturar a Alfredo Correa.

Sin lugar a dudas el 17 de junio de 2004 quedará enmarcado en la historia como el día más rápido de la justicia colombiana.

Luego, el 18 de junio de 2004, Alfredo Correa fue escuchado en indagatoria por el Fiscal 33 y su situación jurídica le fue resuelta por el Fiscal 36 Seccional Cartagena, Ricardo Carriazo Zapata, el 28 de junio de 2004, es decir, diez días después. En este procedimiento ya la justicia no fue tan rápida como sí lo fue para encartar y capturar a Alfredo Correa.

La decisión del Fiscal Carriazo fue la de proferir medida de aseguramiento, consistente en detención preventiva, que se cumplió primero en el Das Cartagena y luego en la Cárcel Distrital de Barranquilla, por el delito de rebelión.

Los falsos testimonios

En esencia, los testimonios rendidos por Javier Alfredo Larrazabal, José Danies Satizabal Serna y Mayerly Torres Carvajal y refrendados en el informe 192 DAS.BOL.CGO.PJ, suscrito por Javier Valle Anaya, indicaron que alias “Eulogio” “visita los campamentos del 41 frente de las Farc en la frontera colombo-venezolana, así como los frentes 59 y 19 ubicados en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde realiza charlas e instrucciones políticas de la organización subversiva, hecho que por lo general siempre lo hace acompañado de otros dos individuos residentes en la ciudad de Barranquilla, quienes al parecer son sindicalistas o líderes de algún movimiento de izquierda, a quienes apodan en las filas Farc con los alias de “Peter” y “Cabeza Clavo”, sin más datos, pero que de igual forma harían parte de la estructura ideológica de esta agrupación en armas”.

Y remata diciendo: “Es de anotar que alias “Eulogio” al parecer tiene contacto directo con el sujeto Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez, comandante del Bloque Caribe de las Farc, el cual es el encargado de organizar las milicias del grupo insurgente y realizar el adoctrinamiento político de masas en las ciudades de Barranquilla, Santa Marta y Cartagena".

A estos testimonios les  sumaron los de Jair Enrique Vega Carrillo, desmovilizado del Frente “Seis de Diciembre” del ELN; Yamile Berrío Villegas y Eliécer Vivas Cuervo, reinsertados del frente 41 de las Farc, quienes se manifestaron en idéntica forma.

Según ellos, las visitas las habría realizado en noviembre de 1998 al campamento Montaña en San Juan del Cesar; en diciembre de 2000 al campamento Venezuela en San José Del Oriente y Base Canan, Región del Perijá, Municipio de Urumita, La Guajira, en donde también señalaron que estuvo en diciembre de 2001; y en 2000, 2001 y 2002 en  la finca San Pedro de la Sierra, campamento Argentina y en el campamento Casa Blanca, en jurisdicción de Aracataca, Magdalena.

Sin embargo, la defensa técnica cargo del abogado Antonio Nieto Güette aportó pruebas para demostrar que en las fechas que según los testigos Alfredo Correa se encontraba en los campamentos de las Farc, realmente estaba en Barranquilla.

Estas pruebas consistieron en certificaciones de las Universidades del Norte y Simón Bolívar, según las cuales, para las fechas señaladas por los “testigos”, Alfredo Correa se encontraba ofreciendo cátedras en los Departamentos de Comunicación Social, Maestría en Desarrollo Social y Maestría en Estudios Políticos Económico, entre otras actividades de tipo académico e investigativo.

Igualmente, fueron aportadas pruebas que demuestran que para otra de las fechas señaladas de haber estado en la Región del Perijá, él se encontraba en Barranquilla celebrando el cumpleaños de su hija Melissa.

Ante las irrefutables pruebas aportadas, el Fiscal Seccional 36 Ricardo Carriazo Zapata, revocó la medida de aseguramiento y ordenó la libertad inmediata de Alfredo Correa, a las 11:50 de la mañana del  14 de julio de 2004.

Tras recobrar su libertad, Alfredo Correa retomó sus actividades docentes e investigativas y el 9 de septiembre de 2004 presentó su último trabajo investigativo denominado “Patrimonio y personalidad jurídica de los desplazados del Distrito de Barranquilla”.

Sin embargo, era consciente, y así se lo manifestaba a sus familiares y amigos, que frente a su caso, no todo estaba normal. Y el 17 de septiembre de 2004 ocurrió lo que muchos temían: Alfredo fue asesinado en el norte de Barranquilla, cerca de su lugar de residencia.

El plan criminal

El macabro plan que acabó con la vida de Alfredo Correa poco a poco se fue develando, gracias al persistente trabajo jurídico del apoderado de sus familiares, José Humberto Torres.

La primera pista la dio el abogado Jorge Enrique Palacio Salas, en declaración jurada que rindió a las 9:15 de la mañana del 2 de agosto de 2005 ante la Fiscal 33 Especializada Delegada de la Unidad de derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, Luz Gladys Cuartas Rangel. Palacio luego fue asesinado en el norte de Barranquilla, en un crimen atribuido a las mismas autodefensas.

En los apartes pertinentes, la diligencia se cumplió así:

“Preguntado: Diga por favor si usted conoce antecedentes respecto del homicidio del que fuera víctima el señor Alfredo Correa De Andreis.

“Contestó: Si. Estando yo asesorando jurídicamente a Wilmer Samper, alias “Pupi”, me manifestó que acababan de matar a un duro, a alguien importante de la ciudad, a uno que estuvo preso en Cartagena por guerrillero, que quien lo mató fue alias “El Gato, que es de apellidos Rodríguez De León y quien fue el mismo que mató al Alcalde de Santo Tomás (Nelson Mejía Sarmiento) en cercanías al Das, con el apoyo de Henry Arbey Patiño Hurtado, alias “Felipe”, quien era el jefe de sicarios en esos momentos de los paramilitares en la ciudad de Barranquilla y en estos momentos está muerto, que dicha muerte fue ordenada por alias “Antonio”, cuyo nombre es Edgar Fierro Flórez, Capitán retirado del Ejército, quien es el comandante de las autodefensas en el Atlántico y el jefe inmediato de alias “Antonio” es el señor Jorge 40, quien supongo dio la orden de asesinar a Correa De Andreis, porque así lo manifestó “Pupi”.

“Preguntado: Le comentaron a usted la suerte del arma que le hurtaron al escolta de Correa el día que ocurrió el homicidio?

“Contestó: No. La deben estar usando.

“Preguntado: Supo usted cuál fue el procedimiento mismo del homicidio?

“Contestó: Según lo manifestado por “Pupi”, a él le tocó pagar unos viáticos a quienes cometieron el hecho, que utilizaron un carro taxi, no sé detalles del taxi, y dos motos, quienes se encontraban parqueados en la esquina de la carrera 53 mientras se realizaba el homicidio y coordinaron con los Policías del sector para que estuviera el área libre, no sé quiénes eran los Policías. “Pupi” le dio plata a “Felipe” para que coordinara con los Policías. Quien disparó fue El Gato, “Felipe” lo apoyó en el carro. “El Gato” vino caminando, disparó, se fue caminando, se montó en la moto y luego se pasó para el taxi. El operativo fue grande, se gastaron como ocho millones de pesos en viáticos.

“Había otra moto que utilizaron para el despiste que entró en contravía, pero sólo era para el despiste. Al muerto lo acompañaron hasta la Clínica del Prado para ver si efectivamente estaba muerto y si no para rematarlo. Todo esto me lo dijo el “Pupi”. “Pupi” no me dijo cuánto pagaron  por la muerte de este señor, me dijo que ese era un trabajo por la causa, no sé qué intimidades hay.

“Preguntado: Le hizo algún comentario el “Pupi” sobre el tiempo que duraron los seguimientos, la inteligencia pare el homicidio del Doctor Correa?

“Contestó: Me dijo que una semana.

“Preguntado: Le comentó algo “Pupi” sobre el por qué se había decidido la muerte de Correa De Andreis, cuál fue el móvil?

“Contestó: Porque era colaborado de la guerrilla. Pero exactamente decía “Pupi” que él no era guerrillero, lo que pasaba era que se metía mucho con la Red de Solidaridad porque no estaba haciendo el aspecto social y con la Corporación Regional Autónoma CRA”.

Dos de los participantes en este plan criminal, los alias “Pupi” (Wilmer Samper Meléndez)  y “Felipe” (Henry Arbey Patiño Hurtado), fueron asesinados por las propias AUC.

El DAS: de institucional a criminal

En el montaje judicial y posterior asesinato de Alfredo Correa De Andreis, surgen varios personajes.

El primero de ellos es Jorge Noguera Cotes, Director del Das en la época, quien acaba de ser condenado por este asesinato. En el fallo la Corte Suprema de Justicia comprobó la manera como Noguera entregó el Das al servicio de las AUC para cometer crímenes selectivos, como el de Correa.

En efecto, el 16 de diciembre de 2005, la Fiscal 11 de la Unidad Nacional contra el Lavado de Activos recibió una declaración jurada de Rafael Enrique García Torres, ex Jefe de Informática del Das, en donde señaló que funcionarios de la Subdirección de Análisis le informaron de la existencia de listados de personas (líderes de izquierda, sindicalistas, profesores y estudiantes universitarios), que eran entregados por el Das al Bloque Norte de las AUC, para que atentaran contra ellos.

En la misma diligencia Rafael García Torres dijo que funcionarios del Das Bolívar y paramilitares del Bloque Norte tuvieron participación en el asesinato de Alfredo Correa y que la campaña de exterminio era liderada por el Director del Das Jorge Noguera Cotes, quien directamente enviaba las listas a Rodrigo Tovar Pupo, a través de su primo Álvaro Pupo.

Efectivamente, en el libro de visitantes del Das Bogotá, la Fiscalía comprobó que Álvaro Pupo era asiduo visitante del despacho de Jorge Noguera y del Jefe de Inteligencia Giancarlo Auque De Silvestri. De hecho, éste último ya fue vinculado a las investigaciones por el asesinato de Correa.

Además, Rafael García se reunió, en un restaurante de El Rodadero con “Don Antonio” y David Hernández Rojas, alias “39”, entonces comandante del Frente Mártires de Valledupar, para entregarles una información que llevaba en su portátil y que contenía hojas de vida y seguimientos de varios líderes sociales e intelectuales, a quienes el Das había señalado como miembros del Partido Comunista Clandestino colombiano, que vivían en Barranquilla.

García ofreció la lista y borrar antecedentes delictivos de integrantes de las AUC, a cambio de $100 millones. La cifra fue negociada quedando en $80 millones y ese día le entregaron $10 millones por tres hojas de vida. Cuatro meses después le dieron el resto del dinero y García entregó la información pendiente.

Al crimen de Correa, se suman los de Fernando Piscioti Vanstralem y Zully Codina Pérez, en las mismas circunstancias, en el Departamento del Magdalena.

Otros personajes del plan criminal

En este plan criminal también figuran Javier Alfredo Valle Anaya, detective 0608 adscrito en ese momento al Das Bolívar, quien provenía del Das Cesar y quien luego estuvo en las Subdirecciones de Atlántico y Magdalena, designaciones consideradas como premios que le otorgaba su jefe Jorge Noguera Cotes. 

Valle Anaya fue el mismo que suscribió los  informes DAS.BOL.GO 187 del 2 de junio de 2004 y el 192 DAS.BOL.CGO.PJ del 17 de junio de 2004, solicitando la investigación, testimonios y captura de Alfredo Correa De Andreis.

Además, Valle Anaya participó personalmente en la captura de Alfredo Correa en Barranquilla.

De Valle Anaya, el comandante del frente “José Pablo Díaz” del Bloque Norte de las Autodefensas, Edgar Ignacio Fierro Flórez, declaró ante la Corte Suprema de Justicia, lo siguiente. “Era amigo mío…conocía a mi familia, conocía de mis vínculos con las AUC. Me ayudó en varias oportunidades en época de desmovilización con recursos del Das”.

También de Valle Anaya, el jefe político de las AUC dijo que prestaba vehículos a paramilitares con el fin de movilizarse entre Barranquilla, Santa Marta y Valledupar, confirmando así lo manifestado por alias “Don Antonio” ante la Corte Suprema.

El jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias “Jorge 40”, también se encuentra vinculado a este crimen, al igual que alias “Don Antonio”.

En el caso de “Don Antonio”, también está comprobada la responsabilidad del Ejército Nacional porque sus actuaciones contaban con el apoyo de miembros de la institución a través de un viejo amigo suyo, un Mayor Jefe del Gaula, quien hizo curso con él.

“Don Antonio” también actuaba con el apoyo de un Capitán activo de la Policía Nacional, adscrito a la estación El Prado, a cuyo cargo estaba la seguridad en la jurisdicción donde mataron a Alfredo Correa, en donde el homicidio lo coordinado con los Policías del sector para que dejaran el área libre.

El hecho también involucra al turno del CAI del Estadio Tomás Arrieta, cuya actuación resultó sospechosa para la Juez que condenó a Juan Carlos Rodríguez De León como autor material del homicidio.

En conclusión, por los personajes involucrados, el montaje judicial y el asesinato de Alfredo Correa De Andreis  no queda ningún tipo de dudas sobre la existencia de un plan para-estatal que terminó,  hace 7 años, con la vida del destacado sociólogo costeño.

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