Lo sucedido en el estadio Sierra Nevada de Santa Marta, con motivo del partido Unión Magdalena vs Junior, por la Liga Colombiana 2022-I, no es nada nuevo en la presente temporada.

Tampoco deben extrañar los bochornos ni repudiables hechos protagonizados por un sector de la afición ‘bananera’.

Todo ello atribuido a unas barras caracterizadas más por alterar el orden público y la tranquilidad de los aficionados que acuden a apreciar un espectáculo en sana convivencia y finalmente terminan amenazados con los violentos disturbios que ponen en riesgo su integridad física.

Algo de lo cual la Alcaldesa Virna Lizi Johnson Salcedo, en su condición de jefe de la Policía Distrital de Santa Marta, parece estar alejada o apartada de la realidad.

Sólo basta recordar lo sucedido el 15 de febrero de este año durante la séptima fecha de la Liga. Unión Magdalena recibía al Atlético Bucaramanga y al minuto 77 del juego perdía en el juego.

En ese momento se produjo la sustitución del unionista Rolando Lora y cuando éste salía de la cancha se produjo un enfrentamiento con las barras que irrumpieron en la cancha que intentaban agredir a los propios jugadores locales.

El partido fue dado por terminado por el árbitro Jorge Andrés Tabares Cano y al final la Dimayor le concedió los 3 puntos a los ‘búcaros’.

Un espectáculo inaceptable sobre el cual las autoridades locales no han tomado medidas de prevención, tanto así que se volvió a repetir la noche del sábado.

Lo ocurrido deja muchos interrogantes sobre la responsabilidad de las autoridades, particularmente de la Alcaldesa de Santa Marta y de la propia Policía Nacional. Esto sin dejar a un lado la del propio club samario con respecto al ingreso de las barras bravas.

¿Si ya una tribuna estaba inhabilitada por los desmanes del 15 de febrero, por qué no se adoptaron medidas para que no volvieran a ocurrir los desmanes?

Es un hecho que, por parte de la Dimayor, el estadio será drásticamente sancionado. Y en esta oportunidad no con cierre parcial de otra tribuna. El mismo club no será ajeno a ello y, como consecuencia de todo, resultaría lógico que los 3 puntos le sean otorgados al Junior.

Por lo pronto, para la Dimayor, su presidente Fernando Jaramillo y los clubes profesionales asociados a la entidad, “cualquier acto de violencia que se genere en el marco de las competencias del Fútbol Profesional Colombiano, es inaceptable y está en contra de los valores que promueve el deporte”.

En virtud de lo anterior, invitó a los espectadores de los clubes que hacen parte del rentado nacional, a disfrutar del espectáculo deportivo en sana convivencia y apoyar a su equipo respetando a las diferentes hinchadas.

La Dimayor también lamentó el fallecimiento del seguidor del club Unión Magdalena, identificado por las autoridades locales como Brandon Gustavo Somoza Gutiérrez, solidarizándose con sus familiares, amigos y conocidos, en este trágico momento. Adicionalmente, instó a las autoridades competentes, para que esclarezcan los hechos ocurridos en donde perdió la vida el hincha del onceno samario.

Sin embargo, el pronunciamiento de la Dimayor más bien parecería un saludo a la bandera, por no tomar medidas drásticas en los momentos en que este tipo de hechos ocurren.

Y lo que es peor: siguen ocurriendo.