Karim Benzema y Vinicus fueron los autores de los goles.
Karim Benzema y Vinicus fueron los autores de los goles.
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Vinicius y Benzema iluminan al Real Madrid en un partido gris, ante el Shakhtar

Los madrileños se impusieron por 2-1.

El ímpetu de Vinicius, incansable en el intento, salvó al Real Madrid de un nuevo tropiezo en el Santiago Bernabéu y le regaló un triunfo en un partido gris con dos asistencias de gol a Karim Benzema, autor del tanto mil madridista en Copa de Europa, en una tarde de desajustes defensivos del conjunto blanco que permitieron tener esperanzas al Shakhtar hasta el final.

Los síntomas del Real Madrid en el Santiago Bernabéu no mejoran. Añora el ambiente del pasado en un estadio en reconstrucción, que apenas supera por poco lo que sería media entrada por partido. De las antiguas noches mágicas se ha pasado a la frialdad y la exigencia. Al madridista no le gusta ver a su equipo recular, por mucha ventaja que refleje en el marcador o por estrategia, para buscar dañar al Shakhtar al contragolpe.

Fue lo que ocurrió tras un momento para la historia. No podía ser otro que Karim Benzema, líder absoluto del equipo blanco, el que dejase su nombre para la eternidad como autor del tanto mil en Copa de Europa del Real Madrid. El gol llegó a los 14 minutos en una acción en la que se repartían 'méritos' el desacierto de Trubin, con un pase envenenado por su potencia, el mal control de Marlon y la intensidad con la que juega Vinicius, que mordió y robó para regalar el gol al francés.

Cuando se esperaba a Eden Hazard en el tridente por la lesión de Rodrygo, o a Marco Asensio, Ancelotti apostó por Lucas Vázquez. Otro directo al mentón del belga, instalado en un rol que se ha podido ganar por su bajo rendimiento pero con el que seguro no se identifica. Optó el técnico italiano por un extremo diestro puro para abrir el campo. Las otras dos opciones generan más por dentro y las descartó también en los cambios. De inicio dejó buenas sensaciones el Real Madrid. Con Modric probando la seguridad de un portero que fue goleado en Kiev.

La necesidad del Shakhtar, que se jugaba cualquier pequeña opción que le quedase en el grupo, pasaba por repetir la gesta del curso pasado cuando conquistó el Di Stéfano. Sin complejos, salió a por el partido. Comenzó pidiendo penalti de Mendy, lamentando un disparo al poste de Patrick desde fuera del área y su debilidad defensiva en un gol regalado.

El Real Madrid se sintió superior y tras acariciar el segundo con un disparo raso de Modric al que se lució Trubin con una parada con un pie como si fuese un portero de balonmano, rebajó la intensidad. Desajustes de marcas, falta de tensión, síntomas que la grada no perdona. Teté probó a Courtois con un centro envenenado, Mudryk con un disparo desde la frontal y Fernando perdonaba con todo para marcar mientras crecían los silbidos.

A nadie le sorprendió el empate a seis minutos del descanso, con un simple pase largo que mató con el pecho Teté y definió con calidad, arriba, imparable para Courtois, Fernando. Tampoco habría sido llamativa la remontada, pero la evitó el meta belga con una gran parada a Fernando. Sin respuesta a la espalda de Kroos, con metros que nadie cubrió y Militao superado en velocidad. De golpe, a los 'tres tenores' les cayeron años encima. Con Casemiro sin llegar a las coberturas y Modric junto a Kroos más lentos que de costumbre, superados en labores defensivas.

A gritos pidió el descanso el equipo de Ancelotti, a quien le sirvió de poco el mensaje que lanzó en la víspera por la trascendencia del duelo. No lo plasmó en el campo su equipo. Tampoco en la segunda mitad, ni con el chispazo de Vinicius que dio un triunfo clave para aclarar el grupo.

Si el partido era un pulso entre brasileños, la balanza cayó de lado madridista. El duelo lo decidieron entre Vinicius, que rompió la monotonía del partido con una arrancada, y el taconazo de Casemiro para devolver la pared. La segunda asistencia de 'Vini' a Benzema dio al Real Madrid un triunfo sin brillo alguno. Porque la voluntad del Shakhtar ya no tuvo un premio que no habría sido inmerecido.

Faltó reacción desde el banquillo, sin más cambios de Ancelotti que el refuerzo defensivo de Nacho para dar aire a Carvajal y el de Jovic por un Benzema con molestias. Todo se redujo a los arranques de Vinicius mientras atrás se dejaron concesiones que cuestan caras ante cualquier rival de entidad.

Stepanenko acarició el empate con un zurdazo que rozó el larguero, Ismaily metió el miedo al Real Madrid con un testarazo y en el tiempo añadido Courtois salvó tres puntos claves con una parada abajo tras un disparo de Marcos Antonio. El equipo blanco acaricia los octavos sembrando dudas.

EFE

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