Teófilo Gutiérrez, delantero de Junior, celebra el gol del triunfo.
Teófilo Gutiérrez, delantero de Junior, celebra el gol del triunfo.
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Jairo Cassiani.

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Teófilo ilusiona a toda Barranquilla con una nueva final: Junior 1 - Cúcuta Deportivo 0

El ídolo barranquillero marcó el gol del triunfo que deja al equipo a puertas de la final.

Junior derrotó la noche de este domingo 1-0 al Cúcuta Deportivo, en un cerrado duelo que resolvió Teófilo Gutiérrez con un cobro de tiro penal, con lo cual quedó a un empate de avanzar a su tercera final consecutiva de la Liga Águila, apoyado por el empate entre Tolima y Nacional.

Una nueva fiesta se armó en el Metropolitano. Entre el color de la grada sur y la fiesta de papel de la tribuna norte, los junioristas salieron al campo conscientes de la enorme expectativa de sus aficionados, una marea creciente que se ilusionó con una nueva final y se los hizo sentir a los jugadores. 

Una cantidad importante de público en las tribunas pedía espectáculo. Los artistas del balón tienen eso como responsabilidad. Pero primeramente, lo que había que saciar era la necesidad de victoria, pues ganando se daría un pase contundente a buscar una nueva estrella. 

Sin embargo, el partido no fue el show que la grada pintó con sus cánticos. El duelo fue más bien de ritmo lento, con pocas emociones y con un Cúcuta bien replegado esperando la oportunidad de sentenciar a su favor el juego en cualquier despiste de los barranquilleros. 

Por su parte, Junior fue impreciso, unas veces, y lento, en otras. No encontraban la fórmula para poder demoler la pared rojinegra de la visita. La falta de un jugador como Víctor Cantillo se hizo notar y algunos jugadores no se encontraban bien, como James Sánchez y Freddy Hinestroza, ambos de discreto juego. 

Así fue como Cúcuta metió el primer campanazo de alerta, cuando Luis Miranda anticipó a los defensores para cabecear en un saque de banda largo al área, sorprendiendo a Sebastián Viera, que apenas y pudo ver como el palo rechazaba la bola para mantener la paridad 0-0.

Junior apenas y encontró una grieta en la primera mitad cuando a los 15 minutos Rafael Pérez avanzó más de treinta metros con la pelota en los botines y encontró el callejón para asistir a Hinestroza que al entrar al área disparó débilmente a las manos del portero Juan Camilo Chaverra. 

El equipo barranquillero, luchando más que otra cosa, logra cultivar la más clara del partido en un tiro penal a los 38 minutos. Edwuin Cetré disparó en un tiro libre que encontró las manos del mismo Miranda para una pena máxima que decretó el central de la contienda. 

Desde el otro lado del campo, el capitán Sebastián Viera vino corriendo para pedir el cobro con total seguridad y la confianza visible de sus compañeros. Pese a ello, a la hora del disparo, su ejecución se fue por encima del travesaño, el cual alcanzó a rozar. Se perdió la más clara y el duelo continuó 0-0.

Con el duelo cerrado y pocas posibilidades de anotar, Julio Comesaña recibió a los suyos en el camerino. Había que hacer una profunda lectura de las acciones y tomar los correctivos. La gente esperaba que la fiesta no se les aguara y el colombo-uruguayo lo entendía perfectamente. 

Tras el descanso, los rojiblancos saltaron a la cancha primero que sus rivales. La pregunta que quedó en el ambiente era si esta iba ser la cuota inicial de la inyección de agresividad que hacía falta para sentenciar el partido. Las dudas quedarían despejadas en los minutos siguientes. 

Nada más empezar el complemento, Luis Sandoval prolongó una jugada al costado para Hinestroza, quien desbordó y la sirvió de nuevo dentro del área al primero para que sacara un tiro que se fue rozando el palo. La cosa tendía a mejorar, reflejó el suspiro desde las gradas. 

Comesaña no se mostró conforme y ordenó los cambios. Primero mandó a la cancha a Daniel Moreno y Luis González. Eran refresco para ganar velocidad en la mitad.

Y pronto llegó el alivio definitivo. En una montonera en el área, James Sánchez disparó en dirección de arco y el defensor José Pérez le metió la mano para bloquear la pelota y el central sancionó un nuevo penal. 

Dimes y diretes, Cetré tomó el balón, Rafael Pérez se peleó con todos para patear. Unos no se concedían permiso con otros. Pero llegó el patrón a poner orden: Teófilo pidió la bola. El ídolo no falló y se volvió más histórico aún. Con un disparo a la derecha, burlando al arquero Chavera, marcó el definitivo 1-0.

Tras minutos tensos, que incluyeron una fea discusión entre Daniel Moreno y Comesaña por sacarlo para ingresar a Luis Narváez, el juego terminó y Junior quedó prácticamente  a noventa minutos de su tercera final en línea. 

Ahora visitará la próxima fecha al Deportes Tolima, que empató a un gol con el Atlético Nacional. En Ibagué, con un empate, Junior avanzará a la final.

 

 

 

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