Sebastián Viera con su esposa Sara Correa y sus cuatro hijos: Máximo, Stephano, Santino y Santiago.
Sebastián Viera con su esposa Sara Correa y sus cuatro hijos: Máximo, Stephano, Santino y Santiago.
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Cristian Mercado

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Sebastián Viera, un gigante del arco y una leyenda del Junior

Para muchos hinchas, el uruguayo es el jugador más emblemático en la historia del equipo rojiblanco.

El día que muchos junioristas no deseaban que llegara, llegó: Sebastián Viera se va del equipo rojiblanco, al cual llegó en enero de 2011 del Larisa de Grecia y del que se enamoró perdidamente.

A los 40 años, se va una leyenda, no sólo del arco tiburón, sino del equipo en general. De hecho, es el jugador que más veces ha vestido la camiseta rojiblanca (638 partidos), 13 goles marcados y 7 títulos obtenidos.

Viera deja para el recuerdo atajadas memorables, varias de las cuales fueron decisivas para alzar títulos, y goles de tiro libre de gran factura que contribuyeron para conseguir importantes victorias.

Al Junior llegó en 2011, y su debut fue en un partido en la calurosa Magangué, donde el equipo rojiblanco cayó 4-2 ante Real Cartagena.

Barranquilla era una plaza a la que había venido en 2005 para enfrentar a Junior en un partido de Copa Libertadores con el Nacional de Montevideo, en los tiempos en que usaba gorrita, pero de la que recordaba poco, salvo que ese día perdieron 3-2 con un gol sobre la hora de Martín Arzuaga.

“No conocía mucho lo que era Junior, pero me fui enamorando a lo largo de lo que he venido haciendo aquí. Dije que venía por un año y me voy a quedar toda la vida”, dijo en una rueda de prensa concedida en 2019, año en el que superó el registro de partidos jugados de Dulio Miranda (445).

Para Viera, el mejor Junior que integró fue el de 2018, que alcanzó la octava estrella y disputó su primera final internacional, la Copa Sudamericana que perdió por tiros desde el punto penal ante Athlético Paranaense.

No obstante, siempre reconoció que la derrota que más le dolió fue la de la final de 2014 con Atlético Nacional, en Medellín, también por la vía de los penales.

Para muchos hinchas del Junior, Viera no sólo ha sido el mejor portero de la historia, por encima del argentino Juan Carlos Delménico, campeón en 1977 y 1980, sino su máximo ídolo, una distinción que siempre agradeció.

“Cada uno tiene su gusto, la última generación dirá eso porque me vieron a mí, pero hay buenos arqueros que vieron las generaciones anteriores que pueden opinar diferente. Lo importante es que el que venga acá haga las cosas bien, que haga más grande al club, como hicieron los anteriores. Uno vino acá por la historia que tenía el club y hay que respetar a todos y darle el mismo valor.  No hay que dejar de reconocer lo que hicieron otros anteriormente”.

Barranquilla no sólo le dio una esposa (Sara Correa), sino tres hijos nacidos en esta ciudad: Stephano, Santino y Santiago. El uruguayo tiene un hijo mayor (Máximo), fruto de una relación anterior.

Su momento más difícil en Junior lo vivió en 2017, cuando fue tildado de “rosquero” tras la mala campaña bajo el mando de Alberto Gamero. El uruguayo fue acusado de armar un complot para sacar al técnico samario, algo que siempre ha negado tajantemente.

Por esta razón, en aquel momento, pensó en irse de Junior, pero el nacimiento de su hijo Stephano lo hizo cambiar de opinión.

“Me he llevado bien con todos los técnicos que he tenido en Junior, por eso me dolió lo de Gamero. Yo puedo jugar mal, pero jamás haré algo en contra del equipo. Hacerlo es perder prestigio, dinero y no vivir en paz”, dijo Viera, quien también negó haber tenido problemas con Jorge Luis Pinto, fugaz técnico del Junior en el segundo semestre de 2011.

Sebastián Viera en el festejo de uno de sus 13 goles con Junior.

Hace un mes, en una entrevista concedida a Junior Play, Sebastián Viera, admitió que su adiós del equipo que ama estaba cerca. Con la llegada de Hernán Darío Gómez a la dirección técnica, el uruguayo perdió la titularidad con Jefersson Martínez y todo apuntaba a que esa decisión se iba a mantener para el segundo semestre.

Ese día expresó que su contrato vencía en diciembre de este año y no creía que seguiría en el equipo para 2024.

Quería cumplir su contrato y cerrar su carrera en Junior como campeón, pero esto ya no será posible. Sin embargo, el club le prepara una despedida como se la merece, con todos los honores, porque es un símbolo del Junior.

“Toda la vida voy a estar agradecido con Barranquilla y con Junior. Tengo lo más lindo, que es mi familia. Esté o no esté en el club voy a tener sentimiento siempre por Junior. Es más, tengo mis tatuajes con los campeonatos logrados, y yo me tatuó cosas importantes en mi vida. Voy a vivir acá en Barranquilla y, estando o no el club, mi corazón siempre va a estar en Junior”.

Viera valora todo lo que hizo en Junior y se alegra de tener un lugar especial en el corazón de la hinchada. Por ello, advirtió que por nada del mundo se perderá estar en el centenario del club rojiblanco.

“No sé en qué posición vaya a estar o en dónde, pero seguro, en unos años, en algún lugar, me van a nombrar porque algo he conseguido y he hecho en el club. Yo sé que el día de mañana se va a valorar lo que he hecho acá”.